Diversos estudios muestran que la promoción del turismo en las regiones genera ventajas como el desarrollo de infraestructura (motor de diversificación y desarrollo), la creación de empleo, el ingreso de divisas (al importar insumos intermedios para la industria), elimina restricciones vinculantes de la balanza de pagos (mejora capacidades productivas y diversifica economías), la reducción de la pobreza (siendo inclusivo y no fomentando la desigualdad de ingresos) y el incremento del capital humano con conocimiento intensivo.

Además, tiene efectos indirectos positivos para otras industrias al ser el turismo un sector transversal y de mayor crecimiento económico general. 

Por ejemplo, genera la dinamización de una cadena productiva que integra diferentes actividades económicas, las cuales pueden favorecer y fortalecer sus procesos con altos estándares internacionales en términos de calidad y servicio. Esto puede sofisticar los procesos organizacionales.

Sin embargo, las actividades turísticas pueden ser muy volátiles y susceptible a situaciones geopolíticas como crisis económicas, cierre de fronteras, o situaciones inesperadas a nivel global, que pueden afectar el mantenimiento y crecimiento del sector.

Entonces, se hace necesario que se desarrollen estrategias de sostenibilidad para diversificar los productos y servicios turísticos cuidando el medio ambiente y aportando al desarrollo social, evaluación y mitigación del riesgo, etc., lo cual fomenta esta actividad productiva y diversifica la economía de las regiones.

Promover la diversificación de la economía de las regiones se puede lograr con un uso adecuado y preventivo de los recursos naturales, previendo su deterioro, el impacto negativo, nuevas oportunidades de crecimiento económico, menores costos operativos y un aumento de la competitividad y la productividad.

El turismo es una de las actividades que ofrece buenas oportunidades para que las regiones logren la diversificación y se promueva una cadena de valor optimizada.

El desarrollo del turismo en una región para diversificar la economía ofrece diferentes posibilidades al ser más rentable que actividades tradicionales y promover la sustentabilidad. 

Se considera que este sector puede ser un catalizador de la economía regional y la responsabilidad con el medio ambiente, ya que permite utilizar un portafolio de recursos de la región de diversas maneras.

Además de utilizar el territorio de una manera más eficiente que promueva su conservación y valoración como un intangible, diversifica actividades productivas que pueden tener un desarrollo más inclusivo y responsable con las comunidades y la naturaleza. 

Sus impactos ambientales son reducidos en comparación con otras actividades económicas que se concentran solo en la extracción. 

La actividad turística puede aportar en la trasformación productiva, generando un mayor valor y sofisticando la economía regional con productos y servicios que promueven el crecimiento, el comercio justo, el cuidado del patrimonio, entre otros.

Por ello, las estrategias de diversificación que incluyan el turismo deben desarrollarse de forma conjunta con otras estrategias de desarrollo, como las de la agricultura, la industria, las finanzas y el mercado laboral.

En términos generales, el turismo genera un efecto multiplicador que diversifica la economía, y se puede definir en su forma más simple en cuántas veces el dinero gastado por un turista circula por la economía de un país. 

Por ejemplo, el dinero gastado en un hotel ayuda a crear empleos directamente en el hotel, pero también crea empleos indirectamente en otras partes de la economía. El hotel, por ejemplo, compra alimentos a los agricultores locales, quienes pueden gastar parte de este dinero en procesos de desarrollo y sofisticación de sus procesos.

Y la demanda de productos locales aumenta a medida que los turistas suelen comprar souvenirs o productos típicos, lo que aumenta el empleo secundario.

Lo importante es poder promover un comercio justo que involucre a las comunidades y a las diferentes cadenas de valor que pueden apoyar el emprendimiento, mejorar competencias y habilidades técnicas, tecnológicas y lingüísticas de las personas focalizadas en turismo y atención al cliente, lo que a su vez puede aportar en otros eslabones de la cadena productiva

En Colombia el turismo es un sector estratégico que está en crecimiento, como lo reflejan las últimas cifras publicadas por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo para el 2022.

Muestran que este sector aporta el 3,2% de los ocupados sobre el total en 2022, la participación en valor agregado es del 2,1%, los visitantes no residentes en 2022 aumentaron 118,4% respecto a 2021, los visitantes a los parques naturales aumentaron el 33,9%, Estados Unidos fue el país con más flujo de visitantes extranjeros, registrando una participación del 33,3%, Bogotá es la ciudad que recibió el mayor número de extranjeros no residentes (38,9%) del total, seguida de Medellín, Cartagena y Cali.

Esos datos evidencian que este sector está aportando a la economía y resaltan su importancia en las regiones.

A partir de estos elementos, es importante que en el país desarrolle una serie de políticas que permitan seguir fomentando el turismo como pilar de desarrollo y diversificación de la economía, estas deben incluir:

  1. Colaboración integral entre los diversos grupos de interés y la generación de datos e investigaciones para fortalecer las decisiones del sector con mejores resultados económicos y sociales.
  2. Modernización a través de la mejora de las competencias de las personas dedicadas al turismo que puedan ofrecer experiencias de alta calidad, lograr que las empresas del sector sean rentables, eficientes y sostenibles con altos niveles de satisfacción de los visitantes y grupos de interés asociados y mejorar infraestructura de tal manera que satisfaga las necesidades de los turistas y las comunidades locales.
  3. Diversificar al construir mercados y experiencias que atraigan a los turistas y generar productos y servicios turísticos únicos, de alta calidad, con experiencias diversas e inolvidables para atraer y satisfacer a los visitantes.

Estos hechos muestran la importancia de seguir promoviendo en el país un turismo sostenible y por ello la Universidad del Rosario como una institución que quiere aportar al país en su desarrollo y diversificación económica presenta su nuevo programa de especialización denominada Gestión de Turismo Sostenible que busca aportar con conocimiento a los retos del país en la materia con un programa innovador que integra las últimas tendencias en conocimiento, investigación y tecnología en turismo.

Me pueden conectar o contactar en Clara Inés Pardo, Postdoc. Universidad del Rosario. 

Es profesora titular de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario. Estudió maestrías en administración, dirección y gerencia ambiental, y en ingeniería de alimentos, ambiental y sanitaria. Es doctora en economía y realizó un posdoctorado en políticas energéticas y estudios...