“Me mamé de mi mamá”, sentenció Juan Carlos Cárdenas cuando hizo oficial en medios el divorcio con Rodolfo Hernández, quien lo llevó en hombros a la Alcaldía de Bucaramanga con el compromiso de mantenerse alejado de la política tradicional. 

El distanciamiento entre el actual alcalde y su padrino arrancó justo desde el momento mismo de su posesión. Empezó como un choque de personalidades, más que un desacuerdo de fondo. Cárdenas seguía siendo un símbolo de independencia frente a la vieja política bumanguesa, un outsider que nunca había estado en política.

Pero ahora, en la recta final de su gobierno, La Silla Vacía revela cómo el ejercicio del poder del alcalde se pervirtió. Esta investigación consultó a más de 15 funcionarios, políticos y empresarios, y decenas de registros de contratación y empresas. Muestra como el alcalde, peleado con su mentor, fue adquiriendo prácticas políticas cuestionables de personas de su entorno que suplieron su inexperiencia.

Cárdenas pasó de hacer nombramientos meritocráticos a repartir burocracia y contratos, incluyendo de alimentación escolar, con cálculos políticos. Además, ha apoyado a candidatos desde el sector público, para perpetuar su círculo de poder en otros cargos, incluyendo la futura alcaldía de Bucaramanga. Todo esto a través de la participación de contratistas y empresarios cuestionados. Se trata de un entramado que se conecta con las denuncias sobre presunta contratación amañada en medios locales y cambios de perfiles en los cargos directivos de la administración.

Cuatro personas están detrás de la transición de un ingeniero que había trabajado en Cemex a político tradicional. Cada una representa un eje en su cambio en el poder.

La jefe de gobernanza de Cárdenas, Saharay Rojas, un cargo similar a un jefe de gabinete, es quien organiza la repartición de cargos. Su estratega de campaña y consejero en la sombra es el consultor político, Andrés Peralta. Su amigo de parrandas, el empresario Mauricio Niño influye en decisiones políticas. Y, el megacontratista Carlos Duarte, es quien está impulsando la campaña para dejar un heredero, Carlos Sotomonte.

El alcalde no respondió las preguntas que le hicimos llegar para esta historia.

Carlos Duarte: el contratista que juega en campañas

Es un empresario que arrancó siendo contratista de servicios de aseo y suministro de alimentos en hospitales. Desde el 2017 también incursionó al gremio de los contratistas de los programas de alimentación escolar, en medio de denuncias sobre favorecimientos políticos a sus consorcios

Desde entonces se ha consolidado como uno de los contratistas más robustos de Santander y a la par se ha metido en la sombra en las campañas políticas de la región.

En 2019 La Silla Vacía reveló cómo a través de un colectivo llamado Gente Valiente eligió a un concejal en Bucaramanga, a Carlos Barajas del partido Verde, quien se sumó a la coalición de Cárdenas. Además, puso 9 mil votos a la Asamblea y respaldó a los candidatos punteros en las carreras por la Alcaldía de Bucaramanga y la Gobernación de Santander.

Justo ahí se cruzó con el alcalde Juan Carlos Cárdenas, a quien le hizo reuniones políticas e incluso le armó una agenda para que hiciera campaña con sus empleados y redes de contactos. Una vez Cárdenas se eligió, nombró a Nathalia Badillo, esposa de Duarte, en el comité de empalme en la ‘Comisión de inclusión social poblacional’.

“Estuvo durante el último mes de la campaña y puso toda su red de empleados para la campaña. Son unos cinco mil, que es un capital muy interesante para cualquier aspiración política”, aseguró una fuente que estuvo dentro de la campaña de Cárdenas y lo supo de primera mano.

Después del empalme los Duarte Badillo no volvieron a figurar en los cargos de la alcaldía. Pero con una complicada malla empresarial que han tejido en los últimos años, se han quedado con la ejecución de varios miles de millones de pesos de la ciudad.

Los esposos Duarte Badillo suelen camuflar sus intereses políticos y económicos. Intercambian de nombre sus empresas o se los cambian completamente, modifican las participaciones societarias, las direcciones y representantes legales constantemente.

