En medio de una tormenta política, un viernes, a las 7:41 de la noche, y sin ministra en funciones, el Ministerio de las TIC le dio el pinchazo final a una convocatoria que tenía como objetivo ser un salvavidas para los medios de comunicación del país.
La decisión se tomó un día después de la renuncia de la ministra Karen Abudinen, en medio del escándalo por el contrato de Centros Poblados, con el argumento de que ninguno de los medios que se presentó a la convocatoria cumplió con los requisitos.
La forma como se manejó el proceso en el MinTic, y la razón que dio la cartera para detener el proceso, generó sospechas y molestias de expertos, gremios y medios que participaron en el proceso.
Así las cosas, la estrategia que pretendía ser un alivio para los medios (y un mecanismo con el que el presidente Iván Duque podría ganar afectos en las regiones para 2022), terminó siendo un nuevo objeto de discordia entre el Gobierno Nacional y los medios de comunicación.
“Es absurdo que nadie haya clasificado”, dice Tulio Ángel, vocero de Asomedios.
Una serie de eventos desafortunados
El 27 de mayo el Ministerio abrió la convocatoria para que medios de radio, televisión, periódicos, revistas y digitales presentaran sus propuestas. Era una respuesta a pedido de gremios de medios de comunicación que enfrentan desde hace varios años una crisis en su modelo de negocios afectado por la caída de ventas por publicidad y la irrupción de nuevas estrategias de publicidad digital. Una crisis que fue profundizada por la crisis económica que trajo la pandemia.
En la convocatoria especificaba que destinaría 85.000 millones de pesos para financiar proyectos para capacitación o implementación de nuevas tecnologías en los procesos de las empresas que se presentaran.
El 8 de julio se cerró la convocatoria: se presentaron 354 proyectos de 322 medios de comunicación. La convocatoria captó más a medios regionales y comunitarios, solo tres nacionales se presentaron. (La Silla Vacía no participó en esta convocatoria)
Casi un mes después, el 6 de agosto el Ministerio presentó la evaluación preliminar de las propuestas recibidas: el informe decía que ninguna de las 354 propuestas había cumplido la totalidad de requisitos. Entonces, les dio plazo hasta el 13 de agosto para corregir sus proyectos, y avisó que el 31 de agosto publicaría el informe final: el listado de proyectos que podrían participar en el sorteo del Ministerio de las TIC.
Muchos de estos medios corrieron para subsanar sus propuestas. El Ministerio no ha publicado la información de cuántos medios lograron corregir sus propuestas, pero los informes publicados previamente por la cartera muestran que varios de los errores se podían corregir.
Sin embargo, el 26 de agosto, el Subdirector de Transformación Sectorial del viceministerio de Transformación Digital, Simón Osorio, escribió un informe en el que decía que había “deficiencias de orden técnico y conceptual” en los proyectos, y con pocos detalles más sembró el sustento para cerrar posteriormente toda la convocatoria.
Sin embargo, el Ministerio decidió aplazar la comunicación de una decisión final, que estaba prevista para el 31 de agosto, justo en la antesala al debate de moción de censura, hasta el 10 de septiembre.
Una fuente del Ministerio le dijo a La Silla Vacía que el tema generó una discusión entre altos funcionarios de la cartera. Debatieron cómo se vería ante la opinión pública que en la misma semana en que en el Congreso libraba un debate de moción de censura contra la ministra Abudinen, tras denuncias de periodistas que revelaron irregularidades en un contrato, se echara para atrás el auxilio prometido a los medios.
“No había cómo ganar, si se cerraba la convocatoria se vería como un castigo a los medios, si se dejaba abierta se vería como un soborno”, dijo la fuente.
La Silla no pudo establecer si fue ese el principal argumento que llevó al Ministerio a mover el anuncio de cerrar la convocatoria. El viceministro de Transformación Digital y la jefe de prensa de la cartera no respondieron a preguntas al respecto.
En todo caso, la renuncia de la Ministra sí atrasó la decisión: la reunión en la que se iba a decidir qué hacer con la convocatoria estaba citada para el 9 de septiembre, el día en que Abudinen salió del cargo. Por eso la decisión terminó tomándose al día siguiente, viernes por la tarde, y la resolución que cerraba la convocatoria se publicó a las 9 de la noche en la página del Ministerio.
La resolución no tenía la firma de la Ministra saliente, sino por el viceministro de Transformación Digital, Iván Mauricio Durán; y la secretaria General, Vanessa Daza, que días antes había presentado su carta de renuncia, también por el escándalo de Centros Poblados.
Ese ambiente enrarecido es la razón por la que empresarios y gremios del sector de medios explican el fracaso de la convocatoria.
Los cuestionamientos de los defensores del auxilio
“Claramente fue una decisión política (…) Luce burdo el increíble argumento de decir que ¡ninguno! de los 354 aspirantes había cumplido con los requisitos”, dijo a La Silla el analista de medios (y uno de los críticos de la convocatoria) Guillermo Franco.
Al revisar el informe de evaluación financiera presentado por el mismo Ministerio de las TIC, la mayoría de los medios que no había cumplido este requisito tenía problemas como la falta de una firma de representante legal, o de un contador, o que había errores de cálculo en el IVA, o en facturas.
Errores que a simple vista se ven corregibles.
Alejandro Ramírez Blanco, presidente de Galvis Ramírez SA, dice que, por ejemplo, en las tres propuestas que enviaron a la convocatoria debían actualizar las tasas de cambio que estaban en las cotizaciones y hacer ajustes menores. Enviaron el proyecto corregido, y hasta el lunes de esta semana no habían recibido comunicación ni retroalimentación.
“El Gobierno tuvo la mejor intención – dice Ramírez – pero el proyecto fracasó, tuvo muchos críticos”. Agregó que en Vanguardia, el principal diario de Santander, decidieron no volver a participar en este tipo de convocatorias por el riesgo reputacional y el desgaste que implica.
Para Werner Zitzmann la decisión de terminar la convocatoria fue una burla a los medios de comunicación que participaron y que invirtieron tiempo y dinero en hacer y corregir sus propuestas. “(La resolución del Ministerio) es una diatriba jurídica para justificar la terminación anticipada, porque no se lograrían a su juicio los propósitos de la convocatoria”, explicó.
De acuerdo con la resolución del Ministerio, al no publicar un informe final sobre las propuestas de los medios y optar por terminar anticipadamente la convocatoria, las empresas que participaron en ella no tienen derechos adquiridos porque el auxilio solo era una expectativa. En otras palabras, no tienen derecho a reclamar.
Ahora, los 85.000 millones de pesos vuelven a estar en el presupuesto general del MinTic y será la próxima ministra la encargada de decidir si abre una nueva convocatoria para dar auxilios a los medios o no.