Siete caciques regionales que tienen poder y votos en su tierra, pero no figuran en el plano nacional. 

Son desconocidos a nivel nacional. No salen en Semana.  No pertenecen a una familia con trayectoria política. No son delfines. No son alfiles de otros que no participan porque están en la cárcel o inhabilitados. No son protagonistas de debates o escándalos mediáticos. Pero son muy poderosos.

Estos son los barones y/o baronesas electorales que sin tener una agenda pública reconocida a nivel nacional, tuvieron más de 50 mil votos propios en 2010, más de tres cuartos de su caudal viene de un solo departamento, y son senadores que buscan ser reelegidos.

José Clavijo Contreras

Clavijo Contreras llegó por primera vez al Senado en 2010 con la votación más alta en Norte de Santander entre todos los partidos, y uno de los conservadores más votados en el país. Había sido antes diputado de Norte de Santander y Concejal de Cúcuta, y funcionario público.

Su departamento le dio 75.373 votos hace cuatro años, cuando sobrepasó a otros caciques de la región como el expresidente del congreso Juan Manuel Corzo (43 mil votos), el senador de la U Manuel Guillermo Mora (38.728) o el actual presidente del senado, el liberal Juan Fernando Cristo (casi 26 mil votos). Clavijo sólo obtuvo más votos que todos los candidatos del liberalismo en esa región. El 92% del total que recibió en el país vinieron de Norte de Santander.

Dentro de los municipios su fortín electoral, por su tamaño, es Cúcuta donde obtuvo más de 34 mil votos. Pero hay pueblos pequeños, como la Playa, la Esperanza, la Arboleda, Mutiscua o Cachira, que hoy tienen Alcaldes conservadores y donde alrededor del 30% de los votos totales al Congreso en 2010 por cualquier candidato o partido, iban para Clavijo.

En su gestión como congresista ha pasado desapercibido, a excepción de un proyecto que presentó para reformar el himno nacional sobre el cual algunos medios hicieron ruido. Los demás no han sido mediáticos, ni trascendentales. No es dueño de ningún agenda política con mayor repercusión a nivel nacional. Dentro de los conservadores es del ala santista que ha apoyado los proyectos del gobierno y acompaña la reelección del Presidente.

Clavijo, en su página, se ufana de haber gestionado recursos para obras departamentales ante el gobierno nacional. La gran mayoría son proyectos en los pequeños municipios conservadores que soportan el caudal de este senador.

Honorio Galvis

Honorio Galvis es un senador del Partido Liberal que tiene mucho peso (y sobre todo votos) en su región de origen, pero no ha sido protagonista de debates nacionales ni ejerce mayor liderazgo en la movida política del país.

Galvis, quien ganó la Alcaldía de Bucaramanga en 2003 como candidato de la ANAPO con el apoyo de los Moreno Rojas – antes había sido un empresario del sector asegurador -, llegó al senado en 2010 con 63.697 votos. Y desde diciembre del año pasado, Santander está inundado de la publicidad de su campaña para ser reelegido. Esta vez irá en formula con el exgobernador de Santander y actual representante Jorge Gómez Villamizar.

Casi la mitad de los votos de este senador vinieron de Bucaramanga en las elecciones pasadas. Desde que dejó la Alcaldía en 2007 a Galvis se la ha atribuido mucho poder en varias dependencias locales. Precisamente su paso por la Alcaldía y el apoyo que le habría dado a su sucesor, Fernando Vargas, a cambio de mantener poder en el municipio, le permitió crear una red de líderes políticos que soportan su estructura electoral. Hoy cuenta con el apoyo de varios de los concejales de la ciudad y de diputados del departamento..

Además de los de Bucaramanga y su área metropolitana, los demás votos por Honorio se repartieron por los distintos pueblos del departamento. El 91 por ciento del total de sufragios por este senador en el país vinieron de Santander.

En su gestión como senador no ha liderado ningún tema de connotación nacional y es un liberal santista. Para el Partido Liberal es una carta segura en Santander, y seguramente, después de Serpa, será el más votado. Sin embargo, es posible que no termine su periodo porque ha sonado como la ficha roja para recuperar la gobernación en las próximas elecciones locales o incluso como candidato a la Alcaldía para mantener dicho fortín rojo.

Daira de Jesús Galvis

Daira de Jesús Galvis es una de las grandes electoras de Cambio Radical en Colombia. Fue la tercera candidata más votada de ese partido. Obtuvo 65.939 votos en total, y el 77 por ciento provinieron de Bolívar, que le dio más de 51 mil votos. En su departamento esta senadora fue la segunda candidata más votada en 2010, por encima incluso del parapolítico Javier Cáceres o del hijo de la ‘Gata’ Héctor Julio Alfonso López. La única que le ganó fue Piedad Zuccardi que no estará en el tarjetón este año.