La Silla desenredó el entramado empresarial y encontró 10 empresas en las que se han cruzado socios, empleados, delegados, abogados, contadores, y, en varios casos, direcciones y teléfonos.

Al menos seis son contratistas del Estado, dos son holdings con los que concentran manejo de activos y utilidades, una es un restaurante y la restante le suministra personal a las demás.

Así se ve la malla.

Cinco de esas empresas (ver aquí el detalle), según los reportes de contratación estatal, han tenido contratos con el Instituto de Salud de Bucaramanga, Isabú, entre 2020 y lo que va de este año. La suma supera los 3.400 millones, y de esos, 2.900 millones se los ha ganado a dedo (es decir sin concurso) o siendo único oferente.

El gerente del Isabú, Germán Gómez, dijo que no sabía que había una concentración en la contratación de las empresas de los Duarte porque “solo miramos representantes legales”. Además, aseguró que los procesos de contratación fueron revisados por la oficina de transparencia del municipio, que instaló Cárdenas como parte de su promesa anticorrupción. 

El alcalde Juan Carlos Cárdenas envió una comunicación a La Silla once días después de esta publicación diciendo: “he oficiado a los entes de control para pedir vigilancia exclusiva” respecto a esa contratación y asegurando que toda había sido revisado por la oficina de Transparencia. 

Ahí estaba María Juliana Acebedo, quien hasta enero pasado ocupó ese cargo. Ella le dijo a La Silla que su oficina solo revisaba las condiciones de los contratos que se sometían a concurso y no la directa, que fue la principal de los Duarte. “La contratación directa jamás fue del resorte de la Oficina de Transparencia”, afirmó.

Con el PAE, la otra línea de negocio, los Duarte Badillo también ganaron en Bucaramanga y lo hicieron por punta y punta. Tienen participación en los dos contratos por 41 mil millones de pesos que entregó Cárdenas en diciembre pasado.

En el primer contrato -el único sonado hasta ahora- figuran con Eco servir y Eco catering (20 mil millones). En el otro aparecen con la asociación “Las Mil Manuelas”. Esa firma la crearon en 2021 a través de Óscar Díaz (relacionado con 8 de las 10 empresas del grupo), y David Castrillón Calderón, (relacionado en tres empresas del grupo y quien trabajó como asesor del concejal de los Duarte, Carlos Barajas).

Las Mil Manuelas pasó su sede a Arauca poco tiempo después de creada y toda su experiencia está relacionada con las demás empresas de los Duarte Badillo. 

De nuevo, en estos contratos la alcaldía ha asegurado que esos procesos de selección fueron revisados por la exdirectora de transparencia Acebedo, pero ella explicó que solo estuvo en la parte inicial de las licitaciones porque le pidieron la renuncia.

“No sé si hubo cambios posteriores, estos procesos tienen revisiones adicionales de las secretarías jurídica y de educación, y por eso es necesario que entes de control revisen y evalúen si hubo inconsistencias”, explicó la exfuncionaria.

En todo caso, la salida de Acebedo de la alcaldía mostró otro vaso comunicante entre los Duarte y la administración de Cárdenas. Tras pedirle la renuncia, el alcalde Cárdenas nombró en ese cargo a Adrián Ignacio González Jaimes, un abogado que ha representado los intereses de los Duarte. 

Es decir, los Duarte Badillo no solo contratan en Bucaramanga, sino que también tienen relaciones con el funcionario encargado de vigilar la transparencia en la inversión de la plata de la ciudad.

Le preguntamos a González si el matrimonio Duarte Badillo lo había recomendado con el alcalde y respondió que “no soy cuota del señor que usted menciona ni de su esposa”. Los Duarte Badillo no respondieron a ninguna de las preguntas que les enviamos.

En el comunicado que el alcalde envió a La Silla once días después de esta publicación, dice que su campaña “fue gerenciada y acompañada por personas del movimiento político Compromiso Ciudadano. Nunca he tenido negocios con Carlos Duarte. Lo conocí en campaña tras el apoyo que recibí del partido verde y sus candidatos”. Sobre la llegada de González, aseguró que se dio “tras evaluar 33 hojas de vida (…). No tiene ninguna recomendación”. 

