Hace cuatro años en las elecciones a la Alcaldía de las cinco grandes ciudades, las grandes perdedoras fueron las casas encuestadoras que fueron incapaces de prever el triunfo de Daniel Quintero en Medellín, Juan Carlos Cárdenas en Bucaramanga y, tan solo algunas de ellas, el de Jorge Iván Ospina en Cali.
En 2023 a las encuestas les fue mejor. Predijeron la mayoría de ganadores, a los segundos, y algunas anticiparon la victoria en primera vuelta de Carlos Fernando Galán en Bogotá.
La Silla Vacía revisó el desempeño de cada encuestadora que hizo mediciones en las cinco ciudades principales frente a los resultados.
En la medición se incluyó a Atlas Intel, la encuestadora brasileña con la que La Silla hizo una alianza en estas elecciones. En este ránking no se mide la apuesta de Altas Intel por hacer mediciones en las cinco carreras a las gobernaciones principales y donde la encuestadora tuvo grandes aciertos en Antioquia y Atlántico. La otra encuestadora que hizo un esfuerzo territorial incluso más grande fue el CNC, que midió la intención de voto en 19 ciudades del país.
En esta base de datos están los cálculos, y el margen de error de cada encuesta.
En términos de cómo incluir estos márgenes en la metodología, La Silla optó por hacer un promedio de cada ciudad y otrogarle el mismo valor a cada encuestadora. De esa forma se equilibra la ventaja que tienen las encuesta con un margen alto (lo que le da más probabilidad de acertar) con las que hicieron muestras más grandes y arrojaron un margen menor.
La encuestadora con mayor precisión en la intención de voto —es decir, la que tenía el margen de error más bajo— fue Gad3 para RCN, que tuvo una muestra de 7.005 mil personas y tuvo márgenes de error de entre 2,8 y 3,2 puntos porcentuales.
La encuestadora con márgenes de error más grandes fue el Centro Nacional de Consultoría, contratada por CM&, que para Medellín y Bucaramanga reportó un margen de 6,9 por ciento, para Barranquilla de 5,9 y para Cali de 4,4 puntos porcentuales. El CNC, según le explicó a La Silla, optó por hacer muestras más pequeñas (lo que arroja márgenes más altos) y cubrir un mayor número de ciudades.
Invamer fue la encuestadora de Caracol TV, Blu Radio y El Espectador. Y Guarumo la de la revista Semana.
Las fichas técnicas completas están en este link.
Más allá del panorama acumulado, cada encuestadora tuvo virtudes y defectos en las diferentes ciudades. Eso habla de la importancia de tener distintas mediciones y metodologías en los ciclos electorales.
En Bogotá, todas subestimaron el triunfo de Galán
Carlos Fernando Galán se convirtió en el alcalde más votado en la historia de la capital. Sin embargo, las encuestas no fueron capaces de anticipar esta votación histórica. Entre las cinco encuestas revisadas para esta nota, la más descachada fue Atlas Intel, quien le daba 37 por ciento al candidato del Nuevo Liberalismo, que alcanzó el 49 por ciento de los votos de la capital.
Dentro del grupo de encuestas que predijo la victoria de Galán en primera vuelta, la que más se acercó al resultado obtenido fue Gad3 para RCN, que mostraba una intención de voto del 43 por ciento por el hoy alcalde de Bogotá. Además, Invamer, Guarumo y el CNC también anticiparon que Galán ganaba en primera.
A pesar del descache con Galán, Atlas Intel para La Silla Vacía fue la única encuestadora que le dio el segundo lugar el exdirector del Dane, Juan Daniel Oviedo. La intención de voto medida por Atlas para Oviedo fue de 24 por ciento, en comparación con el 18 que obtuvo el candidato.
Sin embargo, esa cifra fue la más alejada del resultado real que alcanzó Oviedo. La que más se acercó fue la Invamer, que le dio 19 por ciento de intención de voto.
A diferencia de Atlas, las otras cuatro encuestadoras le daban el segundo lugar al candidato del Pacto Histórico, Gustavo Bolívar, que alcanzó el 20 por ciento de la votación de la capital. Atlas Intel fue la más descachada con Bolívar, le dio el 23 por ciento de la votación, mientras que las encuestas de Invamer y Gad3 se acercaron con un 21 por ciento de la intención de voto.
