El Polo Democrático hace parte de la coalición de Gobierno de Claudia López y a la vez del Pacto Histórico, que lidera Gustavo Petro. Esta doble relación es problemática por las constantes peleas y diferencias entre la alcaldesa y el senador. Tanto que entre las toldas amarillas se ha planteado en varias reuniones la posibilidad de apartarse del gobierno de López y declararse en independencia. Aunque las opiniones están divididas, eso, por ahora, no va a pasar.
El concejal Carlos Carrillo, por ejemplo, considera que las diferencias con la mandataria de Bogotá no son solo por los incumplimientos de los acuerdos con el Polo en campaña, sino porque “algunas de sus posturas van en contra incluso del ideario político del partido”.
Pero López tiene apoyo mayoritario entre ediles y concejales de Bogotá del Polo. Dentro de su gabinete tienen a una militante del partido, Xinia Navarro, secretaria de Integración, y antes concejal del partido. Además, los que apoyan a López en el Comité Ejecutivo del Polo han logrado que por ahora se mantenga la relación con la Alcaldía y el Pacto Histórico porque les sirve políticamente.
“Es una estupidez de Petro pelear con Claudia cuando sabe que necesita los votos que le puede poner en segunda vuelta. También es una bobería de los colegas del Polo buscar peleas que no le sirven en el futuro. Están siendo inmediatistas”, dijo un miembro del Comité Ejecutivo, que pidió no ser citado para hablar con libertad.
Contexto
Los sapos que se está tragando el Polo
Las razones de algunas figuras del Polo para romper cobijas con Claudia López, entre quienes están Alex López, presidente del partido, Germán Navas, Wilson Arias e Iván Cepeda empiezan por el incumplimiento a acuerdos en campaña.
Todas las fuentes del Polo consultadas para este artículo, incluidas las que apoyan a la mandataria, coinciden en que los dos sapos más emblemáticos que se han tragado son la construcción de TransMilenio por la 68 y por la Séptima, y la continuidad en general del sistema a través de los 22 corredores verdes en el POT.
“Yo me hice elegir con la promesa de que no se iba a hacer TransMilenio por la Séptima. Con que no se iba hacer la 68; la gente nos había manifestado que quería un tranvía y no lo cumplimos”, dice Edmundo López, edil de Chapinero. Agrega que tampoco se cumplió la promesa de frenar las obras en algunos humedales.
El concejal Celio Nieves, quien sí apoya a López, dice que “le hemos manifestado a la alcaldesa que la continuidad del TransMilenio no es lo mejor. Por eso también le votamos negativo el rescate social porque era un rescate al sistema”.
Otro de los puntos que aleja al Polo (y también a otros aliados) de la mandataria es la constante estigmatización de la población venezolana. Ella ha relacionado en múltiples ocasiones a los migrantes con el aumento del crimen y la inseguridad, y eso va en contra de “la solidaridad entre los pueblos latinoamericanos” que busca el Polo.
A algunos polistas también les preocupa que López haya relacionado al petrismo con el vandalismo en la protesta. “Es un imposible político ser gobierno de una líder que quiere destruir al proyecto político del que hacemos parte”, dijo el concejal Carrillo.
También es incómodo para el Polo, que tiene bases sindicalistas y representación en la protesta, que la mandataria haya impedido en algunos momentos las concentraciones. Lo hizo en puntos emblemáticos de la protesta, como Usme y los portales de Suba y Américas porque en esos lugares hubo enfrentamientos con el Esmad, abuso policial y actos de vandalismo de algunos manifestantes.
“Claudia se ha mostrado represiva y autoritaria con los manifestantes”, dijo el representante por Bogotá del Polo Germán Navas, quien nunca apoyó la candidatura de López. “Ella era la que decía que en su alcaldía nunca iba a haber Dylan Cruz. Y en su alcaldía masacraron a diez jóvenes en una noche”, agregó Carrillo.
A eso se suma un gabinete considerado por varios polistas “de derecha”, porque carteras importantes como Seguridad, Gobierno, Planeación, Hacienda y Movilidad están en cabezas de personas de centro o centro derecha.
Con el pan y con el queso
A pesar de esos incumplimientos, algunos consideran que el balance no es del todo negativo y que política y burocráticamente les conviene seguir como aliados con López. Además, ni la Colombia Humana ni la Alianza Verde les están exigiendo tomar un bando.
“En el Polo hay gente madura y con larga trayectoria. Ellos apoyan a Petro a la Presidencia y apoyan decididamente a Claudia como alcaldesa”, dijo Luis Ernesto Gómez, secretario de Gobierno. “Como concejales de Bogotá saben que su prioridad es que la ciudad salga adelante y que a la gente le vaya bien”.
En ese mismo sentido, un asesor de Petro dijo “entendemos la diplomacia del Polo porque ya tenían unos acuerdos con la Alcaldía, que hicieron además cuando Jorge Robledo hacía parte del partido. Eso no daña la relación porque sentimos el apoyo decidido del Polo a la Colombia Humana”.
