La primera gran licitación del canciller Álvaro Leyva para adjudicar el suministro de pasaportes colombianos lleva días enfrentando cuestionamientos serios, como ha revelado el columnista Melquisedec Torres y Cuestión Pública. La licitación, que es un concurso en el que pueden participar varias empresas para ganarse un contrato público, se publicó formalmente en abril pasado.
La suma es enorme, 599 mil millones de pesos por 36 meses de trabajo. La licitación tiene sospechas de que se hizo para favorecer al actual proveedor, Thomas Greg & Sons. Esa firma ha manejado ese negocio por 17 años y, además, es una de las poderosas contratistas del Estado en temas electorales.
Tres empresas de Colombia, Alemania y Francia alertaron que las condiciones del negocio fueron formuladas de manera que los ponen en desventaja para competir. Pero la Cancillería no accedió a la gran mayoría de peticiones para ajustar el pliego y ha negado que esté direccionando el millonario contrato. Ayer volvió a insistir en que ha respetado garantías.
La Silla Vacía revisó los pliegos definitivos del proceso de contratación, los comparó con las observaciones que hicieron las empresas interesadas en participar y con los cambios que fueron implementados por la Cancillería. Encontró que en el pliego final persisten cuatro condiciones que favorecen abiertamente a Thomas Greg frente a su competencia.
Mañana se vencen los plazos para que los interesados vuelvan a pedirle a la entidad que elimine las restricciones y el 5 de junio se sabrá si acceden. Si no se eliminan esas condiciones, Thomas Greg sería el único con posibilidades ciertas de ganarse el negocio.
1. Los tiempos del montaje de la operación favorecen a Thomas Greg
El que gane el contrato deberá montar en máximo dos meses las dos plantas que se necesitan para ejecutar el contrato: una con todo el andamiaje para fabricar las libretas y otra para personalizarlas, es decir, incluir todos los datos del portador de acuerdo a las condiciones de seguridad.
Ambas plantas incluyen características de alta seguridad que deben tener controles de acceso, centros de monitoreo, cámaras de seguridad, bóvedas de almacenamiento de datos, y la maquinaria que se necesita para la producción de los pasaportes. Además, la de personalización debe estar operando en Bogotá en ese plazo.
En esos dos meses, el que gane debe tener listos todos los insumos que incluyen hologramas especiales, específicamente diseñados para Colombia, chips de seguridad y reservas de papel de seguridad con características particulares para Colombia, suficientes para hacer 200 mil pasaportes.
Según la empresa francesa InGroupe, la alemana Veridos y la colombiana Cadena, que es socia de Incm, la casa de moneda de Portugal, todos los insumos tardarían en conseguirse entre 3 y 5 meses.
De hecho, las firmas cuestionaron que en la licitación anterior del 2019 la Cancillería estableció cuatro meses para la implementación de la operación, y que esta vez se redujo ese plazo sin justificación técnica alguna a la mitad.
La respuesta de la Cancillería fue que no tenía tiempo para alargar el cronograma porque el actual se vence el 31 de agosto.
Si una firma diferente a Thomas Greg se gana el negocio, que es el único que tiene en inventario todos los insumos para fabricar pasaportes, corre el riesgo de incumplir el contrato y por cada día que no cumpla la multa bordería los 900 millones de pesos diarios.
2 Los tiempos para presentar la propuesta corren a favor de Thomas Greg
La Cancillería esperó ocho meses para abrir la licitación para el suministro de pasaportes, pese a que fue advertido de la complejidad del contrato y de que tenía solo hasta agosto de este año asegurada la provisión de esos documentos.
Esperar tanto tiempo jugó a favor de Thomas Greg, empresa que fue fundada por Gregorio Bautista (de ahí el Greg) hace 30 años luego de quedarse con la operación de la británica Thomas de la Rue en Colombia. Sus hijos: Fernando, Felipe y Camilo Bautista, quienes se suelen mover con soltura dentro de los círculos de poder nacionales y han invitado a políticos a ser parte de su junta directiva, son los que ahora están al frente de la empresa.
Esta empresa, que desde 2007 tiene el negocio de los pasaportes, es la única tiene todo a la mano para presentar su oferta, pues es la dueña de la operación actual.
Varias empresas pidieron que se ampliara el tiempo entre la publicación del pliego (en el que se establecen las condiciones para ofertar) y el momento de presentar la oferta para que los interesados armaran todo el portafolio de acuerdo a las características de la licitación, pero la Cancillería se negó.
El argumento central es que no tenían tiempo de alargar el cronograma porque hasta el 31 de agosto estaba vigente el contrato actual. Además, la Cancillería dijo que desde antes de la publicación del pliego las empresas podían conocer las líneas gruesas de lo que pediría esa entidad, debido a que hicieron un estudio de mercado en el que les pidieron cotizaciones para poder determinar el valor del contrato. Finalmente, afirmó que el plan de compras de la Cancillería decía desde enero que iban a licitar la fabricación de los pasaportes.
Sin embargo, cuando se publicó el plan de compras no estaban las condiciones de la contratación. Además, la Cancillería no contempló que las empresas que no estuvieron en ese estudio de mercado tenían una abierta desventaja. Tampoco consideró que iba a haber cambios entre lo que plantearon en el estudio de mercado, el pliego borrador de condiciones y el pliego definitivo, que fue publicado solo hasta el jueves pasado.
