En Santa Marta, en el Ziruma, el morro que separa al centro histórico del Rodadero, donde hay un sendero peatonal para que la gente camine y haga ejercicio, el paisaje repetido no es el mar ni las montañas de la Sierra Nevada, sino la cara de Federico Gutiérrez.
Hay cinco vallas del candidato presidencial solo en ese lugar, con apenas 200 metros de distancia entre una y otra en algunos casos, en un recorrido de menos de cuatro kilómetros aproximadamente. Y no es el único caso.
Encontramos que la campaña de Fico excedió con creces el tope legal en varias ciudades y casi ninguna valla tiene permiso de las alcaldías correspondientes, como lo exige la norma. Se instalaron masivamente en muchas partes y cogieron desprevenidas a más de una administración local.
Para la primera vuelta presidencial, el Consejo Nacional Electoral —CNE— estableció mediante la Resolución 1605 de 2021 un límite de ocho vallas para todas las ciudades y uno de 16 para Bogotá. Esto también aplica para los particulares que quieran donar una valla pues deben coordinarse con las campañas y obtener el permiso de los respectivos gerentes para colocar alguna.
En ocho de las 14 ciudades que revisamos el candidato presidencial tiene entre 9 y 26 vallas. Ningún otro candidato se le acerca siquiera un poco, si bien la mayoría tampoco pidió autorización para la instalación de sus vallas.
Recolectamos información suministrada por las alcaldías, por ciudadanos que hicieron registros fotográficos en redes y por otras fuentes. También hicimos recorridos en varios lugares.
La jefe de prensa de la campaña no nos respondió nada sobre cómo explican está violación de la ley, que puede dar lugar a que el CNE les imponga multas que van entre los 15 y 150 millones de pesos. La norma busca que se haga un uso equitativo del espacio público, evitar la contaminación visual y garantizar los límites en la financiación de campañas.
En Santa Marta, la Alcaldía de Virna Johnson, del grupo de Carlos Caicedo, levantó un registro de 44 publicidades de Fico: 18 vallas de dimensiones que van entre los 12 y 48 M2. Y 26 piezas que denominó “mogadores” en su mayoría, que tienen dimensiones más pequeñas: 3 M2 y están ubicados principalmente en paraderos. Un total de 44. Todas sin permiso.
En un recorrido que hizo la Silla el viernes verificamos 12 vallas de las que reportó la alcaldía y encontramos dos más. Una fuente nos confirmó las 18 que informó esa entidad.
Según José Antonio Parra, funcionario de la Oficina de Inspección y Vigilancia del CNE, “valla es valla sin importar la dimensión”. La normatividad habla de publicidad exterior visual que son los medios para difundir propaganda política que sea visible desde las vías públicas. Sólo para efectos sancionatorios el CNE establece que la dimensión de las vallas no puede exceder los 48 M2.
El mismo decreto 056/22 de la Alcaldía de Santa Marta solo distingue para los topes entre cuñas radiales, avisos de prensa y vallas. Por tanto, en esa ciudad, hay 10 vallas de Fico más allá de las permitidas, en el mejor de los casos, y en el peor, hay 36 según lo reportado por esa entidad. Con base en esa misma información, Gustavo Petro y John Milton Rodríguez tienen dos vallas cada uno, con permiso.
El Departamento de Sostenibilidad Ambiental de Santa Marta empezó ayer el desmonte de las vallas.

En Cali, la Alcaldía de Jorge Iván Ospina dijo el 15 de abril que encontró 26 vallas de Fico en sus recorridos, de lo cual le enviaron el reporte al CNE para que inicie la investigación. La Silla, el viernes 22 de abril, pudo registrar sólo tres vallas de ese candidato, y varias estructuras metálicas donde habían reportado otras, ya estaban vacías. De Gustavo Petro y Sergio Fajardo encontramos dos, respectivamente, y de John Milton Rodríguez, tres. No tenemos información si tienen permiso o no.

Las alcaldías de Santa Marta y de Cali son más la excepción que la regla, en materia de reglamentación. Junto con Bucaramanga, Girón y Floridablanca, de las 14 ciudades que revisamos, son las únicas que han expedido decretos para regular en detalle dónde se pueden ubicar las vallas, dónde está prohibido hacerlo y las condiciones que deben tener. Y ya han iniciado procesos de desmonte, que es su competencia como primera autoridad de policía.
No es el caso de Pereira, por ejemplo. El activista y gestor cultural de Dosquebradas, Diego Rodríguez, hizo un registro fotográfico con sus respectivas direcciones de 26 vallas de Fico en esa ciudad. La representante verde a la Cámara por Risaralda, Carolina Giraldo y el concejal de la Alianza Verde, Esteban Gañán, también hicieron la denuncia y le pidieron a la administración local tomar medidas. En Dosquebradas, un municipio vecino y de poco más de 200 mil habitantes, Rodríguez reportó 10 vallas.
La Alcaldía de Pereira nos dijo que estaba adelantando apenas los recorridos y no nos especificó cuáles de esas vallas tienen o no permiso. La de Dosquebradas al cierre de la historia no había respondido un correo que les escribimos solicitándoles información. De los demás candidatos no encontramos denuncias por exceder los topes.


