La vicepresidenta electa, Francia Márquez, que en la campaña se destacó por hablarle a sectores excluidos que votaron por Gustavo Petro, se ha movido en estas semanas de empalme para tener un rol igual de protagónico en el gobierno. Aunque desde la campaña se anunció que ella estaría al frente del nuevo Ministerio de la Igualdad, las demoras para tramitarlo en el Congreso y asignarle plata en el Plan de Desarrollo se tomaría cerca del primero año y medio del Gobierno, por lo que Márquez está buscando poner a una de sus aliadas más cercanas en el Ministerio de Ciencia: Irene Vélez, académica muy cercana a su movimiento Soy porque somos.
Desde allí, Vélez ha promovido un cambio en la visión de lo que llama la “ciencia hegemónica” y busca “poner la ciencia al servicio de los nadies”. Y así como con el Ministerio de Ciencia, Márquez está tratando de que su visión esté en el nuevo gobierno en varios frentes.
El Ministerio de la Igualdad se demora
La prioridad de Francia Márquez en el empalme de Petro ha sido empezar a ambientar la creación del nuevo Ministerio de la Igualdad, que según lo que indica el programa de Petro asumiría varias funciones que hoy tiene el Departamento de Prosperidad Social (DPS).
El ministerio manejaría el Sistema Nacional de Cuidado, una entidad nueva que tendría a su cargo temas como otorgar un ingreso mínimo básico por encima de la línea de pobreza y la formalización del trabajo de las mujeres que hacen labores del hogar para que tengan pensión.
“El Ministerio de la Igualdad toca temas del empalme como inclusión y el DPS. Eso lo están coordinando Jorge Enrique Espitia, quien es muy cercano al Presidente y está al frente del empalme de inclusión social, y Aurora Vergara, que es la delegada de la vicepresidenta en la coordinación del empalme”, dijo Mauricio Lizcano, uno de los cuatro coordinadores, junto a Vergara, del empalme de Petro.
Lizcano agregó que el ministerio “se está construyendo. Como no existe en el actual gobierno no se puede empalmar. Pero hay temas que se van perfilando porque estarán en el plan de gobierno”.
Pero aunque Márquez tiene representación en el empalme (con Aurora Vergara en la coordinación, y con Clemencia Carabalí en el tema de poblaciones), el paso de eso a la creación del Ministerio de la Igualdad se tomará, mínimo, la primera mitad del futuro gobierno.
“El Ministerio de la Igualdad queda ya para el otro año. Lo deben pasar primero por el Congreso. Hay varias cosas por definir, como qué entidades que ya existen quedarían adscritas a él”, dijo el senador liberal Luis Fernando Velasco, que está liderando el empalme de Presidencia y está cerca de las líneas estratégicas que trazará Petro.
Para crear un ministerio nuevo el gobierno de Petro tiene que presentar un proyecto de ley, que se demora entre seis meses y un año en el Congreso. Pero Petro tiene otros proyectos en espera como la reforma tributaria, la eliminación de la Procuraduría y la reforma a la salud.
En la reunión esta semana del Pacto Histórico Roy Barreras dijo que el proyecto de ley del Ministerio de la Igualdad será presentado en el primer periodo legislativo, pero Márquez depende de cómo avancen los otros proyectos del ejecutivo y del ambiente en el Congreso, donde no tiene representación directa de su movimiento, que no estuvo en la lista al Congreso del Pacto Histórico.
Depende, además, de que la plata para el posible ministerio quede consignada en el Plan de Desarrollo y luego en el presupuesto general de 2024, que será el primero que hará el gobierno de Petro.
Por ahora Márquez se ha enfocado en tener presencia en los empalmes que tienen que ver con el ministerio y en preparar el proyecto de ley. La expectativa, según dijo una fuente del equipo de la vicepresidenta que pidió no ser citada, es que desde el principio del gobierno les den representación con la dirección del DPS.
El Departamento de Prosperidad Social tuvo un presupuesto en 2021 de 23,9 billones de pesos y tiene a su cargo las políticas más importantes de subsidios del gobierno, como el Ingreso Solidario, familias y jóvenes en acción y Colombia Mayor.
Según una fuente del empalme cercana a Petro, que pidió no ser citada, la expectativa del sector de Francia Márquez de manejar el DPS tiene una dificultad. “No creo que Petro les vaya a entregar toda la política social, que es el corazón de su gobierno”, dijo. Por ahora, al menos en la coordinación, Petro asignó a alguien cercano a él, Jorge Enrique Espitia, y no al sector de Francia.
Márquez también tendrá las funciones de la actual vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez. Es decir, la coordinación de los temas de mujeres, transparencia, regiones, relación con los científicos y otros proyectos especiales. Pero, alineada con su agenda de gobernar para los que llama “los nadie”, quiere tener también un rol más protagónico en los diálogos regionales que podrían derivar en una negociación con el ELN. Por ahora, sin embargo, esta función se ha concentrado directamente en Presidencia y en el coordinador de ese empalme, Luis Fernando Velasco.
Contexto
El sector de Francia Márquez también esperaba tener una representación en el Ministerio de Educación. Pero esto se frustró cuando fue nombrado Alejandro Gaviria en esa cartera.
