Momento en el que la alcaldesa Claudia López firma el acuerdo entre el Distrito y las EPS.

En medio de las presiones de Petro para que Bogotá implemente un esquema público de seguimiento al coronavirus, la Alcaldesa de Bogotá hizo un acuerdo con las aseguradoras.

 

Entre la ola de medidas que los alcaldes han ido sacando por su cuenta para afrontar la emergencia por el coronavirus, que en Bogotá tiene el simulacro de aislamiento de este fin de semana como una de sus principales apuestas para prepararse, la alcaldesa Claudia López también echó a andar un acuerdo con las EPS con el que pretende aplicar un modelo propio para afrontar la crisis.

Y al tiempo, políticamente, acrecienta sus diferencias con Gustavo Petro en un momento en el que el exalcalde, minuto a minuto, escribe trinos virales en los que trata de presionar para que la Alcaldía retome en estos momentos programas que él implementó como alcalde.

El acuerdo que hizo López consiste en que las EPS del régimen contributivo que más afiliados tienen en la ciudad (entre las que están Salud Total, Compensar, Sánitas y Famisanar, de acuerdo con la Secretaría de Salud) les hagan seguimiento a pacientes infectados de coronavirus o sospechosos de estar contagiados, sin importar sin son sus afiliados o no.

Ese es un cambio grande teniendo en cuenta la forma como generalmente opera el sistema. “Si, por ejemplo, vivo con mi papá y mi mamá y un primo es posible que cada uno tenga un asegurador diferente, así que en circunstancias normales si alguien de la EPS de mi primo llega a la casa a atenderlo a él, y yo no tengo su misma afiliación, no me podrían atender a mí”, explica el subsecretario de Salud y Aseguramiento de Bogotá, Manuel González.

“Cada EPS se comprometió a dar plata para pagarlo, en un compromiso que se hizo con sus presidentes”, le dijo a La Silla Vacía el Vicepresidente de Salud de Acemi (el gremio que agrupa a las EPS), Fabián Cardona.

El plan consiste en que los hospitales establecen qué pacientes necesitan atención domiciliaria, y les envían equipos de médicos y enfermeras pagados por las EPS (meterán la plata en una bolsa común) para que vayan a las casas de esas personas, que deben cumplir tres condiciones: que ya les hayan confirmado que están contagiadas, o que tengan sospechosas de estar enfermos, o que hayan tenido contactos estrechos con pacientes confirmados.

“Si en un edificio existen afiliados a diferentes EPS, como es natural, los contactos que tengamos de atención domiciliaria serían los mismos para todo el edificio, independientemente de si los habitantes del lugar están afiliados a diferentes empresas”, explica el Secretario de Salud, Alejandro Gómez. 

Las funciones de los equipos de atención, de acuerdo con el subsecretario González, van desde mirar la evolución de los pacientes para determinar si pueden seguir en la casa o necesitan ir al hospital, hasta tomar pruebas de laboratorio y dar recomendaciones a quienes estén aislados para que lo hagan en las condiciones correctas.

Que esto salga bien es clave en la actual fase de contención del virus (en la que se intenta que el sistema de salud detecte a todas las posibles personas infectadas para tener control sobre ellas) mientras la ciudad se prepara para la fase de mitigación, en la que controlar la circulación del virus es imposible y los hospitales pueden comenzar a llenarse de enfermos.

El objetivo es contar por ahora con 100 equipos, aunque no están funcionando todos desde un comienzo porque, como le dijo el subsecretario González a La Silla, se irán armando dependiendo de la demanda.

Este fue un plan que la Alcaldesa anunció desde el 11 de marzo, cuando declaró la alerta amarilla, y lo formalizó el lunes pasado con la firma del acuerdo, que anunciaron oficialmente como un acta de compromiso de las aseguradoras.

Al tiempo, le sirvió para meterse en la discusión con el petrismo, que para hacer atención domiciliaria viene pidiéndole, con Petro a la cabeza, que retome “Territorios Saludables”, el programa de salud en casa que él implementó cuando fue Alcalde (2012-2015).

Querido, lo estamos haciendo. Fue una de las cosas que te dije retomaríamos.

Vamos bien. No sólo @Bogota está organizando equipos territoriales de salud sino que también acordamos que la red privada EPS lo hiciera y trabajara en conjunto con nosotros. La unión nos da la fuerza!— Claudia López (@ClaudiaLopez) March 16, 2020

Efectivamente, López propuso en campaña retomar “Territorios saludables”, una estrategia en la que Petro contrató a 6 mil personas, entre médicos y profesionales de ciencias humanas y ambientales, para que se dividieran en mil equipos que fueran a casas, jardines y colegios de población vulnerable para hacer promoción de hábitos saludables y prevención de la enfermedad.

En su proyecto de Plan de Desarrollo, López lo propone como “un sistema de salud territorial en 200 territorios”. Sin embargo, como le dijo a Hollman Morris, su ex rival petrista a la Alcaldía, ella tiene la intención de trabajar también con las EPS, que para Petro no deberían tener cabida porque las vio como parte del problema. 

De hecho, él planteó “Territorios Saludables” como una manera de hacer lo que veía que estaban haciendo mal las aseguradoras.

López, en cambio, fue la que, según nos contaron por aparte el subsecretario de Salud y el Vicepresidente de Acemi, tuvo la iniciativa de llamar a las EPS con su secretario de Salud, Alejandro Gómez, para hacer el acuerdo.

Con éste espera cubrir los tiempos más álgidos de la emergencia, que la Secretaría de Salud proyecta que duren entre 18 y 20 semanas.

“De lograrse una solución eficiente y sostenible financieramente con los actores del sistema, podría convertirse en una forma de hacer prevención en salud”, escribió en Twitter el economista experto en políticas públicas Roberto Angulo.

Lo de la sostenibilidad financiera es un reto porque, por ejemplo, un médico directivo de un hospital de Bogotá, que no citamos porque no está autorizado para dar declaraciones, le dijo a La Silla que, conociendo el sistema, la principal dificultad puede estar en cuadrar bien las cuentas.

“Para las subredes de hospitales (grupos en los que se organizan los hospitales de Bogotá según su ubicación geográfica) podría ser un problema, por ejemplo, que al final de la pandemia las EPS terminen cobrando servicios prestados a los precios que ellos definan”, agregó. La pelea producto de cuentas que ponen en desacuerdo a entidades públicas y las aseguradoras es, de hecho, una característica de la crisis del sistema.

El subsecretario de Salud le dijo a La Silla Vacía que el acuerdo incluye “auditoría e interventoría sobre el manejo de los recursos”, con lo que esperan que la plata al final no sea un problema.

Pero más allá de eso, aún está por verse si el modelo aguanta la dimensión de la emergencia, sobre todo después de que ayer la propia Alcaldesa admitió: “no sabemos exactamente cuántas personas nos faltan por identificar que estén contagiadas”.

Periodista. Pasé por La Patria, Congreso Visible y El Espectador. Cubrí para La Silla las movidas de poder en Bogotá y Cundinamarca mientras existió La Silla Cachaca entre 2017 y 2019. Ahora ando pendiente de las conversaciones que podamos dar y generar desde La Silla en redes sociales. De vez en...