Lo que hubo detrás del error que cometió el presidente Gustavo Petro al decir que habían sido encontrados los cuatro niños desaparecidos en Guaviare fue una mezcla de la dificultad que tiene Petro para hablar directamente con sus funcionarios, el afán de una de sus subordinadas por darle una buena noticia, la incapacidad de los asesores del gobierno para cuestionar las decisiones del presidente y la decisión de Petro de manejar él mismo su Twitter.
Pasadas las 4 de la tarde del miércoles 17 de mayo, el presidente Gustavo Petro terminó de hablar con su directora del Icbf, Astrid Cáceres, y no tuvo dudas: habían encontrado a los niños perdidos en Guaviare.
La funcionaria aseguraba que sus fuentes en la zona habían tenido contacto con los niños de 13, 9, 4 años, y con la bebé de 11 meses, sobrevivientes a un accidente aéreo y perdidos en la selva desde hacía 18 días. Según Cáceres, estaban bajo custodia de los grupos de búsqueda indígenas y en cuestión de horas llegarían a Cachiporro, en Vaupés, una aldea cerca de la zona del accidente, a más de 200 km de San José del Guaviare.
El presidente, según le dijeron a La Silla una fuente del gobierno y otra de las Fuerzas Militares, no llamó a otros funcionarios para confirmar. No llamó a la Aeronáutica Civil, ni al Puesto de Mando Unificado en San José del Guaviare que estaba al frente de la búsqueda, ni al Ministro de Defensa. Petro rara vez habla directamente con sus funcionarios uno a uno, y esta vez no fue la excepción.
“El presidente confió en la directora del Icbf. Ella aseguraba que ya había activado el mecanismo de restablecimiento de derechos. Y dio detalles sobre cómo estaban los niños. Dijo que solo tenían unos rasguños”, dijo la fuente del gobierno.
A las 4:25 p.m. —menos de media hora después de haber recibido la información de una sola fuente y sin que ningún asesor le sugiriera verificar con las fuentes— Petro dio la noticia en su cuenta de Twitter: “Después de arduas labores de búsqueda de nuestras fuerzas militares, hemos encontrado con vida a los 4 niños que habían desaparecido por el accidente aéreo en Guaviare. Una alegría para el país”.
Aunque la directora del Icbf le dijo al presidente que los niños estaban bajo custodia del grupo de búsqueda indígena, Petro decidió hacerle un reconocimiento en su mensaje a las Fuerzas Militares. Esto sorprendió incluso a los uniformados, que sabían que no habían contactado a los niños, según le dijo una fuente de las Fuerzas a La Silla.
Ocho minutos después, una cuenta falsa que se hace pasar por el ministro de Defensa, Iván Velásquez, celebró la noticia. Petro retuiteó el mensaje del falso Velásquez, como registró el usuario de Twitter @ajidemani. No era la primera vez que Petro retuiteaba este perfil falso. Mientras eso pasaba, su ministro de Defensa real estaba en un patrullaje con la Armada en alta mar del que regresó a las 11 p.m., sin haber hablado con el presidente.

En cuanto Petro puso el trino, comenzó a recibir llamadas de la Aeronáutica Civil y las Fuerzas Militares, que le decían que no tenían contacto con los niños. A diferencia de la directora del Icbf, ellos sí estaban en Guaviare. Sin embargo, en Presidencia comenzaron a esperar y a confiar en que se volviera realidad la noticia que el propio Petro había dado por cierta en su cuenta oficial, replicada en la portada de la mayoría de medios de comunicación. La revista Cambio fue de los pocos medios que puso en duda la versión oficial casi en simultáneo con el aviso del presidente.
Una hora después del tuit, pasadas las 5 de la tarde, la jefa de despacho de Petro, Laura Sarabia, borró el retrino que Petro había hecho a la cuenta falsa del Ministro de Defensa. Siguió la espera. Pero no hubo contacto con los niños en todo el día ni el presidente rectificó la noticia. Lo hizo en la mañana del jueves 18 de mayo.
He decidido borrar el trino debido a que la información entregada por el ICBF no ha podido ser confirmada. Lamento lo sucedido. Las Fuerzas Militares y las comunidades indígenas continuarán en su búsqueda incansable para darle al país la noticia que está esperando.
En este…
— Gustavo Petro (@petrogustavo) May 18, 2023
No es la primera vez que Petro oficializa información falsa. Lo hizo también en diciembre cuando anunció un cese del fuego multilateral que solo existía en su cabeza. Esta vez confirmó sin ser cierta una noticia de la que todo el país, y en especial los familiares de los niños, esperaban. Con base en un rumor.
El rumor que convenció a Petro
Desde el mediodía del miércoles comenzó a circular el rumor del hallazgo de los niños perdidos. La fuente original no está clara, pero las versiones corrieron en la aldea de Cachiporro, la más cercana al lugar del accidente.
Uno de los primeros en escuchar el rumor fue el piloto Javier Ramírez, empleado de la aerolínea Avianline Charter SAS. Es la misma aerolínea dueña de la avioneta que se accidentó el 1 de mayo con los niños y su mamá, que murió en el choque.