Según el cronograma, que fue publicado el mismo día que se conoció el pliego definitivo, quienes quieran ofertar deberán tener la propuesta completa en solo 15 días.
En la práctica, lo que hizo la Cancillería fue recargar en los oferentes la falta de planeación que tuvo al lanzar la licitación sin contar con tiempos que diera garantías de preparar propuestas. Esa decisión le facilita el camino a Thomas Greg.

3. Thomas Greg hace pasaportes con las características que evaluará la Cancillería
Los interesados en ofertar deben entregar muestras de los pasaportes que producirán en caso de que ganen la licitación. El modelo que entreguen deberá mantener “la misma línea de diseño y temática del pasaporte ordinario actual”.
Las condiciones de seguridad no son públicas, porque están clasificadas como de “seguridad nacional”. Sin embargo, dos fuentes que conocen el proceso explicaron que no hubo cambios de fondo con respecto a las condiciones del pasaporte actual.
Eso le da otra ventaja a Thomas Greg, porque es el único que tiene en su inventario hologramas, sellos, chips, hilos y papel de seguridad con todos los requerimientos que pide la Cancillería. Es decir, salvo por modificaciones de forma y no de fondo, solo debe usar uno de los pasaportes que tiene en inventario para concursar.
En contrapartida, las empresas que quieran competirle en la licitación a Thomas Greg deben hacer todo el diseño de los pasaportes con la “misma línea” y con las condiciones de seguridad que pide la Cancillería.
Para hacer las muestras, la empresa que oferte deberá tener todos los insumos (sellos, chips, hologramas y papelería de seguridad) personalizados para Colombia. Esos insumos no se compran al por menor, sino que, según detallaron los interesados en ofertar, se adquieren por lotes específicamente diseñados para cumplir los requisitos de la Cancillería.
Todo ese abastecimiento, según lo que alertaron los interesados en ofertar, se demora, al menos, 12 semanas. La Cancillería les dio solo 15 días después del momento de publicación de los pliegos definitivos.
Aunque hubo solicitudes para que en la licitación se permitiera presentar muestras genéricas de pasaportes, con el propósito de que se evaluara si el oferente podía cumplir con los requisitos de seguridad, la Cancillería se negó.
“La Entidad no acepta la observación de entregar muestras genéricas ya que requiere confirmar la capacidad del futuro contratista de realizar documentos de seguridad como lo requiere la Entidad en el presente proceso”, explicó el documento oficial.
Sin embargo, cuando otro oferente le cuestionó que esas condiciones favorecían a Thomas Greg esa entidad se contradijo en sus argumentos: “las certificaciones que en algunos requisitos se solicitan, buscan medir de manera genérica la idoneidad del proponente”.
4. Thomas Greg es la única que puede obtener el puntaje máximo en la licitación
De los 1000 puntos posibles con los que puede ser calificada una oferta, 637,5 puntos dependerán de tres ofrecimientos adicionales que hagan los contratistas a la Cancillería. Uno de esos privilegia a Thomas Greg en la competencia.
Se trata de la disponibilidad de una planta de contingencia que servirá para asegurar el suministro de pasaportes en caso de cualquier eventualidad que impida que la planta en Colombia asegure el servicio.
La Cancillería determinó que el oferente que tenga esa planta en Norteamérica recibirá 200 puntos, 130 si está en Europa y 100 si está en Suramérica.
Los interesados en ofertar alertaron que esa condición inclinaba la balanza a favor de Thomas Greg debido a que es la única de las que hasta ahora es la única empresa interesada que tiene planta en Norteamérica. Además, cuestionaron que la posibilidad de asociarse con otras empresas en esa zona del continente es poca, debido a que no existen muchas que presten servicios de pasaportes para asociarse.
Incluso, hubo cuestionamientos porque no era técnico el criterio de otorgar puntuación solo por la ubicación geográfica de una planta alternativa.
La Cancillería argumentó que la decisión se basaba en que Norteamérica es la región del mundo en que hay más colombianos radicados. Sin embargo, dado que la operación que entraría a suplir esa planta adicional sería la de Colombia, en caso de un siniestro, no queda claro por qué geográficamente sería más conveniente que la planta estuviera en esa región del continente.
Ñapa:
El funcionario que evaluará, en 2019 emitió cuestionado concepto a favor de Thomas Greg
Las muestras de los pasaportes serán evaluadas por un funcionario de la Cancillería que, en 2019, ya evaluó las muestras de la licitación que ganó Thomas Greg. Se trata de Robinson Valencia Giraldo, quien emitió un concepto favorable de los pasaportes que presentó Thomas Greg en ese entonces. Una demanda interpuesta por la firma Cadena S.A, que es otro de los potenciales oferentes en este proceso, afirma que esas muestras no fueron evaluadas con los estándares internacionales de verificación de seguridad.
En esta licitación, Valencia Giraldo aparece como coordinador de apoyo técnico y científico de la Subdirección de Control Migratorio. La firma Cadena S.A pidió en su demanda ante el Tribunal Administrativo de Cundinamarca la nulidad del contrato de 2019 y adjuntó como prueba un peritazgo internacional que, contrario al dictamen de Valencia, concluyó que ni las muestras aportadas por Thomas Greg ni por Cadena cumplían con todas las características solicitadas por la Cancillería en ese entonces. Esa demanda está en etapa probatoria.