En Medellín, la Alcaldía de Quintero reportó 15 vallas de Fico. Ninguna tiene permiso. En redes nos compartieron información de una más con su respectiva dirección, para un total de 16. De Gustavo Petro hay información de siete vallas; de John Milton Rodríguez, cuatro; Rodolfo Hernández, dos; Luis Pérez, una. Ninguna con permiso. La Alcaldía nos informó que se instalarían tres vallas de Sergio Fajardo este fin de semana, las únicas con autorización hasta ahora en esa ciudad.
Según la jefa de prensa de esa entidad, ya se le notificó a cada campaña que deben cumplir con el tope, pero aún no han retirado las que lo superan: “Si no se ajustan, se hacen los respectivos trámites”, nos dijo.

En Armenia y Neiva tenemos información de nueve vallas de Fico en cada una, y en Cartagena de 10. Superando el límite de ocho. Ninguna está autorizada.
Los otros candidatos tienen muchas menos. En el recorrido que hicimos en Armenia, sólo encontramos un aviso de Rodolfo Hernández en una pared y un pasacalle de Sergio Fajardo que sacaron unas personas en un semáforo. En Cartagena, la Alcaldía reportó una valla de Gustavo Petro y en Neiva, cuatro de ese mismo candidato.
Las administraciones de estas tres ciudades están quedadas con el control. Ninguna tiene registradas vallas. El subdirector de planeación de Armenia comentó que su equipo tiene hasta este lunes 25 de abril para presentar el informe de las que encuentren en la calle. El secretario de gobierno de Neiva dijo, por su parte, que primero se van a reunir para sacar un decreto y después harán los operativos en la calle.



Donde Fico no supera el límite, tiene, en todo caso, mayoría de vallas.
En Barranquilla, en el recorrido que hicimos encontramos seis vallas de ese candidato —de cinco que reporta la Alcaldía—, una de ellas en la sede política de la casa Char. También vimos cuatro de Gustavo Petro. De esas, solo una de Fico y otra de Petro tienen permiso según esa entidad. No encontramos ninguna de otros candidatos.

En Bucaramanga vimos dos vallas de Fico y una de Rodolfo Hernández. Todas tienen permiso –la excepción—. En Girón y Floridablanca hay una valla de Fico en cada municipio, y ninguna de otros candidatos. De nuevo, ninguna de las dos cuenta con permiso.

Bogotá es la única ciudad, de las que revisamos, donde las cargas están más repartidas. En nuestro recorrido encontramos cinco vallas de Gustavo Petro, cuatro de John Milton Rodríguez, tres de Sergio Fajardo y dos de Federico Gutiérrez —único lugar en el no puntea—. Todas carecen de autorización según la Alcaldía, que sólo ha encontrado en los recorridos que lleva hasta ahora: 10.
“3. Hasta el momento ningún candidato o partido político ha informado a la Secretaría de Ambiente el número de vallas y su ubicación, siendo esta una obligación. Tras los recorridos ya se han identificado 10 vallas con publicidad electoral que no fueron informadas a la autoridad ambiental”, dice el comunicado de la Alcaldía de Bogotá.
Manizales es la única ciudad donde sólo Sergio Fajardo tiene una valla según la información que obtuvimos. Y tampoco está registrada.

Además de la contaminación visual y del uso abusivo del espacio público, la publicidad invasiva de vallas de Fico tiene impacto en los topes de financiación de las campañas.
Los rangos de precios de una valla son amplísimos. Según un exfuncionario de Marketmedios, una agencia comercializadora de medios, una valla puede costar desde dos millones y medio por mes en una zona rural o en ciudades intermedias, hasta 60 millones por mes en zonas como la Calle 100 con carrera 15 en Bogotá.
En las 14 ciudades que revisamos habría cerca de 137 vallas de Fico. Asumiendo —según la reportería que hicimos en cada lugar con empresas comercializadoras de vallas—un valor promedio de 10 millones por mes para una valla en una ciudad principal; 5 millones para ciudades intermedias (Santa Marta, Pereira, Armenia, Neiva, Bucaramanga, Manizales). Así como, 2.5 millones en ciudades pequeñas (Dosquebradas, Girón, Floridablanca). La campaña de Fico o sus donantes estarían bordeando los mil millones en publicidad en vallas sin contar otros medios ni ciudades.
Los sigue la campaña de Gustavo Petro al que le contabilizamos 24 vallas que darían un monto de 230 millones de pesos, la quinta parte del estimado de Fico tomando los mismos parámetros. Los demás candidatos están muy por debajo.
La apuesta por invertir presupuestos millonarios en publicidad de Fico ha sido una constante para hacer política. En su alcaldía, entre 2016 y 2017, gastó cerca de 130 mil millones en publicidad oficial para mejorar principalmente su imagen, según un informe de la Fundación para la Libertad de Prensa —Flip—. Ningún alcalde de ese entonces se acercó siquiera a ese monto. Hace poco contamos también que, según lo reportado en Cuentas Claras, ha invertido en esta campaña 380 millones de pesos en publicidad electoral. Además de 580 millones en pauta de Facebook desde agosto de 2020, un monto del que están muy distantes los otros candidatos.
La razón por la que el CNE exige a las comercializadoras de vallas el reporte de la publicidad que les han contratado es precisamente para verificar topes de financiación de campañas que están en poco más de 27 mil millones y medio de pesos para la primera vuelta. Lo estimado en vallas de Fico correspondería a un 3,6 por ciento de ese monto.
Esto sin contar los costos de impresión y de diseño de cada valla. A diferencia de la publicidad de las otras campañas que es uniforme mayoritariamente; los mensajes, los colores, las imágenes de las vallas de Fico varían según la ciudad e incluso dentro de la misma.