Lo que se ha visto en estas semanas es una negociación entre la agenda de la futura vicepresidenta y los temas que Petro no piensa delegar. Desde el equipo de Márquez, sin embargo, confían en que tendrán un papel importante. “Las condiciones fiscales, de hacienda, están bastante restringidas en el nuevo gobierno. Pero los procesos de transformación no son inmediatos. Habrá medidas que se aplicarán en los primeros meses y otras más estructurales en el transcurso de los años”, dijo Hildebrando Vélez, asesor de Francia Márquez.
Pero mientras pasa ese tiempo, la vicepresidenta se está moviendo para tener representación en el gabinete desde el comienzo.
Francia busca poner a una aliada en el MinCiencias
Desde el jueves de la semana pasada, el grupo más cercano de Francia Márquez empezó a mover por grupos de Whatsapp una petición en la plataforma change.org dirigida a Gustavo Petro para que nombre como ministra de Ciencia a Irene Vélez. Hasta hoy, la petición tiene 882 firmas.
Dos fuentes que están en el empalme confirmaron esto y agregaron que inicialmente había sonado el senador liberal Iván Agudelo, quien está coordinando el empalme y (aparte de sus vínculos políticos con aliados de Petro como el alcalde Daniel Quintero) es conocido en el sector de la ciencia por varios proyectos como el que creó el Ministerio de Ciencia en 2020.
“Al principio pensamos que iban a nombrar a Iván, porque está coordinando el empalme. Después Mauricio Lizcano también apareció como opción. Y finalmente Irene es como una tercería. Ella está en la secretaría técnica del empalme, tiene liderazgo. Hay ciertas tensiones, porque Agudelo se está viendo desplazado”, dijo una de las fuentes del empalme de ciencia.
La línea de Irene Vélez es diferente de la que representa Iván Agudelo: mientras este ha sido un político tradicional, pero cercano a altas instituciones científicas como la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, ella es una académica que ha hecho carrera también en los movimientos sociales.
Vélez es filósofa, profesora titular de la Universidad del Valle e investigadora A1 en la categorización del Ministerio de Ciencias. Cuando Márquez estaba estudiando Derecho, en la Universidad del Valle, escribieron juntas un artículo científico sobre internet y los procesos comunicativos de comunidades afro.
Vélez se describe en su perfil de la Univalle como “investigadora activista”. Es la hija de la mano derecha de Francia Márquez, Hildebrando Vélez. Un ambientalista de la misma universidad que acompañó a Márquez desde el inicio de la campaña y está con ella en todos los eventos. “Si Carlos Rosero –quien fue candidato de Márquez al Senado– es la mano derecha de Francia, Hildebrando es la izquierda”, dijo la persona de su equipo en el empalme.
La línea que propone Francia Márquez para el Ministerio de Ciencia, a través de Irene Vélez, busca romper con lo que llaman “la ciencia hegemónica”.
La académica hizo parte del grupo de ocho personas (junto a su padre Hildebrando y otros miembros de ese equipo político) que redactó desde la campaña un documento con la propuesta de Márquez para la ciencia. El texto dice que el conocimiento científico debe “salir de su torre de marfil elitista para acercarse a esas problemáticas, valorando en el proceso el conocimiento y los saberes locales, adquiridos mediante la experiencia de vida de incontables generaciones”.
Para varios científicos se trata de una propuesta anacrónica, que desconoce los avances científicos más importantes de los últimos años y que equipara los saberes ancestrales con el método científico. “Es uno de los peores documentos que he leído en mi vida”, dijo Mosés Wasserman, exdirector del Instituto Nacional de Salud, expresidente de la Academia de Ciencias Exactas, exrector de la Universidad Nacional y miembro de la Misión de Sabios.
El debate retoma la discusión de hace tres años cuando Iván Duque designó como ministra de Ciencia a Mabel Torres, quien les estaba dando a pacientes con cáncer una bebida a base del hongo Ganoderma sin haber cumplido todas las fases de investigación de un medicamento.
Para Juan Manuel Anaya, médico y miembro de la Misión de Sabios, el documento tiene una “argumentación pobre, débil, vaga y ambigua de argumentos de ciencia y tecnología basados en un discurso que a mi juicio es anacrónico y ajeno al método científico”.
Vélez defendió el documento: “No quiere decir que vamos a dejar de hacer ciencias básicas. Quiere decir que esa ciencia dura hegemónica debe tener una función social”.
Esto representa en gran medida el discurso de “los nadies” que ha defendido Francia Márquez y que, en campaña, fue un impulso para Gustavo Petro. En el gobierno, sin embargo, esa línea más dura de Márquez está en tensión con las decisiones más técnicas y las alianzas fuera de la izquierda que ha hecho Petro en las primeras semanas.
Las discusiones sobre el Ministerio de Ciencia y sobre la creación del Ministerio de la Igualdad son solo un par de ejemplos de un pulso entre ambas visiones que puede durar los cuatro años de gobierno.
*Nota: después de la publicación de este artículo corregimos un dato equivocado. La creación de un nuevo ministerio requiere de un proyecto de ley ordinaria, que tarda seis meses, y no de un acto legislativo, que se demora un año.