El piloto Ramírez llegó a Cachiporro en la tarde del miércoles y, según el comunicado que publicó después la aerolínea, los habitantes de Cachiporro le dijeron “que los menores estaban siendo transportados en lancha río abajo y que todos estaban vivos, que aproximadamente sobre las 5 p.m. estarían llegando a la comunidad de Cachiporro”.
Fredy Ladino, director de operaciones de la aerolínea Avianline, le dijo a La Silla que la versión que circulaba a Cachiporro les llegó vía radioteléfono por un habitante de la zona llamado Dumar, quien vive a las afueras de la aldea, más cerca del sitio del accidente.
Cuando Ramírez regresó a Mitú le informó a la aerolínea del supuesto hallazgo. Desde allí se volvieron a comunicar por radioteléfono con Cachiporro y les repitieron la versión. La aerolínea dice que le avisó al coronel López, del PMU de San José del Guaviare, encargado de la búsqueda de los niños.
El rumor de Cachiporro también le llegó a un soldado de la zona, quien según una fuente del gobierno sería familiar de los niños. Este soldado fue el que se comunicó con el Icbf. “El soldado le contó a una reservista de las Fuerzas Militares y esa reservista fue la que le dio la información a la regional del Icbf en Guaviare. Así llegó la versión a Presidencia”, explica la fuente.
La noticia sin confirmar del hallazgo de los niños comenzó a circular en medios. En algunos comunitarios, como la emisora indígena Ondas Opiac, que en su programa de la tarde del miércoles dijo que un grupo de búsqueda indígena tenía bajo su custodia a los niños.
Los primeros medios nacionales en publicar la noticia fueron la Revista Semana y la periodista Claudia Palacios. Palacios borró su publicación a las 4:19 p.m. y explicó que la Aeronáutica Civil, que hace parte del PMU encargado de la búsqueda, le había dicho que la noticia no era cierta. Es decir, seis minutos antes de que el presidente diera la noticia por confirmada, la Aeronáutica ya tenía claro que no habían encontrado a los niños. Pero no hubo comunicación entre Petro y esa entidad.

La improvisación en el gobierno
En la mañana del jueves, la jefa de despacho del presidente, Laura Sarabia, habló con Petro y le dijo que no se podía seguir alimentando la esperanza. Entonces, el equipo de Presidencia redactó el trino en el que Petro reconocía el error, y este le dio el visto bueno. Lo publicaron a las 10:04 de la mañana.
Ya para entonces, los medios de la mañana llevaban horas discutiendo el error del presidente y la familia de los niños publicó un comunicado en el que rechazó la desinformación en torno al hecho.
Desde las 6.30 a.m., la directora del Icbf había salido a dar explicaciones en medios. Reconoció que no estaba en el Puesto de Mando Unificado que está encargado de la búsqueda de los niños y dijo que “frente a cualquier rumor estamos alertas. Nosotros preparamos nuestros equipos de acuerdo a la información, nuestro enlace en los grupos de búsqueda nos informó que podía ser así”.
Pero, según la fuente del gobierno al tanto del hecho, esa no fue la versión que le llevó a Petro un día antes, cuando le aseguró que estaba confirmado el hallazgo de los niños. “Creo que actuó más con la emoción y el deseo de haberlos encontrado”, le dijo a La Silla una fuente de las Fuerzas Militares que pidió no ser citada.
La directora del Icbf, Astrid Cáceres, hace parte de los funcionarios cercanos al proyecto del presidente. Trabajó en la alcaldía de Petro como subdirectora de primera infancia en la Secretaría de Integración Social y fue la persona que Petro designó para investigar denuncias sobre abusos sexuales en Guaviare. Llegó al cargo en febrero, luego de que Petro sacó a la anterior directora, Concepción Baracaldo, cercana a la primera dama, Verónica Alcocer.
En el gobierno le dijeron a La Silla que, pese al episodio, no se ha considerado cambiar la forma en la que el presidente usa sus redes sociales. Petro maneja personalmente su Twitter y solo en casos de crisis, como este, Laura Sarabia tiene permitido recomendarle algunos mensajes, pero siempre con su aprobación.
En su entrevista reciente con El Tiempo, Sarabia dijo que le ha insistido a Petro que delegue su manejo de Twitter, pero que él se ha negado. “Es mi pelea también. Todavía no la doy por perdida. El argumento del Presidente es que si no lo hace él no hay nadie más que lo haga. Hemos tratado con la figura de vocero, de portavoz, pero no funciona”.
Camilo Granada, exconsejero de comunicaciones en el gobierno de Juan Manuel Santos, le dijo a La Silla que “es normal que un presidente se equivoque. Pero este caso no es la primera vez. Y revela un problema en el proceso de comunicación del presidente que convierte a Twitter en su herramienta de comunicación fundamental. El presidente necesita un filtro para sus comunicaciones, un colchón de cordura que evite este tipo de errores”.
Pero de momento, no hay ningún funcionario del gobierno con el poder para decirle al presidente que haga un cambio. Y, como comprobó este episodio, tampoco sus asesores tuvieron la capacidad de reacción para sugerirle verificar la información con las fuentes encargadas de la búsqueda de los niños en el terreno antes de lanzar la noticia falsa en sus redes.