La actividad de los Duarte Badillo va más allá de la contratación y siguen moviéndose en la política electoral. El restaurante Gran Parrillón, de propiedad de los esposos, ha sido la sede de otras empresas del grupo y ha servido como lugar de reuniones políticas. Allí fue donde se hizo el lanzamiento de la campaña para la alcaldía de Bucaramanga de Carlos Sotomonte, el candidato de Cárdenas.

En ese mismo restaurante ha hecho reuniones políticas con empleados de los Duarte.

El candidato Sotomonte le dijo a La Silla que los Duarte Badillo sí le pusieron a su disposición el restaurante para hacer eventos y le regalaron “algunos almuerzos” para sus eventos porque creen en su aspiración. Pero negó que tengan injerencia en su campaña. También aseguró que conoció a los Duarte Badillo desde la campaña de Juan Carlos Cárdenas.

La figuración de los Duarte Badillo en Bucaramanga, es muy similar a la que tuvieron en el Hospital Universitario de Santander, HUS, uno de los fortines políticos más apetecidos de la región porque maneja un presupuesto de 230 mil millones y cientos de empleos.

Su contratación aumentó ostensiblemente en ese hospital cuando empezó a ser manejado por la familia de Mauricio Niño, un empresario de los licores que se convirtió en uno de los amigos cercanos de Juan Carlos Cárdenas y que también tiene injerencia en la alcaldía.

Mauricio Niño: el empresario amigo de parranda

Es conocido como el zar de los licores en Santander porque maneja la distribución de la Fábrica de Licores de Antioquia en varios departamentos del país. Es amigo de buena parte de la clase política del departamento porque suele aportar a campañas por debajo de la mesa

“Mauricio es amigo de muchos. Por ejemplo, yo le pido que me regale aguardiente para repartir cuando estoy de campaña”, aseguró a La Silla un senador que lo contó bajo condición de anonimato porque no reportó esos aportes.

Niño conoció a Cárdenas en la recta final de la campaña en 2019, explicaron por separado tres personas que estuvieron en el equipo que respaldó a Cárdenas. Empezó como un contacto social, en un ambiente que le gusta a Cárdenas: la fiesta.

Según el comunicado del alcalde enviado a La Silla once días después de esta publicación: “respecto a Mauricio Niño hay una amistad familiar desde los años 80, no desde campaña”. 

Luego, Niño fue quien gestionó un encuentro entre el entonces electo alcalde de Bucaramanga y el de Medellín, Daniel Quintero, aprovechando sus relaciones en Antioquia, producto de su trabajo como distribuidor de licores. Ese encuentro terminó con una cena privada en el apartamento del entonces gobernador de Antioquia, Luis Pérez, de la que se conserva una fotografía. 

Nueve fuentes que hablaron con La Silla sobre esta relación coincidieron en que Niño es hombre de confianza y consejero de Cárdenas. Una unión que se ha consolidado en los eventos sociales a los que Cárdenas es asiduo asistente. 

#Video | Hay polémica en #Bucaramanga por un video divulgado en redes en donde se ve al alcalde Juan Carlos Cárdenas ingiriendo alcohol en medio de un concierto vallenato. La @AlcaldiaBGA asegura que el mandatario no estaba borracho y que solo le recibió un trago a un ciudadano. pic.twitter.com/mLIIUtuK1a

— RCN Radio Bucaramanga (@RCNBga) December 2, 2021

“Niño y Cárdenas se fueron acercando de rumba en rumba”, dijo una fuente cercana al Alcalde. “Niño es encantador como anfitrión y tiene la capacidad de acogerte. Así se acercó a Cárdenas”, dijo un político amigo del empresario.

Mauricio Niño, según le reconocieron dos fuentes que se mueven dentro del primer círculo de Cárdenas, fue quien acercó a esa administración al senador liberal Jaime Durán, a quien la alcaldía le movió contratistas en las legislativas del año pasado como lo reveló La Silla en su momento.

Durán le reconoció a La Silla que Niño era su amigo pero negó que él lo acercara a Cárdenas. En su lugar, aseguró que conocía al alcalde por amigos en común en San Gil, su municipio de origen y su fortín político.