La primera candidatura al Congreso de esta dirigente fue en 2006 por Convergencia Ciudadana cuando obtuvo apenas 22 mil votos y se quemó. Sin embargo llegó al Congreso cuando los parapolíticos dejaron sus curules y en pocos años logró crecer su caudal en 44 mil votos.

El baluarte electoral de Daira de Jesús es Cartagena. Allí en los últimos dos años, a través de su candidata María del Socorro Bustamante, ha hecho dos campañas por la Alcaldía de la Heroica. En 2011 perdió con Campos Elías y en las atípicas de 2013 con Dionisio Vélez, pero el caudal no fue despreciable. En las primeras Bustamente sumó más de 52 mil votos y en las del año pasado 76 mil. Ahora la excandidata a la Alcaldía aspirará a la Cámara como afrodescendiente y no por Cambio Radical, pero harán campaña juntas. En Cartagena dicen que la estructura política de Galvis y Bustamante en esa ciudad, compuesta de líderes locales, comunales y ediles, pone a lo menos 30 mil votos.

Antes de lanzarse a la política, la senadora Daira Galvis era reconocida en la región como una exitosa abogada penalista.

Aunque Daira ha estado al borde del escándalo nacional por las relaciones de su estructura política con La Gata, siempre ha sostenido que se trató de una relación profesional – fue su abogada – pero que no hay ninguna alianza política. En otros temas mediáticos a nivel país, no ha tenido ninguna participación significativa.

Musa Besaile Fayad

El senador Musa Besaile, es junto a Bernardo Miguel Elías Vidal, uno de los barones electoral del Partido de la U en Córdoba. Besaile logró 62.059 votos en las elecciones de 2010 y un poco más del 75 por ciento de su caudal llegó desde Córdoba. Y aunque al senado llegó hace cuatro años, en el congreso ocupa una curul de 2002 cuando salió elegido representante a la Cámara de su departamento por el liberalismo con 52 mil votos.

A diferencia de la gran mayoría de caciques, la capital del departamento no es su fortín. En Montería manda Arleth Casado, del Partido Liberal. Los votos de este senador vienen sobre todo de Sahagún y Ciénaga de Oro. Sumando ambos obtuvo más de 12 mil votos en 2010. En otros pueblos como Planeta Rica, Lorica, Pueblo Nuevo, Chinu sumó más de 2500 votos en cada uno.

En Ciénaga de Oro, hace cuatro años, el 74% de los votos por la lista del Partido de la U fueron por Musa Besaile. En Sahagún, aunque perdió por menos de dos mil votos, Besaile jugó con su hermano – John Moises – a ganar la Alcaldía de dicho municipio en 2011. Ahora, después de quemarse, John Moises es Secretario del Interior de la Gobernación de Córdoba donde el senador, dicen en Córdoba, tendría otras cuotas políticas. Además, le atribuyen desde hace años poder e influencia dentro de la Corporación Ambiental Valles del Sinú y San Jorge CVS.

El senador viene de una familia de hacendados y arroceros con grandes cultivos en la zona de la mojana. En la región son conocidos como gente de mucha plata, y Musa Besaile estuvo involucrado en los negocios de su familia, ayudando a políticos con recursos, hasta que le dio por meterse con nombre propio a las elecciones como fórmula del exsenador Juan Manuel López Cabrales.

Una periodista de la región le dijo a La Silla que en Sahagún, el municipio donde Musa inició su trayectoria, dicen que él se metió sólo para demostrar que podía ostentar no sólo poder económico, sino también político. Esta misma fuente asegura que los votos del senador “son sólo de él, a punta de plata”, pero que en Córdoba le critican su bajo perfil y falta de protagonismo como congresista. Incluso en 2005, cuando era representante, entró a un grupo de congresistas invisibles elegidos por periodistas que cubrían el tema. Y los últimos cuatro años como senador no han sido la excepción. Musa no ha hecho parte del radar mediático ni se ha apropiado de alguna agenda política que tenga micrófono nacional.

Germán Villegas

Germán Villegas tuvo más de 50 mil votos en las elecciones de 2010. Y en estas elecciones es una de las apuestas claves del Partido de Conservador en el Valle del Cauca. Su hermana Miriam Villegas fue una de las protagonistas del gobierno Santos como Directora del INCODER, durante la gestión del conservador Juan Camilo Restrepo en el Ministerio de Agricultura. El senador, sin embargo, no fue abanderado del tema tierras y el agro en la legislatura, y de ningún otro relevante o mediático a nivel nacional.

