Laura García Montoya y Sebastián Londoño, coautores de “Elecciones 2022: la derecha también perdió, y mucho, en las consultas”.

Porque es muy probable que a la segunda vuelta de las presidenciales de este año llegue Gustavo Petro a enfrentarse con el candidato de la derecha, Federico Gutiérrez, muchos han visto en esta elección una proyección de lo que el país vivió hace cuatro años. En ese entonces, Petro fue derrotado por el hasta entonces desconocido Iván Duque, quien ganó en gran parte por ser la antítesis del candidato de izquierda. ¿Pero qué tanto pueden pensarse las presidenciales de 2022 como un 2018 recargado?

La Silla Académica entrevistó a Laura García Montoya, profesora de la Facultad de Estudios Políticos, Internacionales y Urbanos de la Universidad del Rosario y a Sebastián Londoño, estudiante de la misma facultad y asistente en el Observatorio para la Contención del covid. Son co-autores del artículo no publicado todavía: “Elecciones 2022: la derecha también perdió, y mucho, en las consultas”, que escribieron junto a Sandra Botero y Silvia Otero Bahamón, de la misma facultad.

En él los autores hacen un análisis estadístico de los resultados de la primera vuelta presidencial en 2018 (donde sí se presentaron las tres vertientes políticas principales) y los comparan con los de las consultas de este año. Revisan en cada municipio los votos por la izquierda, la derecha y el centro, y detallan cómo cambiaron los patrones en las dos elecciones.

Estas son cuatro conclusiones sobre cómo esos cambios entre 2018 y 2022 nos ayudan a entender cómo llega cada fuerza política a la primera vuelta presidencial. 

1. La izquierda aumentó sus votos en casi todo el país

El candidato Gustavo Petro obtuvo 4.8 millones de votos en la primera vuelta del 2018, equivalente al 25% de los votos de esa elección. Este año la consulta del Pacto Histórico alcanzó 5.8 millones de votos, equivalente al 47% de los votos totales. Es decir, aumentó 1 millón de votos respecto a lo que había logrado cuatro años atrás.

Visto desde la mirada regional, este es un crecimiento transversal y se ve en casi todo el país, pues el porcentaje de votos por la izquierda aumentó en casi todos los departamentos de 2018 a 2022, salvo en Córdoba, que fue el único departamento donde el Pacto obtuvo menos porcentaje de votos que hace cuatro años, como muestra la gráfica:  

Desde el nivel municipal también se ve el impacto de ese crecimiento. El Pacto Histórico es la consulta que más ganó votación frente a las primarias de 2018. En 1016 municipios, el 91% del total, ganó en proporción de votos. Y en 624, el 55%, el Pacto logró aumentar su votación en más de 20 puntos porcentuales con respecto a la votación de Petro en 2018.

Para Sebastián Londoño, la idea de que, a pesar de estos datos favorables, la izquierda se encontraría con un techo de votos que no puede romper, es cuestionable: “recuerdo que cuando la consulta de la izquierda llegó a 3.5 millones de votos en 2018, la gente decía que ese era su techo. Luego en primera vuelta sacó 4.5 millones y también decían que ese era el techo. Ahora dicen que el techo está en 8 millones, pero yo no me atrevería a decir que no se puede romper, porque claramente estamos viendo un movimiento político en ascenso”, dice. 

2. “Fico” salió fortalecido en las consultas, pero la derecha viene perdiendo votos 

Aunque después de las consultas, Federico Gutiérrez se disparó como un candidato con posibilidades de llegar a la Presidencia, y ha venido creciendo en intención de voto en algunas encuestas, en conjunto la derecha tiene un panorama más adverso que hace cuatro años.

En 2018, Iván Duque había sacado 4 millones de votos en las consultas, llevándose la mayoría de los votos de la derecha, que había logrado 6.1 millones de votos. Este año, toda la consulta de la derecha obtuvo 4.1 millones de votos (el 34% de los votos totales), con lo que se redujeron en 2 millones sus votos y entra más débil a la primera vuelta.

Aún así, para la primera vuelta del 2018, Iván Duque logró subir a 7.6 millones de votos, creciendo en un millón y medio los votos que había sacado su consulta, por lo que “Fico” todavía podría crecer. Sin embargo, la mirada regional no lo favorece tanto.

Esto porque la derecha perdió en porcentaje de votos en casi todos los departamentos – excepto en Atlántico, Córdoba, Magdalena, y Quindío, en donde creció respecto a 2018. “Sólo en Antioquia, Atlántico y Córdoba se acerca o supera el 50% de los votos, que son respectivamente los fortines electorales de Federico Gutiérrez, Alex Char y David Barguil”, dijo Laura García. Eso se refleja en esta gráfica:  

En el 89% de los municipios el Equipo por Colombia perdió votos que Duque había ganado hace 4 años. En 258 de estos perdió más del 30% de la participación, y apenas en 230 municipios logró aumentar su votación frente al 2018.

