El alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, y el abogado Álvaro Durán Leal, representante legal de Durán & Osorio.

La misma firma que diseñó los contratos de Transmilenio hace 17 años se encargará de hacer lo mismo para el metro elevado y para el proyecto de construcción de hospitales por APP.

La misma firma de abogados que estructuró los primeros contratos de Transmilenio hace 17 años, en la primera alcaldía de Enrique Peñalosa, es una de las dos encargadas de diseñar los contratos para la construcción y operación del metro elevado. Además, hará eso mismo en el programa para hacer seis hospitales por APP.

Se trata de Durán & Osorio, empresa que lideran los abogados Álvaro Durán Leal, un externadista que trabajó en la Presidencia de César Gaviria (1990-1994) como directivo del Plan Nacional de Rehabilitación; Gabriel Taboada, uniandino que fue superintendente de Valores de Andrés Pastrana (1998-2002); y Gustavo Osorio, que nació en Salgar (el municipio antioqueño donde se crió Álvaro Uribe), estudió en la Universidad de Antioquia, fue asesor del Ministerio de Hacienda y trabajó en la Oficina Jurídica de ese despacho en los gobiernos de Gaviria y Samper.

Tras su incursión en la administración Peñalosa comenzó a consolidarse como un actor fuerte, y, según una fuente que se mueve en el sector, su prestigio no es gratuito porque hacen un buen trabajo. 

Ya son más de 20 años de asesoría jurídica en proyectos de infraestructura, que es su fuerte. Estructuró, por ejemplo, la concesión del aeropuerto Eldorado y hará el diseño jurídico de la Alianza Público Privada (APP) con la que se construirá Eldorado 2.

Teniendo en cuenta que desde 2016, con el regreso de Peñalosa a la Alcaldía, la firma ha asesorado al IDU en el manejo de la contratación de APP (un modelo mediante el cual esta administración pretende hacer algunos de sus principales proyectos de infraestructura) Durán & Osorio se está convirtiendo de nuevo en un actor importante para que los planes de Peñalosa puedan despegar.

La que diseñará los contratos

La firma se ganó los dos contratos entre marzo y mayo, en concursos de la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN), la entidad público-privada vinculada al Ministerio de Hacienda a la que la Alcaldía de Bogotá le encomendó apoyo técnico para sacar adelante el metro y el proyecto de hospitales.

En el caso del contrato del metro, la última palabra para escoger a Durán & Osorio la dieron cinco jurados (tres funcionarios de la FDN y dos del Distrito). Y en el de los hospitales, cuatro funcionarios de la FDN y uno de la Alcaldía.

 

En el primer gobierno de Peñalosa, Durán & Osorio “hizo parte del equipo que concibió el esquema Transmilenio”, explica en su página web. Su papel, agrega, fue “diseñar la estructura legal y contractual que permitió poner en marcha la operación de los buses articulados, el recaudo y el control de este sistema”. Luego diseñó las concesiones de la fase II del sistema (troncales de las Américas, NQS y Suba).

Críticos de Peñalosa como los concejales Hollman Morris (Progresistas), Juan Carlos Flórez (ASI) y la bancada del Polo han cuestionado esos contratos porque, por ejemplo, de los ingresos del sistema solo el 5 por ciento le llega al Distrito.

Los defensores del esquema han respondido que, como en ese entonces era un negocio nuevo y riesgoso, había que garantizarles a los privados buenos rendimientos para que se metieran.

Hoy, para el metro elevado, la firma (junto con la oficina en Colombia de la multinacional española de abogados Garrigues) debe elaborar el modelo de contrato y los pliegos de condiciones de las diferentes contrataciones que se hagan para sacar adelante la obra.

Incluso, le corresponde definir qué es más viable para echar a andar el sistema, entre las dos posibilidades que le plantearon el Distrito y la FDN: un contrato de concesión (en el que un privado no solo construye sino que asume la operación del sistema) o uno de llave en mano (en el que el privado construye todo y pone los trenes y la tecnología, y le entrega al Distrito el metro listo para que lo opere).

En el caso de los hospitales por APP, Durán & Osorio debe hacer desde el análisis jurídico de los predios donde se construirán hasta los pliegos de condiciones y el diseño de los contratos.

También, evaluar las posibilidades legales de que operadores privados presten el servicio clínico en los seis hospitales públicos que se harían por APP: el nuevo Simón Bolívar, La Felicidad, Bosa, Usme, el Santa Clara y el Materno Infantil.

De Durán & Osorio depende que se resuelvan o crezcan las inquietudes que también ha planteado la oposición sobre cómo funcionarán esos hospitales sin que la prestación del servicio de privatice.

Si los cronogramas se mantienen, las primeras licitaciones se abrirían en 2018, cuando ya debería estar andando la del metro.

La aparición de Durán & Osorio en proyectos clave de las dos alcaldías de Peñalosa se parece a la criticada contratación de Ingetec a comienzos de este año para elaborar (con la francesa Systra) los nuevos diseños del metro de Bogotá, después de que esa misma empresa diseñó varios proyectos de infraestructura en la administración anterior de Peñalosa, incluyendo la troncal de Transmilenio por las Américas.

Los dos casos se suman a otras políticas que se repiten entre uno y otro gobierno de Peñalosa, y muestran que su segunda alcaldía se parece mucho a la que terminó 17 años atrás.

Periodista. Pasé por La Patria, Congreso Visible y El Espectador. Cubrí para La Silla las movidas de poder en Bogotá y Cundinamarca mientras existió La Silla Cachaca entre 2017 y 2019. Ahora ando pendiente de las conversaciones que podamos dar y generar desde La Silla en redes sociales. De vez en...