Hoy por primera vez, el Presidente dijo, sin ambiguedades, lo que ya todos suponían: que sí quiere ser presidente por tercera vez. Según dijeron congresistas que se reunieron con él por la mañana, Uribe les manifestó que “él le jala a la aceptación que la ciudadanía le haga”. Al mismo tiempo, les pidió que saquen adelante el referendo en los pocos días que le quedan de vida para que “los colombianos sepan a qué atenerse”. Sin embargo, minutos después, la conciliación fracasó en su segundo intento porque sólo acudieron 8 de los 25 conciliadores de la Cámara
Hoy por primera vez, el Presidente dijo, sin ambiguedades, lo que ya todos suponían: que sí quiere ser presidente por tercera vez. Según dijeron congresistas que se reunieron con él por la mañana, Uribe les manifestó que “él le jala a la aceptación que la ciudadanía le haga”. Al mismo tiempo, les pidió que saquen adelante el referendo en los pocos días que le quedan de vida para que “los colombianos sepan a qué atenerse”. Sin embargo, minutos después, la conciliación fracasó en su segundo intento porque sólo acudieron 8 de los 25 conciliadores de la Cámara.
Ante la inminente muerte del referendo, en los pasillos del Congreso comienza a hablarse del Plan B: apelar al artículo 104 de la Constitución y convocar una consulta popular con la firma de todos los ministros para que el pueblo se pronuncie directamente. Aunque sería abiertamente ilegal, se constituiría en la última escena de un guión que habría comenzado a escribirse con el Estado de Opinión y que pasaría por el video de Rodrigo Rivera apelando al valor de las firmas por “encima de la política”.