Claudia López. Foto: Tomada de www.vanguardia.com

Aunque dice que aún no ha decidido, dentro de la Alianza Verde dan como un hecho que se lanza a la Alcaldía. Su llegada generaría resistencias que hasta ahora no genera Navarro, pero tiene el plus de la capacidad de movilización.

A pesar de que Claudia López dijo a finales del año pasado que en marzo anunciará si se lanza a la Alcaldía de Bogotá o vuelve a la carrera por la Presidencia, dentro de la Alianza Verde cada vez más consideran que es inminente su campaña por llegar al Palacio Liévano, y que lo que está por definir es el mecanismo para que entre ella y Antonio Navarro salga el candidato único del partido.

Su imagen cada vez más fuerte en la campaña por Bogotá mantiene la opción de los verdes de poner alcalde, aunque cambia algunas cosas para ese partido y para la campaña misma.

Los tiempos

Claudia López le dijo ayer a La Silla Cachaca que la decisión de lanzarse a la Alcaldía “no está tomada aún”.

Esta semana, sin embargo, citando fuentes de la Alianza Verde, Blu Radio y CM& lo dieron como un hecho, y La Silla Cachaca les preguntó a ocho militantes verdes que conocen las discusiones y movidas internas, y no dudaron en decir que así será.

López nos dijo que eso “obedece a que, en efecto, es una posibilidad y a que la he conversado con mucha gente”.

Esas conversaciones, nos dijeron por aparte dos dirigentes verdes en la ciudad que pidieron no ser citados para evitar discusiones internas, implican, por ejemplo, que ella “se ha reunido con todos los representantes de Bogotá a pedir el apoyo”.

Por eso, dentro del partido ya la pregunta no es si López se lanza, sino cuándo, además porque el momento en que lo haga puede marcar su rumbo.

Ella misma nos lo dijo así: “¡claro que el tiempo se me agota! Pero los que no han hecho una tesis de doctorado no se imaginan la concentración y dedicación que requiere. Sé que tomar una decisión hasta marzo me pone en desventaja, que Navarro lleva un año en una campaña. Pero este es el orden de prioridades que escogí. Terminar el manuscrito de mi tesis y luego sí decidir cómo sigo en política. Y así será”.

El momento es importante, en primer lugar, en su disputa con Navarro.

Lo más probable es que, entre los dos, definan que el candidato único salga de una encuesta.

Hasta comienzos de este año él abogaba por una consulta porque sentía que le convenía más. Desde el año pasado ha hecho recorridos por las localidades y se ha reunido no sólo con militantes verdes, sino de otros partidos, desde gente del Polo hasta de Cambio Radical que lo invitó a conocer sus propuestas, como contó La Silla Cachaca.

Cultivar esas bases puede resultar útil para una consulta en la que cualquier persona, sin importar su militancia, puede votar por el candidato que quiera.

Sin embargo, en la más reciente encuesta que se hizo sobre intención de voto para la Alcaldía, del Centro Nacional de Consultoría, Navarro repuntó, y aunque perdió con López, mostró que está subiendo. Él quedó con 17 por ciento y ella con 22. (En la primera encuesta que se había hecho, de Guarumo, ella sacó 21,7 y él 10,2). Hasta ahora son las dos únicas mediciones que se conocen públicamente.

Por eso, nos dijeron en la campaña de Navarro, él ya está dispuesto a medirse en una encuesta para que el ganador se vaya a la consulta interpartidista que la Registraduría tiene programada para mayo.

Además porque también considera que lo mejor es que a esa consulta los verdes lleguen con un candidato único impulsado por todo el partido, y no con dos y el partido dividido.

El punto es que a Navarro le conviene una encuesta lo más pronto posible, pero los tiempos de López también cuentan y una vez lanzada al agua también pediría tiempo para mostrarse, exponer ideas y tener cómo sostenerse arriba en las encuestas.

A Navarro le conviene aprovechar el impulso que trae, además, porque en Bogotá López ha tenido un posicionamiento muy grande en los últimos años. Como candidatos al Senado en 2014 ella, que apenas incursionaba en política, sacó 41.400 votos en Bogotá y él, 23.500.

Además, ella el año pasado fue candidata a la Vicepresidencia y con Sergio Fajardo ganaron en Bogotá en primera vuelta, y además lideró la consulta anticorrupción y Bogotá fue una de las plazas en las que pasaron el umbral con 2,6 millones de votos a pesar de que en el consolidado nacional no lo lograron.