Y aunque esa cercanía era un secreto a voces dentro de la alcaldía, salió del closet durante las ferias de Bucaramanga el año pasado.

El alcalde rompió con la tradición de su otrora padrino Rodolfo de hacer ferias enfocadas en muestras culturales y en su lugar volvió a promover grandes conciertos y el consumo de licor en la ciudad. Niño fue el que estuvo detrás de esa organización.

Así se lo reconoció a La Silla el empresario de conciertos, Harrison González, quien aseguró que fue Niño quien le propuso organizar el ‘Megaconcierto’, que fue el evento principal en Bucaramanga. “Mauricio Niño fue el que me invitó. Yo hace como 10 años no hacía eventos en Bucaramanga”, aseguró González.

La Silla supo por una fuente que estuvo dentro del proceso de contratación de las ferias que inicialmente la alcaldía consideró financiar directamente ese evento. Pero, la idea generó resistencia dentro de un sector de los funcionarios y por eso desistieron.

Sin embargo, Cárdenas designó a empleados de la administración para que buscaran empresas que compraran la boletería y aseguraran la financiación del evento. Es decir, el alcalde destinó capital humano de la alcaldía para un concierto privado.

“No se buscaron contratistas de ninguna manera, pero sí pensamos en grandes empresarios. La idea fue que ellos luego regalaran esas boletas a los ciudadanos para que asistieran al megaconcierto y así se hizo. El despacho fue el que dio la instrucción”, aseguró Martha Lancheros, una de las funcionarias que estuvo encargada de esa tarea.

La figuración de Niño en la alcaldía también ha estado ligada al creciente poder de Saharay Rojas, la jefe de gobernanza de la Alcaldía.

Según dos fuentes dentro de la alcaldía, Saharay Rojas dijo en varios escenarios que sin Niño las ferias de Bucaramanga no se hubieran hecho. El empresario de conciertos Harrison González, también reconoció que ella “ayudó”, aunque no dio detalles al respecto.

Mauricio Niño no respondió las preguntas enviadas a su celular.

Saharay Rojas: la repartija del poder

La actual jefe de gobernanza de Cárdenas llegó a Bucaramanga siendo desconocida en los círculos de poder locales. Saharay Rojas Téllez, de 32 años, es una abogada tributarista que venía de ejercer como secretaria de Hacienda en la administración de Rodrigo Lara en Neiva.

Una fuente cercana a ella y dos que en su momento eran cercanas al alcalde Cárdenas, le dijeron a La Silla que más que su hoja de vida o su paso por la administración de Neiva, fue su personalidad “arrolladora” la que convenció al alcalde para confiarle la secretaría de Hacienda.

“Ya había un nombre para secretario de Hacienda pero alguien le recomendó su hoja de vida, Cárdenas pidió entrevistarla y de la entrevista salió encantado”, dijo una de esas fuentes. “Ella transmite mucha seguridad, algo que le venía muy bien a Cárdenas en medio de su inexperiencia”, dijo otra de esas fuentes.

La seguridad que Saharay Rojas aportó desde el principio fue en función de mantener una buena relación con el Concejo. Se acercó a la coalición mayoritaria de 11 que no hicieron campaña con Cárdenas y venían de sectores políticos tradicionales, opuestos a él. Por eso mismo, ella fue conocida entre los concejales de Neiva en su paso por la Secretaría.

“Durante un buen tiempo ella (Rojas) era quien manejaba la relación con los concejales, la mayoría que luego fueron capturados por la Fiscalía por vicios en la elección del contralor y del personero de Neiva. Con algunos tenía mucha confianza. Es una persona astuta y hábil para eso”, le dijo a La Silla el exconcejal de Neiva, Mateo Trujillo.

Tal y como reveló La Silla en su momento, desde el segundo semestre de 2020 en la Secretaría de Hacienda dirigida por Rojas aparecieron perfiles de contratistas con un patrón: venían de trabajar en la Contraloría municipal, un fortín político.

