En el 2050 seremos 9 mil millones de personas habitando la tierra. La clase media crecerá de forma exponencial y esto, entre otros, aumentará la demanda de vestuario. Exigiendo mayores cantidades de fibras vírgenes para textiles e incrementando el impacto negativo sobre el medio ambiente.

Prato (Italia) produce hoy el 3 % de los textiles de la Unión Europea, una tradición que comenzó en el siglo XII; desde el XIX se recicla textil a textil. En la actualidad, las empresas familiares son responsables del 15 % del reciclaje textil global. Cardato Recycled certifica que las telas contengan mínimo 65 % de fibra reciclada y que se mida el impacto ambiental a lo largo de la producción en tres aspectos: agua, energía y CO2. 

Sostenibilidad, economía circular e innovación 

La sostenibilidad, una preocupación general en aumento entre los consumidores, traerá cambios en cómo se percibe y evalúan las tendencias y los valores, comenta Mariana Santiloni, experta de World Global Style Network (Wgsn). Esto, afirma, requiere mayor investigación en el reciclaje textil para hacerlo accesible, fácil y adaptable a retos como la separación de fibras. 

Next Technology Tecnotessile (Italia) es una empresa privada reconocida por el Ministerio de Educación, Universidad e Investigación (Miur por sus siglas en italiano) enfocada en el mejoramiento y desarrollo de innovaciones tecnológicas. El 60 % de su capital proviene de empresas afiliadas, siendo textil y vestuario de las más involucradas, y otro 40 % del Miur.

Daniele Spinelli, de Next Technology, explica que la cooperación es necesaria para pasar de una idea a un proyecto y, finalmente, desarrollar y mejorar tecnologías y sistemas para aplicarlos a la práctica empresarial. Empresas privadas, gobierno y academia trabajan en equipo para beneficio de todos. 

Fundadores de Infinited Fiber (Finlandia) y Renewcell (Suecia) entendieron la importancia de la colaboración para comenzar una transición del sector textil hacia la economía circular. Acorde a la Ellen MacArthur Foundation, el reciclaje textil a textil tiene un potencial económico de 100 mil millones de dólares al año, pero solo el 1 % de los textiles son reciclados. 

Infinited Fiber y Renewcell han identificado en la circularidad el futuro del sector por medio del reciclaje químico: telas de algodón se procesan para crear una pulpa de celulosa donde el resultado final es hilado como una fibra virgen de algodón. 

Inversionistas y socios han creído en este desarrollo tecnológico, comenta Harold Cavalli-Björkman, de Renewcell. El apoyo del Gobierno sueco y la inversión de capital de empresas públicas y privadas ha sido clave para desarrollar la planta piloto. Pero el mayor reto para empresas como Renewcell e Infinited Fiber se encuentra en escalar su tecnología a nivel industrial y generar confianza. La segunda planta de Renewcell, en construcción, requiere una inversión de 150 millones de euros, mientras H&M, socia en ambas empresas, comercializó 65 jeans confeccionados con tela de Infinted Fiber como estrategia de la compañía en mostrar resultados positivos de su tecnología. 

Escalar el reciclaje textil y no comprometer su calidad requiere cambios a lo largo de la cadena textil tradicional. Laura Vinha, de Infinited Fibre, comenta que, aunque los químicos empleados en los textiles tradicionales no afectan el proceso de reciclaje, son un desecho no utilizable, al igual que fibras como poliéster y elastano. La falta de leyes internacionales, el uso de químicos nocivos para la salud y el medioambiente y las mezclas de fibras pueden perjudicar el escalamiento del reciclaje textil.  

¿El futuro?

Para Santiloni, la pandemia ha tenido un impacto positivo en diversos intereses sostenibles, reflejando mayores inversiones: 42 % se ha destinado a materias primas de producción sostenible, 42 % en procesos de fabricación con menor uso de agua, energía y químicos y 40 % en entornos de trabajo seguros. Según Wsgn, de junio de 2019 a mayo de 2020, un total de 2.5 millones de usuarios compraron al menos un producto sostenible en Mercado Libre, 40 mil fueron de Colombia. 

Emplear las 4R de la economía circular: reducir, reparar, reusar y reciclar disminuiría la demanda de recursos naturales y de químicos, traería beneficios para el cambio climático, la salud humana, la biodiversidad del planeta y se crearían nuevos puestos de trabajo aportando a la recuperación económica poscovid.

Pero lograr cambios en la producción, el consumo y el reciclaje requiere apoyo político. La ley anti-desecho en Francia beneficia productos sostenibles por medio de menores contribuciones, mientras los otros productos deberán pagar mayores impuestos. Se necesitan, además, incentivos para la investigación y desarrollo empresarial de nuevas tecnologías que faciliten la transición hacia la circularidad del sistema de la moda y una colaboración efectiva entre sector privado, público y académico. 

Para el 2025 la Unión Europea prohibirá la incineración y desecho textil, toneladas de textiles deberán ser reciclados, una gran oportunidad para Renewcell, Infinited Fiber y aquellos quienes entienden la importancia y urgencia de invertir, apoyar y escalar este tipo de tecnologías. Para Santiloni, acciones ESG (Ambiental, Social y de Gobierno por sus siglas en inglés) son fundamentales en la industria de la moda, estas requieren de soluciones y prácticas sostenibles y accesibles con los mismos beneficios a las alternativas actuales, pero con productos reutilizables, circulares y de larga duración.

Las nuevas tecnologías de reciclaje textil tienen el reto de competir con los precios de fibras vírgenes y suplir la demanda del mercado. La circularidad a escala traerá nuevas oportunidades y retos laborales. Debemos comenzar a formar a los profesionales y técnicos del futuro en las nuevas habilidades requeridas. 

Colombia, país algodonero desde épocas ancestrales, no puede quedarse atrás. Gobierno, sector privado y academia deben unirse si desean competir desde ya en la carrera por la circularidad textil a nivel global y no continuar con las mismas tecnologías y estrategias del siglo XX. 

Es asesora de la Agencia Presidencial para la Cooperación y la fundadora de circulatam y 7191. Estudió periodismo y comunicación en la Universidad Pontifica Bolivariana y una maestría en ciencias políticas en la Universidad de los Andes. Su áreas de interé principal es la innovación de soluciones...