Que en definitiva se haga encuesta lo definen López y Navarro, y hasta ahora “la encuesta tiene un 80 por ciento de posibilidades”, nos dijo una fuente del partido que dijo haber estado pendiente de la evolución de esa discusión.

Dentro de lo que le dijeron las fuentes consultadas a La Silla Cachaca, la idea es que se haga entre marzo y abril, con la idea de que el ganador tenga tiempo de hacer campaña para la interpartidista de mayo.

Está por definir también cómo harán la campaña para posicionarse de cara a la encuesta, pues no necesariamente será como una competencia de cada uno por su cuenta. También existe la posibilidad de que salgan juntos a exponer las propuestas, como lo hicieron en 2010 Enrique Peñalosa, Antanas Mockus y Lucho Garzón para definir el candidato presidencial de los verdes, y como lo hicieron Claudia López, Sergio Fajardo y Jorge Robledo el año pasado cuando todavía estaban definiendo si hacían consulta o encuesta.

Y eso es posible porque entre ambos no existe una rivalidad que les impida llegar a acuerdos, sino más bien, como coinciden dentro del partido, de respeto y admiración mutua.

Eso no implica, sin embargo, que sea lo mismo que quede ella o él.

Lo que puede cambiar

Lo que ha hecho Navarro hasta ahora es vender el discurso de que no es ni Petro ni Peñalosa, con la idea de buscar un centro político que para efectos prácticos en Bogotá puede concretarse en el discurso de construir sobre lo construido, ejecutando obras de infraestructura necesarias al tiempo que les da peso a los programas sociales que eran bandera de la izquierda y Peñalosa recortó.

Navarro, como le dijo a La Silla Cachaca, está cansado de la polarización y no quiere apostarle a hacer una campaña contra nadie, a pesar de su pasado de izquierda en el Polo y al lado de Petro que lo pone como un opositor natural de Peñalosa.

Con su apertura a reunirse con militantes de cualquier partido ha comenzado a generar a su alrededor un halo de político ponderado con el que hasta la derecha puede sentirse bien, como nos dijo un próximo candidato al Concejo del Partido Liberal: “hace poco me reuní con dos empresarios uribistas que me dijeron que van a votar por el candidato del Centro Democrático, pero que dicen que se sentirían tranquilos si gana Navarro”.

Eso es un plus en un escenario en el que un candidato de derecha no pinte viable y sectores de ese espectro político prefieran apostarle al caballo ganador a la hora de votar.

Si Claudia López se queda con la candidatura verde eso puede cambiar porque ella genera más resistencia entre los sectores tradicionales con los que se ha reunido Navarro, en la medida en que su discurso confrontacional contra la clase política probablemente los aleje.

Navarro, por otra parte, se ha vendido como el candidato de la experiencia después de haber sido Alcalde de Pasto y Gobernador de Nariño, que es una trayectoria que López no tiene y que pueden aprovechar sus adversarios.

Sin embargo, ya el año pasado en la encuesta nacional en la que ambos se enfrentaron por la candidatura verde a la Presidencia, ese mismo factor de la experiencia estaba en juego y, sin embargo, ella ganó.

Su gran ventaja es que, como lo hizo en la consulta anticorrupción, es una líder nata capaz de generar una movilización ciudadana por encima de los partidos, a pesar de que su discurso sí tiende a polarizar más.

El gran reto es que, como su principal discurso ha sido la anticorrupción y no parece que ese vaya a ser el tema central de la campaña en Bogotá, logre construir un discurso que le permita ser identificada con un modelo de ciudad que dialogue con el cambio que pide la izquierda y con el construir sobre lo construido del centro, que son los espectros donde, en principio, encontraría respaldo dada su vinculación a la Coalición Colombia en la que están el Polo y Sergio Fajardo, pero que podrían ser más en tanto otros movimientos como Colombia Humana y Activista también quieren meterse en una alianza.

Periodista. Pasé por La Patria, Congreso Visible y El Espectador. Cubrí para La Silla las movidas de poder en Bogotá y Cundinamarca mientras existió La Silla Cachaca entre 2017 y 2019. Ahora ando pendiente de las conversaciones que podamos dar y generar desde La Silla en redes sociales. De vez en...