Solo Atlas Intel e Invamer le pegaron a la votación de “Fico” en Medellín
Todas las encuestas preveían una victoria arrasadora por parte del excandidato presidencial Federico Gutiérrez en la capital antioqueña. Sin embargo, solo las encuestas de Invamer y de Atlas Intel fueron capaces de prever la magnitud de la victoria de Gutiérrez. Invamer le daba el 71 por ciento de la intención de voto, Atlas el 70 por ciento. Dentro del margen de error reportado por las dos encuestas, le pegaron al 73,3 por ciento que consiguió el candidato de la derecha.
La encuesta que más se alejó del resultado de “Fico” fue Guarumo, que le daba el 63 por ciento de la intención de voto. CNC también tuvo un descache grande, en su última medición “Fico” tenía el 65 por ciento de la intención de voto de los paisas.
CNC también tuvo el mayor descache con la votación de Juan Carlos Upegui, el candidato del exalcalde Daniel Quintero, le daba el 19 por ciento, en comparación con el 10 por ciento que obtuvo el candidato.
Las encuestas subestimaron a Eder y sobreestimaron a “El Chontico” Ortiz
En Cali, solo Atlas Intel y Guarumo le daban la victoria al hoy alcalde Alejandro Eder. Atlas Intel anticipaba un 36 por ciento de la intención de voto y Guarumo un 33 por ciento, en comparación con el 29 y 32 por ciento que le daban, respectivamente, a Roberto “Chontico” Ortiz.
Eder ganó la Alcaldía con el 40,3 por ciento de los votos, mientras que Ortiz solo alcanzó el 28,2 por ciento.
La encuesta más descachada en la capital del Valle fue Invamer, que le dio el 28 por ciento de la intención de voto a Eder, la que más lo subestimó. Por otro lado, Gad3 fue la que más sobreestimó a Ortiz, a quien le dio el 37 por ciento de la intención de voto.
El caso de la encuestadora CNC es curioso, porque les daba a los dos candidatos un empate técnico en el 35 por ciento de la intención de voto de los caleños.
Dentro de su margen de error, Gad3 y Guarumo le pegaron al resultado de Char
Como en Medellín, la victoria de Char en Barranquilla estaba cantada incluso desde antes de que oficializara su candidatura. Sin embargo, todas las encuestas revisadas para esta nota sobreestimaron la intención de voto que alcanzaría.
La más descachada fue el Centro Nacional de Consultoría que le daba el 82 por ciento de la intención de voto al candidato de Cambio Radical. Esto contrasta con el 73,2 por ciento que obtuvo Char en Barranquilla.
Antonio Bohórquez, el candidato del petrismo en la capital del Atlántico, alcanzó el 9,3 por ciento de la votación, por debajo del 10,3 por ciento que obtuvo el voto en blanco. La encuesta que más se alejó del resultado de Bohórquez fue Atlas Intel, que le daba el 22 por ciento de la votación.
Las encuestas subestimaron a Carlos Parra en Bucaramanga
Excepto Guarumo, todas las encuestas dentro de su margen de error le pegaron al 34,6 por ciento que obtuvo el pastor Jaime Andrés Beltrán en Bucaramanga.
La sorpresa para las encuestas fue el verde Carlos Parra, que quedó segundo en la capital de Santander con un 14,7 por ciento. La única que le pegó a ese resultado fue Atlas Intel, que le ponía 14 por ciento al candidato. El resto de las encuestas le daban entre 10 y 11 por ciento a Parra.
Para hacer esta revisión, se tienen en cuenta las cinco casas encuestadoras que sacaron una medición en las últimas dos semanas antes de las elecciones, que midieron la intención de voto en las principales cinco ciudades del país y que publicaron la encuesta en algún medio de comunicación.
Para evaluar el desempeño de las encuestas, La Silla hizo una base de datos en la que tomaba los márgenes de error para cada ciudad y los sumó o restó a los resultados de intención de voto proyectada por las encuestas. Una vez hecho ese cálculo, se comparó la intención de voto de cada candidato con el porcentaje de la votación que obtuvo.
En cuanto al margen de error reportado por las encuestas había muchas disparidades, lo que les permite a las encuestas el chance de moverse entre los puntos porcentuales que han reportado. Eso, sin embargo, permite que encuestas con muestras grandes como Gad3 e Invamer tengan menor margen de maniobra frente a un descache. Mientras que encuestas como CNC —que reporta márgenes de error de casi 7 puntos porcentuales— tienen mayor espacio para el descache.
Por eso, se aplanaron estas disparidades, promediando el margen de error en cada ciudad y dándole el mismo margen a todas las encuestas según estas divisiones geográficas.