Según la comunicación del alcalde enviada once días después de esta publicación: “Saharay Rojas se vinculó después de entrevistar a diferentes expertos en hacienda pública del país. (…) Hoy es quien lidera los diferentes proyectos de acuerdo que presentamos desde la administración al Concejo”. 

La repartición burocrática coincidió con el aumento del número de contratistas en esa cartera. Comparando exclusivamente la contratación por prestación de servicios en Hacienda durante el primer mes de 2021 pasó de 61 contratos a 110 en 2022.

Pero la contratación menuda no es la única que se pervirtió en el despacho de Rojas. El año pasado, en la Secretaría de Hacienda apareció un contratista al que le han entregado a dedo 2 contratos (vea aquí y aquí) tasados en 4 mil millones. Su nombre es Gime Alexander Rodríguez y es dueño de la firma de abogados Rodríguez Correa y Asociados.

La secretaria Rojas trajo a Rodríguez para hacer cobranzas en la alcaldía, porque según ella su firma es de las que más experiencia tiene en el municipio. Sin embargo, solo 5 meses antes de que le entregaran el contrato su empresa no tenía dentro de su objeto hacer la labor específica para la que lo contrataron y en realidad quien había trabajado en eso era Rodríguez a título personal.

El contratista Rodríguez es amigo personal del exconcejal de Cambio Radical, Fabián Oviedo (renunció el año pasado para lanzarse a la alcaldía este año). Asistió al matrimonio del político y comparten en eventos sociales. Oviedo le dijo a La Silla que sí lo conocía pero que no eran cercanos, incluso que no había votado por él sino por el concejal liberal Javier Ayala. 

Eventualmente, Rojas aumentó su poder dentro de la alcaldía de Cárdenas y se convirtió en el enlace entre los concejales y el despacho del alcalde para contratar personas recomendadas por ellos en un excel que maneja ella.

“Yo no sé que es el enlace. Claramente tengo una muy buena relación con los concejales. Siempre la he tenido porque creo que las investiduras se respetan. Las cuotas burocráticas no…no sé de qué hablas. No existe un trámite para eso”, le dijo la funcionaria a La Silla.

Sin embargo, varias fuentes le contaron a La Silla sobre la existencia del documento. Cada secretario debe enviar un listado de las personas que quieren contratar al despacho del Cárdenas. Luego, reciben de vuelta la lista con la aprobación.

Inicialmente ese protocolo sirvió para hacerle trazabilidad a la contratación. Pero tres exfuncionarios y dos funcionarios de la administración de Cárdenas le detallaron a La Silla que al cabo de unos meses ese protocolo se pervirtió. Los secretarios comenzaron a recibir el listado de vuelta con nombres adicionales a los que habían enviado. Eran personas que directamente el despacho elegía para contratar.

Esos nombres adicionales llegan al despacho del alcalde, según coincidieron todas las fuentes, a través de Saharay Rojas, quien cumple la función de direccionarlos a las secretarías con el visto bueno de Cárdenas.

Al pedirle a dos funcionarias de la secretaría Administrativa encargadas de manejar el Excel, ambas entendieron de qué les hablábamos y una fue a pedirle autorización a la secretaria Mónica Sarmiento para entregarlo.

La secretaria Sarmiento, vía Whatsapp, no negó la existencia del listado e intentó insinuar que era información de carácter reservado. Al final, dijo que respondería la solicitud por escrito, pero al momento de esta publicación no lo había hecho.

Sobre esa práctica, Rojas aseguró: “No tenemos esos trámites qué tu dices”. También aseguró que sí existe un listado de contratistas para saber quiénes son prioritarios para contratar y su nivel de tecnicismo y que “generalmente” no es ella quien participa en el control de esa tabla. Tampoco aclaró quién o quiénes son los encargados.

Ejemplos de este tipo de repartija burocrática se encuentran en los nombramientos de nueve jefes de control interno (pueden hacer investigaciones internas) de los institutos descentralizados de la alcaldía, en noviembre de 2021. La Silla los rastreó y encontró que siete están relacionados por políticos y periodistas de la ciudad, como parte de estructuras de políticos tradicionales de la época del alcalde liberal Luis Francisco Bohórquez (2012 – 2015).

