El acuerdo que ya está negociado entre Estados Unidos y Colombia y que actualmente estudia el Consejo de Estado ofrece sobre todo un marco de interpretación pero carece de detalles específicos. La idea es que con el tiempo ambos países vayan ‘desarrollando’ el acuerdo. El problema es que estos desarrollos pueden ser secretos, sin someterse a un escrutinio público, por considerarse de seguridad nacional.