La constante pérdida de biodiversidad implica graves consecuencias no solo para el Planeta, también para la economía global. El World Economic Forum (WEF) estima que más de la mitad del PIB global depende de la naturaleza.

Aun así, más del 90 por ciento de la presión de las actividades humanas sobre la biodiversidad son atribuibles a cuatro sectores industriales: alimentos, energía, infraestructura y moda, afirma el Boston Consulting Group (BCG). 

Alexander von Humbold y la biodiversidad

En 1799, Alexander von Humboldt, el “primer mochilero que viajo a América Latina” se encontró con un mundo que excedía sus más grandes sueños, imaginación y expectativas. 

La naturaleza de nuestro continente se convirtió no solo en su obsesión de estudio, influyó en la literatura, filosofía, teoría de la evolución de Darwin, en los primeros activistas ambientales e incluso Simón Bolívar tomó las referencias de biodiversidad de Humboldt en sus discursos.

En su viaje por América, Humboldt identificó tres actividades con efectos negativos sobre el clima: la tala de árboles, riegos desconsiderados de monocultivos y el desarrollo de la industria.

Son los ecosistemas saludables los que nos brindan todos los servicios fundamentales para la vida: alimento, agua, regulación del clima, materiales, entre otros, además de empleo e innovación. Servicios valorados por BCG en más de U$150 billones anuales, alrededor del doble del PIB global.

Pero, nuestro modelo económico lineal basado en una “economía derrochadora y contaminante”, acorde a la Ellen MacArthur Foundation (EMF), es responsable del deterioro de los ecosistemas naturales, generando perdidas a la economía global por más de U$5 billones al año (BCG).

La única manera de afrontar esta pérdida, comenta EMF, es por medio de una transformación económica, social, política y tecnológica. Esto requiere “desvincular la prosperidad económica del consumo de recursos y la degradación ambiental”.

Las cinco causas

El Intergovernmental Science-Policy Platform on Biodiversity and Ecosystem Services (Ipbes, por sus siglas en inglés) identificó cinco causas principales de la pérdida de biodiversidad.

Cambios en el uso de la tierra y el mar

Se refiere a la conversión, degradación y modificación de los ecosistemas para el cultivo, las explotaciones de recursos naturales o la expansión de infraestructura (carreteras, vivienda o fábricas).

Estas actividades han generado cambios en el 60% de la tierra habitable a nivel global, y científicos afirman que el 30% de la tierra está degradada.

Sobreexplotación de especies y recursos naturales

La continua, excesiva y acelerada extracción de animales, plantas y recursos naturales impide la regeneración natural del planeta. El dos de agosto gastamos todos los recursos naturales disponibles para el 2023.

La sobreexplotación arriesga tanto la salud de la tierra como de los océanos, afectando fuentes de alimentos y generando una perdida estimada por BCG en U$24 billones.

Cambio climático

Fenómenos ambientales como huracanes, ciclones, inundaciones, incendios forestales, entre otros, afectan de manera directa y negativa la biodiversidad. Asimismo, la degradación de la biodiversidad libera el carbono almacenado en los ecosistemas, contribuyendo aún más al cambio climático.

Contaminación

Esta se da por la presencia de microplásticos, metales pesados, químicos tóxicos, derrames de petróleo, aguas residuales de sectores industriales y el desecho inapropiado de productos masivos, entre otros, en la tierra, agua y aire. 

Acorde a la Organización de Naciones Unidas (ONU), la contaminación es responsable de la muerte prematura de nueve millones de personas en el mundo al año.

Invasión de especies exóticas o alienígenas

Es la llegada de plantas, animales u otros organismos no nativos pero encontrados en hábitats alternativos. Estas especies, al infiltrase en áreas específicas, logran desestabilizar los ecosistemas en su lucha por sobrevivir. Acorde al Ipbes, casi 20 por ciento de la tierra y agua del planeta están en riesgo de especies invasoras.

Economía circular: parte de la solución

La economía circular se centra en la protección del medio ambiente y en un modelo económico más eficiente con los recursos naturales al incentivar: 

  1. Un diseño sin desecho ni polución.
  2. Mantener los productos y materiales en constante circulación en su más alto valor.
  3. Regenerar la tierra.

Inspirada en el funcionamiento de ciclos cerrados y continuos de la naturaleza, la economía circular promueve la reparación, reutilización, remanufactura y reciclaje de alta calidad de productos y materiales. 

Esto permite disminuir la presión ejercida por la extracción de recursos naturales, evita la generación de desechos y elimina sustancias tóxicas.

Pero, aplicar la economía circular a escala requiere cambios fundamentales, desde el diseño, selección de materiales, producción, uso y disposición del producto, y, sobre todo, mayor colaboración a lo largo de las cadenas de suministro.

Cada vez más empresas entienden la economía circular no solo como una manera de proteger el medio ambiente, sino como una oportunidad para reducir costos e incrementar sus utilidades. Apple logró disminuir en un 70 por ciento el uso de energía promedio por producto desde el 2008 y, al implementar un diseño circular, recupera materiales como oro, cobalto y otros elementos para emplearlos en la producción de nuevos productos.

Un estudio de BCG encontró que, si el 50% al 70% de las materias primas empleadas en las empresas alemanas consistieran hoy de materiales reciclables, estos negocios podrían tener un valor de €140 a €200 mil millones.

Es hora de actuar

Acorde al NYU Stern Sustainable Share Index, en Estados Unidos, los productos responsables con el medio ambiente representan solo el 17% del mercado, pero fueron el 50% del crecimiento entre 2013 y 2018. 

A brand guide to drive sustainable behavior change afirma que el 78 por ciento de las personas apoya empresas responsables frente al medio ambiente, lo que se traduce en nuevas oportunidades de negocio, una mejor relación con los clientes y mejor reputación frente a la opinión pública.

El Banco Central Europeo (BCE), el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) esperan que países con una mejor regulación ambiental obtengan una mejora en el PIB y un crecimiento sectorial más alto comparado con aquellos países que no priorizan temas ambientales.

Bambi Semroc, de Conservation International, afirma que alrededor del 30% de la solución del cambio climático se encuentra en la naturaleza, y Tackling root causes asegura que una transición hacia la economía circular contribuiría con el 28% de las acciones requeridas para recuperar la biodiversidad. 

Para la European Economic Area (EEA), la economía circular es clave en la transformación requerida en los sistemas de producción y consumo, siempre y cuando, tenga un enfoque de biodiversidad.

Como empresas debemos entender que la siembra de árboles no es suficiente. Para recuperar la biodiversidad pérdida, debemos ejecutar acciones ambiciosas, concretas y alcanzables, siendo una transición hacia la circularidad una de estas. 

Esto requiere alianzas (como los Objetivos de Desarrollo Sostenible 17) y una mayor integración intersectorial, pero, sobre todo, una cultura circular y dejarnos maravillar, al igual que Humboldt, por la biodiversidad de nuestro continente.  

Es asesora de la Agencia Presidencial para la Cooperación y la fundadora de circulatam y 7191. Estudió periodismo y comunicación en la Universidad Pontifica Bolivariana y una maestría en ciencias políticas en la Universidad de los Andes. Su áreas de interé principal es la innovación de soluciones...