Las Faes tienen grandes acusaciones de violación a derechos humanos y son el arma para defender el régimen.

La captura de la fugitiva exsenadora Aída Merlano en Maracaibo (Venezuela) ayer está rodeada de preguntas, desde qué hacía allá hasta qué va a hacer el presidente Iván Duque dado que la tiene la policía del régimen de Nicolás Maduro, que el gobierno colombiano no reconoce.

Pero es particularmente extraño quién la capturó: las Fuerzas Armadas Especiales de la Policía Nacional Bolivariana, Faes, un cuerpo élite vinculado con asesinatos extrajudiciales, que tiene relaciones con criminales, y que es  una suerte de guardia pretoriana de Maduro.

La noticia de la captura de Merlano apareció inicialmente en RCN Televisión hacia las 3.30 de la tarde como un hecho no confirmado, como contamos en nuestro En Vivo. 

Sin embargo, minutos después, varias autoridades negaron saber de la captura, como el jefe de la delegación en el Estado Zulia del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), la policía científica equivalente al CTI, y la oficina de Interpol en Venezuela.

Por eso, la noticia quedó en suspenso hasta que después de las 8 de la noche José Miguel Domínguez, cabeza de Faes, publicó  la foto de la exsenadora prófuga en su cuenta personal de Instagram, que usa como cuenta de difusión de las Faes:

Eso no es usual. Como dice un periodista experto en Venezuela, “me parece raro que las Faes estén involucradas porque esa captura sería el trabajo de la Cicpc“, es decir, justamente de quien negó saber nada de Merlano.

Por eso, que la hayan cogido las Faes, que haya sido su director quien lo reveló y que la haya mostrado como un trofeo, dan cuenta de que la captura tiene un valor político para el régimen de Maduro.

Las Faes, o el terror

Nicolás Maduro creó las Faes en 2017, y desde entonces, funcionan con una lógica política. Es un cuerpo élite de la policía, que usa armas largas y uniformes negros, muchas veces con pasamontañas, y está en el corazón de los escándalos por violación de Derechos Humanos en Venezuela

 

 

 

La denuncia en su contra más sonada está en el informe sobre Venezuela que publicó la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, en junio pasado, en el que documenta decenas de asesinatos cometidos por las Faes en barrios marginales o pobres. 

Las denuncias eran tan fuertes, que Bachelet pidió a Maduro eliminar las Faes.

Human Rights Watch denunció los abusos de esta fuerza de seguridad e investigaciones periodísticas sobre los asesinatos del Faes, que siguen una lógica de limpieza social, han aparecido en medios internacionales como BBC Mundo o la agencia Reuters.  Esta agencia de noticias reveló un video en el que una persona rogaba a un agente de Faes, con uniforme y pasamontañas negro, que no lo mataran. Luego, apareció muerto.

Las denuncias también vienen de adentro de Venezuela, de ONG como Proiuris o Provea. E incluso de chavistas: El portal de un grupo de medios chavistas, Estímulo, citó en 2018 al exvicepresidente y exministro de Defensa de Hugo Chávez, José Vicente Rangel, diciendo que las Faes “generan reacciones populares adversas”.

E Insight Crime, tanque de pensamiento colombiano que estudia las dinámicas criminales y tiene una unidad de investigación sobre Venezuela, explicó hace tres semanas que Faes ha encarnizado su lucha contra grandes bandas venezolanas con “muertes en los que testigos y familiares de las víctimas argumentaron que se trató de ejecuciones extrajudiciales”.

Explicó que “podrían tener una misión más específica y “provechosa” para sus funcionarios: desplazar a estos grupos criminales con el fin de quedarse con sus territorios y rentas ilegales” como parte de una lógica en la que Maduro permite que diferentes grupos aprovechen rentas ilegales para conseguir su respaldo a su régimen.

Insight Crime recuerda que Domínguez, su director y quien hizo pública la captura de Merlano, “ha sido señalado de ser el líder del colectivo “Continente” y de estar involucrado en varios homicidios, entre ellos el asesinato de un manifestante en las protestas 2014, según información publicada por Runrun.es”.

Justamente, la relación de Domínguez con un colectivo, unos de los grupos más rabiosamente chavistas, recuerda la lógica política de las Faes.

Una herramienta política

Después de que Bachelet pidió eliminar el cuerpo, Maduro reviró mostrando su cercanía y vitoreando a las Faes

YouTube video

Ese apoyo se repitió en diciembre pasado, cuando dijo que hay una “campaña de descrédito” contra las Faes, financiada por el gobierno de Estados Unidos, y que busca “la destrucción del Estado” venezolano. “Las Faes son necesarias”, insisitó ese día.

Maduro ha recurrido a las Faes en los momentos de mayores manifestaciones, como a inicios de 2019, como mostró entonces el New York Times

Casi todos los actos de represión han sido encomendados a una unidad policial que Maduro creó hace poco para realizar redadas contra las pandillas en las barriadas”, escribieron Ana Vanessa Herrero y Nicholas Casey para el diario neoyorquino.

De hecho, muchas de las maniobras contra politicos opositores las ha hecho la Faes, como ocurrió en la captura del diputado opositor Gilber Caro en diciembre, la intimidación a la familia de Juan Guaidó o la acción para evitar que la Asamblea Nacional reelegiera a Guaidó como su presidente el pasado 23 de enero.

La alineación política es evidente en el Instagram de Domínguez

Por eso, que la Faes haya capturado a Merlano, cuando no era miembro de una pandilla en una zona deprimida de Venezuela, ni opositora a Maduro, solo parece tener sentido político. Más cuando, según El Heraldo, Merlano “intentó sobornar a los funcionarios de la Faes (…) pero éstos ya tenían instrucciones precisas de capturar a la mujer.”.

Maduro tiene en su poder a una criminal buscada por el Estado colombiano, que desde hace un año no lo reconoce como presidente de Venezuela. Con ella, deja la señal de que él tiene el poder real en ese país.

La pregunta es si también tiene el interés de colaborar con las autoridades colombianas, que ahora seguramente se acercará a las instituciones bolivarianas para buscar la extradición o deportación de la Exsenadora prófuga, a pesar de las dificutades para encontrar un mecanismo para obtenerlo.

Mientras tanto, Merlano habrá caído un poco más, pues de senadora pasó a condenada, luego a prófuga y ahora puede terminar cumpliendo el papel de peón en una puja internacional desde una cárcel venezolana.

Fui usuario y luego periodista de La Silla Vacía. Tras más de una década haciendo de todo en esta escuela de periodismo, de la que fui director editorial, me fui a ser lector y SuperAmigo. Ahora me desempeño como redactor jefe de El País América Colombia.