Las ayudas para empresas y personas son generosas, pero menos que las de los vecinos. Quizás la nueva emergencia cambie ese panorama.
Colombia lleva un poco más de un mes en cuarentena obligatoria y con la economía prácticamente apagada.
Aunque ayer el Gobierno anunció que desde el lunes reiniciará la reactivación de nuevos sectores económicos, la incertidumbre tiene detenidas las inversiones, a miles de empresas y millones de personas al fondo de la bancarrota y solo en marzo produjo que 1,8 millones de personas salieran del mercado laboral.
Para mitigar este golpe, el Gobierno ha anunciado un paquete de ayudas para empresas y personas que, si bien es generoso, puede estar quedándose corto, por lo menos con lo que se ha definido hasta la primera emergencia económica, o “primer tiempo”, cuyo balance presentamos a continuación, justo cuando el Gobierno acaba de anunciar que ya firmó el decreto de una segunda emergencia.
Es decir, el “segundo tiempo” del que solo adelantaron el subsidio al 40 por ciento de los salarios de empresas grandes, pequeñas y medianas que hayan perdido al menos el 20 por ciento de sus ventas y el aplazamiento a los pagos de renta. El resto de medidas está por venir.
La plata se va sobre todo en garantías y créditos
Los programas que, hasta la fecha, ha anunciado el Gobierno con detalles, suman una inversión de 14,1 billones de pesos.
La mitad de la plata va a financiar créditos flexibles para empresas y productores agropecuarios (las dos primeras y dos últimas barras en azul oscuro arriba):
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3,25 billones de pesos, de varias fuentes, para fortalecer al Fondo Nacional de Garantías. Con el respaldo de esa plata, esperan que los bancos haga créditos por 48 billones de pesos.
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2,1 billones de pesos en créditos blandos de entidades públicas (1,5 billones en dos líneas para el campo de Finagro, y 600 mil millones en otras dos líneas de Bancóldex).
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1,8 billones para que los bancos solo paguen el 25 por ciento de la comisión que pagan al Fondo Nacional de Garantías por respaldar los créditos.
El 21 por ciento va a apoyos a las personas más vulnerables y son las barras azules claras. Son giros adicionales a Familias en Acción por 500.000 millones de pesos, el subsidio (“devolución”) del IVA a las personas más pobres (1,53 billones), las etapas 1 y 2 del programa Ingreso Solidario (960.000 millones) y los tres giros de 585.000 pesos que hará el Ministerio de Comercio a 1.500 guías turísticos registrados.
Otro programa que puede significar una gran inversión es el apoyo para que los hogares que se queden sin dinero en los meses de cuarentena puedan diferir los pagos de los servicios de agua, energía eléctrica y gas a 36 meses si son de estratos 1 y 2 y a 24 si son de estratos 3 y 4. Es la barra azul clara de arriba.
Lo que dejen de pagar estos hogares lo desembolsará el Gobierno a las empresas de servicios públicos, y para esos pagos hay un presupuesto estimado de 2,5 billones de pesos, cuya ejecución dependerá de qué tanta gente deja de pagar, pero lo convierte en el otro gran rubro para atender los bolsillos de los afectados por la emergencia.
El paquete de Duque es más chico que el de varios vecinos comparables
Toda esa inversión equivale a un 1,3 por ciento del PIB (si se toma como referencia la cifra preliminar de 2019), menos que los paquetes de Chile, Perú, Brasil o Ecuador.
Perú tiene unas condiciones económicas que le facilita endeudarse más y gastar más que Colombia:
Hoy participé en sesión virtual de Comisión de Economía del Congreso para explicar el Plan Económico del Perú ante el COVID-19,que a la fecha suma medidas por S/67,2 mil millones, equivalente al 8.8% del PBI.Para conocer el avance de estas medidas pueden revisar este tablero.1/12 pic.twitter.com/TyCewcM4fR
— María Antonieta Alva Luperdi (@ToniAlvaL) April 30, 2020
Con Chile no hay esa diferencia tan grande, pero anunció hace un mes una segunda etapa de auxilios para las personas sin empleo y las empresas que equivale al 2 por ciento del PIB, de los que 0,8 se destinarán a subsidios a 2,6 millones de empleados informales.
En la primera etapa se destinaron recursos por 11.750 millones de dólares, 4,7 por ciento del PIB que incluía apoyos al sector salud, a las empresas y a las personas más pobres.
La inversión de Colombia como porcentaje del PIB es casi 3 veces menos que la hecha por Brasil, que en su plan de apoyo financiero anunció grandes inversiones a pesar de que su presidente, Jair Bolsonaro, le ha dado relativamente poca importancia a la pandemia.
Y Ecuador, que afronta una crisis financiera y un pico muy fuerte de Covid-19, invertirá en apoyos económicos 2 puntos de su PIB, y propuso gravar los patrimonios de más de 3 millones de dólares y los salarios de más de 500 dólares para aumentarlas.
En lo social, es más que Familias en Acción
Al año, los giros de Familias en Acción valen unos 2,3 billones de pesos. Así que solo los nuevos programas (devolución del IVA, ingreso solidario y aportes a guías turísticos) duplican la inversión del Gobierno en giros directos a las familias más vulnerables.
Hasta ahora el Estado le giraba en promedio 145.000 pesos a 2,6 millones de familias (que puede ser más o menos según el número de integrantes del hogar) y con el subsidio de ingreso solidario y los aumentos de los giros de los programas existentes el número de beneficiarios aumentan en un 115 por ciento.
Algunos apoyos no cuestan hoy, pero dejarán un hueco mañana
Hay otros apoyos anunciados para aliviar el bolsillo de los colombianos, que no entran en la plata que tiene que girar el Gobierno ya pero abrirán un hueco en el presupuesto.
Entre ellos están los aplazamientos para los pago de IVA y renta para algunos sectores, y las exenciones del IVA a muchos productos de salud y al internet. Eso tendrá un impacto en las cuentas de la Dian de 1,9 billones de pesos..
En las empresas, la clave son los bancos
El centro de los apoyos empresariales son los bancos y no hay, por ahora, transferencias directas o subsidios a los empresarios. Por eso los 7,1 billones al Fondo Nacional de Garantías, Finagro y Bancóldex.
El gremio de los bancos, Asobancaria, dice que han recibido 101.068 solicitudes de estos créditos por un valor de 6,97 billones de pesos (67,6 por ciento para cubrir nómina, 30,5 por ciento para poder seguir operando y 1,9 por ciento para los independientes), de los que a 1 de mayo habían desembolsado apenas 647.273 millones.
Lo que quiere decir que el aterrizaje de estos recursos a la economía va lento.
En los próximos días publicaremos una serie de notas para ver hasta dónde estos anuncios han aterrizado en las familias y empresas.