Para Sebastián Londoño, esta caída tiene que ver con un problema de posicionamiento de discurso de la derecha: “no ha podido posicionarse en el nuevo debate político posacuerdo. Sigue pensando en el lenguaje de la guerra que sirvió en 2002 y en 2006, incluso en 2010, pero no ha logrado adaptarse a hablar de los temas de una democracia un poco más normal: pensiones, economía, medioambiente”, dice. 

3. El centro no logró capitalizar la oportunidad de crecimiento que tenía

Hace un año (abril de 2021) casi el 30% de los colombianos se consideraba de  centro, y algunas encuestas hechas con jóvenes de todo el país el año pasado mostraban que el 41% votaría por un candidato de centro, por encima de uno de izquierda o derecha.

A pesar de ese escenario que, en principio, favorecería la candidatura de Sergio Fajardo, su figura se ha debilitado. En 2018 era un candidato fuerte. En la primera vuelta obtuvo 4.6 millones de votos (el 24% del total). En contraste, toda la consulta del centro obtuvo 2.2 millones de votos (el 19% de los votos) este año.

Si se observa cómo le fue al centro este año respecto a la primera vuelta en el 2018, se ve que su porcentaje de votos creció significativamente en los departamentos de Boyacá y Vichada, pero perdió porcentaje de votos en Bogotá (donde 1 de cada 2 personas que votó en consultas votó por el Pacto), y en otras zonas donde había tenido votaciones altas como la zona cafetera (Quindío, Risaralda, Caldas), Santander y en Valle del Cauca.

“Esto es importante porque perdió justo en los departamentos en los que le fue mejor en 2018. Sólo en Boyacá la consulta del centro logró más del 50% de los votos, desempeño que seguramente está vinculado al apoyo a Carlos Amaya. En el resto de los departamentos, la proporción de votos que captura el centro es muy baja. Más allá de Amaya, no hay un caudal electoral regional robusto de la Centro Esperanza”, dice García.

En los siguientes mapas se puede ver el porcentaje de cambio de votos para cada una de las tres fuerzas a nivel municipal entre primera vuelta 2018 y consulta 2022: los tonos azules oscuros indican mayor crecimiento, los blancos que los porcentajes se mantienen, y los tonos naranja oscuro indican pérdidas más grandes. 

El mapa de la izquierda (Pacto Histórico 2022 vs Petro 2018) muestra que, salvo en Boyacá (por la presencia de Amaya), Córdoba (por Barguil) y Atlántico (por los Char), el Pacto crece de forma bastante homogénea.

El centro, por su parte, se sostiene en gran parte del país, pero sin aumentar sus votaciones de manera considerable salvo en Boyacá, con lo que Amaya se confirma como una figura importante y de proyección para el centro. 

4. Los pobres ahora le votan a la izquierda, aunque no siempre fue así

La comparación entre 2018 y 2022 también les arrojó a los investigadores que en 2022, en promedio, mayor pobreza se asocia con mayor votación por el Pacto Histórico y con menor votación por el Equipo por Colombia.

Por ejemplo, un aumento de 10 puntos porcentuales en el Índice de Pobreza Multidimensional está correlacionado, en promedio, con una votación un 1.2% mayor para el Pacto y 1.5% menor para el Equipo Colombia.

Este resultado es muy diferente a lo que pasaba hace cuatro años. En 2018, a mayor pobreza había mayor votación por Duque. La derecha está perdiendo terreno en los municipios más pobres de Colombia. Para Laura García, “la exacerbación de la pobreza durante la pandemia y el agotamiento del discurso del crecimiento económico en Colombia y en la región han jugado en contra del favor de la derecha en las poblaciones más vulnerables”, dice.

Además, si a la de pobreza se asocia la variable de ruralidad, ambas son las variables que mejor explican aumentos en la porción de la votación acaparada por la izquierda en 2022 frente a 2018. Esto sugiere que en los municipios más rurales, mayores niveles de pobreza conllevan a una mayor votación por el Pacto Histórico, como muestra la siguiente gráfica:  

Los investigadores esperan un crecimiento de votantes desde las consultas a la primera vuelta de 8-9 millones de personas. Los escenarios donde estarán más disputados esos votos son los departamentos de Arauca, Casanare, Meta, Santander, Cundinamarca y Tolima, pues son aquellas zonas donde ninguna de las tres fuerzas logra sacar más del 50% de los votos.

La izquierda llega en una posición más fuerte que en 2018, y su principal rival mucho más debilitado. En las elecciones todo puede pasar, pero los datos permiten ver, por ahora, que este año no será una repetición de 2018. 

Soy editor de la Silla Académica y cubro las movidas del poder alrededor del medioambiente en la Silla.