Además, hay dos directamente relacionados con concejales actuales. Por un lado, el jefe de control interno del Instituto Municipal de Cultura y Turismo, Jaime Alberto Acosta Zamudio, quien fue el jefe de campaña del entonces concejal Fabián Oviedo de Cambio Radical.

Por otro, la jefe de control interno del Instituto de la Juventud, el Deporte y la Recreación, Ivonne Tatiana Reina Mantilla. Ella es conocida en los círculos políticos de Bucaramanga como miembro del grupo del concejal Cristián Reyes, de Cambio Radical.

Al respecto, el exconcejal Oviedo le dijo a La Silla que aunque sí era amigo personal de Acosta, no había intermediado en su nombramiento. Por su parte, el concejal Reyes dijo que sí conocía a Ivonne Reina y a su familia comerciante, pero que no tenía estructura política ni tuvo injerencia en su proceso de contratación.

En octubre del año pasado el poder de la secretaria Rojas se consolidó. Se convirtió en la jefa de Gobernanza del alcalde Cárdenas. Ese cargo, inventado por Rodolfo Hernández, tiene el poder de tirar línea entre los secretarios y la vocería oficial del alcalde.

Para ese momento Rojas ya era considerada la segunda al mando de la administración. Tenía vocería pública de temas que no eran de su cartera y, según aseguraron a La Silla varias fuentes consultadas, aún siendo secretaria de Hacienda, Rojas solía contactar a los secretarios para entregarles directrices del despacho.

Andrés Peralta: el estratega del proyecto político

En la campaña de Carlos Sotomonte, el candidato de Juan Carlos Cárdenas, está uno de los hombres de confianza de Juan Carlos Cárdenas desde que se estrenó como político: Andrés Peralta Goelkel. Él es conocido en los círculos políticos de Santander porque ha sido estratega de varias campañas y ha asesorado en comunicaciones a algunos gobiernos.

El más recordado es su rol como asesor del exsenador corrupto Iván Moreno Rojas, durante su paso por la Alcaldía de Bucaramanga (2001-2003). También asesoró la campaña del exalcalde liberal Luis Francisco Bohórquez (2012 – 2015) y la gobernación de Horacio Serpa (2008-2011).

A mediados de 2019 se convirtió en el estratega de la campaña de Juan Carlos Cárdenas, recomendado por Diana Giraldo, entonces directora del periódico Vanguardia, del que Peralta era columnista.

Giraldo detalló que la recomendación ocurrió cuando Cárdenas era candidato y visitó el periódico regional: “Me dijo que él no conocía a nadie en la ciudad que manejara las comunicaciones de su campaña, que si yo conocía a alguien. Le dije que la única persona que yo sabía que manejaba campañas políticas en Bucaramanga era Andrés Peralta y que no podía decirle ni siquiera si era una persona honesta o no porque había manejado la campaña de Bohórquez y las de varios funcionarios cuestionados”.

Su papel en campaña, según tres personas que estuvieron en el círculo cercano del alcalde, era el de tirar línea para las comunicaciones así como conectar a Cárdenas con el mundo político local, desconocido por el entonces candidato.

Peralta se ganó la confianza de Cárdenas porque, así como Rojas, le proveía seguridad en la arena política. Aunque nunca ha figurado de frente en su administración, salvo por su aparición en el equipo coordinador de empalme, su presencia se mantiene.

Cuatro fuentes que tienen como saberlo (dos de ellas que trabajan en la alcaldía), le contaron a La Silla que Peralta es quien coordina, sin tener relación contractual alguna, el equipo de comunicaciones de la alcaldía. En situaciones de crisis, como golpes a la imagen del alcalde, es quien decide qué mensaje se debe lanzar para contrarrestar.

Además, tiene gente de su entera confianza dentro.

Desde el empalme, su esposa, Claudia Orellana, asumió el manejo de temas administrativos y financieros. Fue asesora para “la gestión efectiva del despacho” los dos primeros años de Gobierno y desde ese cargo, tenía a cargo la gran base de datos de excel que contenía los listados de contratistas aprobados por el despacho. Es decir, era ella quien, con instrucción de Saharay Rojas, incluía y distribuía a los contratistas recomendados por concejales.