Dos ediles del Polo de Bogotá, de los ocho que hay, y dos concejales, de tres, argumentan que el Polo ya le había dado el aval a la alcaldesa y que ha habido unos avances importantes en la política social, que precisamente lidera desde la secretaría de Integración la polista Navarro.
Nieves, por ejemplo, destaca la creación de siete manzanas del cuidado que ofrecen capacitación, formación y entretenimiento para las mujeres que se encargan del cuidado de otros. Ese proyecto, además del liderazgo de la Secretaría de Integración, es jalonado también por la de la Mujer. Ahí trabaja otra polista, Natalia Moreno, como líder técnica, y ex candidata al Concejo, quien además es una economista experta en temas de género.
En el Polo, la copresidenta del Comité en Bogotá, María Camila Camacho, celebra el aumento de los cupos universitarios de 20 mil a 50 mil, el uso de algunas sedes de colegios para programas de formación, que los colegios públicos ahora ofrecen los tres grados de preescolar, que era exclusiva de los colegios privados, y la posibilidad de un operador público de transporte.
En cuanto al Plan de Ordenamiento Territorial (POT), que se tramita en el Concejo, Argote y Nieves destacan que Claudia haya decidido no expandir la ciudad tanto como lo hacía Peñalosa, el cuidado de la Van der Hammen y otros humedales, la protección del borde del río Bogotá y de los cerros orientales.
Les conviene
Más allá de las promesas cumplidas e incumplidas, el Polo tiene intereses electorales que en el futuro podrían volver a acercar los caminos de Petro y Claudia. “Lo que necesitamos es ganar la presidencia. Esperamos que el Polo pueda ser un puente entre la Colombia Humana y el ala claudista. No solo para la segunda vuelta, sino para otras elecciones. Si Claudia apoya a Petro sabe que puede contar con él para las elecciones del 2026”, dijo un miembro del Comité Ejecutivo.
López ya apoyó a Petro en 2018, separándose del llamado al voto en blanco que hizo Sergio Fajardo. Pero en 2019 Petro no fue recíproco cuando López se lanzó a la Alcaldía. En cambio, el hoy candidato decidió hacerle campaña a Hollman Morris, que tenía posibilidades reducidas de ganar, por diferencias sobre el metro elevado.
Por eso es difícil un nuevo apoyo del ala claudista del Verde al líder de la Colombia Humana. Pero Argote, el concejal de Bogotá del Polo, considera que sí se podría dar, pues el partido Verde ya anunció que en segunda vuelta iban a apoyar al candidato alternativo y ese podría ser Petro.
El Polo está listo para jugar un rol estratégico en caso de que un acercamiento de este tipo sea necesario entre la izquierda y el sector de centro donde quiere jugar el sector del partido Verde de la alcaldesa. “Espero que las diferencias entre Petro y Claudia no lleguen tan lejos y que el Polo pueda ser esa bisagra de diálogo entre ambos. Las diferencias no son tan grandes como para que se vuelvan un traste para las elecciones”, dijo Nieves.
Por otro lado, al Polo le conviene mantener esta posición de intermediario entre un tire y afloje político entre Petro y López para mantener la participación burocrática en un gobierno más importante que tiene en el país. La secretaria Navarro, quien está a cargo de la secretaría de Integración, mueve un presupuesto de 6 billones de pesos en un área, la lucha contra la pobreza, del corazón del Polo.
“El acuerdo con López no fue programático, fue burocrático”, dice el concejal Carrillo. Otro miembro del Comité Ejecutivo asegura que el Polo tiene algunas cuotas burocráticas. “Muchos de los concejales y de los miembros comen de la mano de la billetera distrital con contratos. Argote y Celio Nieves están satisfechos”, dijo un edil. “No hay duda de que el Polo y el Moir (que ahora hace parte de Dignidad) tienen cuotas y por eso están tranquilos”, agregó un miembro del Comité Ejecutivo.
Además de la secretaría Navarro, el puesto de Moreno, ninguna de las fuentes pudo señalar puntualmente cuáles otros puestos tiene el Polo. Sí mencionaron un contrato por 8 millones de pesos a Reynaldo Dussán, hermano de Jaime Dussán, secretario general del Polo, para acompañar la gestión en las alcaldías locales.
Pero Nieves y Argote defienden que siempre que la administración ha incumplido los acuerdos no se han quedado callados en señal de independencia, y que Xinia llegó por méritos. En efecto, la bancada se ha apartado de proyectos claves de la Alcaldía, como el plan de rescate.
De todas maneras el Polo se va a reunir en diciembre en el Congreso Nacional y los que buscan la independencia al Gobierno de López van insistir en alejarse de la Alcaldía. En reuniones pasadas no se pudo lograr el quórum para hacer la votación. Para Carrillo se trata de un saboteo, pero para otros, como Argote, eso sucede porque no hay las mayorías para romper con un acuerdo que si bien hoy no lo parece, podría terminar sirviéndoles tanto a Petro como a López en el futuro.