El Valle es su fortín, allá sacó 45 mil votos, alrededor de 90% de su caudal electoral. Ha sido Alcalde de Cali, Gobernador, y es senador desde 2006. Es decir, tiene una larga trayectoria y los votos son suyos. No es heredero ni aliado de ninguno de los grandes caciques que en los últimos años se tomaron ese departamento, como Dilian Francisco Toro de La U o Juan Carlos Martínez, que están detrás de los otros candidatos fuertes al congreso en dicha región.

Los votos de Germán Villegas están concentrados en Cali, donde alcanzó los 26 mil en 2010. En el resto de municipios, en casi todos tiene votos, aunque en ninguno es muy fuerte. Un periodista local le dijo a La Silla que la fortaleza de Villegas es que “la gente lo recuerda por su buena gestión como alcalde y gobernador, porque hizo muchas obras importantes para Cali y el departamento”. En la región lo conocen como el senador del palustre, y alrededor de esa imagen gira su campaña. Según esta fuente, el senador, quien maneja buena relaciones tanto con los gremios como con los líderes comunales y no ha estado inmerso en ningún escándalo, tiene muchos votos de opinión y maquinaria dentro del ala más tradicional de los conservadores en el Valle.

Sin embargo, dos periodistas oriundos del Valle le dijeron a La Silla que Villegas podría perder su condición de cacique en Marzo. “Es un cadáver político” dijo uno, “está colgado para el senado” dijo el otro. Uno de los golpes fuertes que recibió fue la movida de Milton Castrillon del Partido Conservador a Cambio Radical. Castrillon iba a ser la formula a la Cámara de Villegas y ahora está apoyando a Carlos Fernando Motoa. No obstante, según uno de los periodistas, al senador lo podría salvar el respaldo “por los lados” del gobernador Ubeimar Delgado, quien aunque tiene a su sobrino de candidato al senado no querría que los conservadores pierdan a una de sus figuras de mayor trayectoria regional.

Jesús Ignacio García

El senador liberal Jesús Ignacio García obtuvo 52.286 votos en el año 2010 y quiere ser reelegido. De los votos referidos, más de 45 mil llegaron desde su departamento el Cauca. Allá maneja mucho poder, sin embargo y a diferencia de otros senadores de esa región, como Luis Fernando Velasco – Liberal – o José Darío Salazar – Conservador -, García es desconocido en el plano nacional. Y aunque en Popayán tiene menos votos que su copartidario Velasco, en la gran mayoría del resto de municipios del Cauca, el senador García le gana de lejos.

Jesús Ignacio García está haciendo política desde los años 80. Ocupa una curul en el Congreso de 1986, primero como representante a la Cámara hasta 2006 y a partir de ese año como senador. No obstante, este largo periplo no le ha alcanzado para ganarse la posición de ser un referente ante los medios nacionales sobre los temas que discuten y se aprueban en el senado. Él, en contraste con su coterráneo Velasco que asumió el debate de la gasolina desde hace mucho – aunque tenga muchos votos -, no tiene una agenda propia definida.

Durante el gobierno Santos, Jesús Ignacio García fue uno de los miembros de la polémica comisión de conciliación del proyecto de reforma a la justicia que golpeó la imagen del congreso y del presidente en 2012 por los micos que beneficiaban a los congresistas. Pero, aún así, no surgió como protagonista de dicho escándalo.

Carlos Enrique Soto Jaramillo

Carlos Enrique Soto fue elegido senador en 2010 con más de 57 mil votos. El 75% de esos votos los obtuvo en Risaralda. Fue el más votado entre todos los senadores de todos los partidos. Antes había sido Representante a la Cámara por ese departamento en dos periodos.

En 2002, cuando entró al Congreso militando en el Partido Liberal, llegó como el Representante más votado de Risaralda. Había sido Concejal de Pereira en dos ocasiones, y diputado durante tres periodos consecutivos. Es decir, Soto Jaramillo ha hecho toda la carrera política desde el primer peldaño. Siendo representante por el liberalismo, saltó al Partido de La U como uribista de pura cepa y se consolidó el líder más importante de ese grupo político en la región. En el congreso fue ponente de los dos actos legislativos que permitieron la primera reelección y después entre 2006 y 2010, también como representante, promovió la fallida segunda reelección del expresidente. Fue involucrado en la llamada Feria de las Notarias pero la Corte archivó la investigación en su contra.

Dentro de la estructura política de la región tiene mucho poder. Su candidato a la Alcaldía de Pereira ganó en 2011, y como contó La Silla en su perfil, en esas elecciones locales puso otros cuatro alcaldes en el departamento y varios concejales y diputados con alta votación. El baluarte político de Jaramillo es precisamente Pereira, donde sacó 30 mil votos en 2010 y tiene influencia y poder dentro de la administración municipal. Pero además, tiene votos en cada uno de los municipios de Risaralda.