En septiembre de 2021 Orellana fue nombrada como secretaria administrativa encargada y a los dos meses como jefe de control interno de la alcaldía, un cargo con periodo cuatro años.

Además de su esposa, Peralta recomendó a César Augusto Tavera, quien también trabajó con Iván Moreno Rojas, para asesorar el despacho. Según dos fuentes que conocen el manejo interno de la administración, Tavera es “los ojos y oídos de Peralta” dentro del palacio municipal.

En junio de 2020 Tavera entró a la administración de Cárdenas como contratista. Su función era “diseñar alternativas” para promover la participación ciudadana y “formular contenidos” para fortalecimiento institucional. Según detallaron dos fuentes del gabinete, Tavera fue quien ideó la Cátedra del Agua, un proyecto que lideró el ahora candidato Carlos Sotomonte cuando era funcionario de Cárdenas y que promovía la defensa del páramo de Santurbán. Desde abril de 2021, Tavera es asesor de despacho.

Y por último, según cuatro fuentes entre exfuncionarios y funcionarios actuales, Peralta fue quien recomendó para el cargo al actual gerente del Isabú, Germán Gómez Lizarazo. Justamente, la institución donde el contratista Carlos Duarte se ha quedado con la ejecución de varios miles de millones en la administración Cárdenas.

Según la comunicación del alcalde enviada once días después de esta publicación “Andrés Peralta nunca ha tenido vínculo con la administración y todas las personas que relacionan con él y hoy hacen parte de la Alcaldía, llegaron tras trabajar o impulsar mi campaña en 2019”. 

Peralta reconoció a La Silla que sugirió los nombres de Orellana “porque más allá de que fuera mi esposa es una persona técnica con conocimiento jurídico y administrativo” y de Tavera porque “ayudó en la campaña a diseñar las líneas de gobierno”.

Dentro de la alcaldía hay un contratista de prestación de servicios que también está relacionado con la campaña de Sotomonte, el candidato que Cárdenas está apoyando desde la alcaldía.

Se trata de Nicolas Francisco Suárez, un bachiller que desde finales de 2021 se encarga de responder peticiones, quejas y reclamos en el municipio y que tiene una empresa llamada Colombia Se Informa. Esa firma ha sido usada por Peralta y la campaña de Sotomonte para hacer mediciones de opinión y algunos de sus integrantes estuvieron encargados de recogerle firmas al precandidato Sotomonte para avalarse por su movimiento, Coraje.

En el comunicado que envió el alcalde a La Silla dice que “hoy no existe el interés de tener un candidato a la Alcaldía de Bucaramanga ni se ha dado la directriz de promover un nombre en particular. Como tampoco lo tuve en las elecciones al congreso y a presidencia”. 

Si prospera esta candidatura en las elecciones de octubre de este año, Cárdenas habría logrado lo que aspiraron a hacer los gamonales tradicionales en la capital de Santander. El ingeniero que llegó como un outsider de la política dejaría un sucesor para que su grupo siga teniendo aliados con quien administra los recursos de Bucaramanga. 

*Nota del editor: Este artículo fue actualizado once días después de su publicación luego de que el alcalde enviara sus apreciaciones sobre el mismo, aunque sin responder las preguntas que La Silla le envió antes de que fuese publicado. 

Cubro política menuda en los santanderes y conflicto en la frontera colombovenezolana. Soy comunicadora social con énfasis en periodismo en la Universidad Autónoma de Bucaramanga. En 2015 gané el premio de periodismo regional Luis Enrique Figueroa Rey, y en 2019 y 2020 el premio de periodismo regional...

Soy Periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana de Bucaramanga. En La Silla hago parte de la Unidad Investigativa y cubro el caso Uribe. Contacto: jprieto@lasillavacia.com Twitter: @jinethprieto

Soy la Coordinadora Gráfica de La Silla, donde trabajo con periodistas para contar historias sobre el poder en Colombia de manera gráfica e interactiva. Me encargo de mantener la identidad visual en la página web y en los contenidos que publicamos en redes sociales. Estudié Diseño con énfasis...