El saliente contralor Felipe Córdoba, quien ha construido una red de conexiones de políticos y poderosos que le han ayudado a avanzar en su carrera, deja una red de aliados en la Contraloría Distrital y en el Concejo de Bogotá.

Aliados en la Contraloría Distrital

El amigo más poderoso de Córdoba en la Contraloría de Bogotá es el nuevo contralor distrital, Julián Mauricio Ruiz. Fue elegido en mayo y antes era vicecontralor de Córdoba, quien lo dejó de contralor general encargado en varias oportunidades. El antecesor de Ruiz, Andrés Castro, también era aliado de Córdoba.

“Julián no es mi ficha. Él llegó por un concurso de méritos”, dijo a La Silla Córdoba.

Ruiz, a su vez, trajo consigo a Juan Carlos Guadrón, quien era contralor delegado de Córdoba para el posconflicto. Salpicado en el escándalo de Ocad Paz, Ruiz nombró a Gualdrón en la dirección de servicios públicos, donde, entre otras, deberá vigilar el pleito más grande de la ciudad: el tribunal del arbitramento entre el operador de Doña Juana y el Distrito, que vale 1.3 billones de pesos.

“Supe de Gualdrón que renunció para irse a la Contraloría Distrital, pero de los demás nombramientos no supe”, dice Córdoba. “Si me conocieras, sabrías que jamás me metería en las decisiones autónomas de Julián”.

El contralor Ruiz y su jefatura de prensa no contestaron llamadas ni mensajes de La Silla Vacía hasta la publicación de este artículo.

Contra la elección de Ruiz hay varias demandas: Una porque supuestamente estaría inhabilitado por haber ejercido autoridad en Bogotá cuando participaba en el concurso, porque era vicecontralor y contralor encargado; otra porque sacó un puntaje que para algunos concejales es “sospechoso”: 96 sobre 100; y otra porque participó en el diseño de la resolución que establece los requisitos y términos de las convocatorias para elegir contralores distritales, departamentales y municipales.

Ruiz ha insistido en que llegó al cargo por sus méritos y porque ganó el concurso, y en efecto cumple con los requisitos necesarios para llegar al cargo. Pero en el Concejo, que elige al contralor distrital, también se habla de un empujón de Córdoba, que dejó aliados también allá.

Aliados en el Concejo de Bogotá

Una fuente del Concejo que lo supo de primera mano dijo a La Silla que Córdoba llamó a algunos concejales a pedirles apoyo para Ruiz. “Les dijo, muy amablemente, que Ruiz era el mejor”. Otra fuente del Concejo lo confirmó. Córdoba lo negó. “Yo no tengo esa capacidad de influencia. Esa es una fama mal ganada”.

En todo caso, dos concejales reconocieron a La Silla Vacía que han pasado hojas de vida a las contralorías General y Distrital, incluyendo la de Córdoba y Ruiz. Los dos  concejales negaron sentirse presionados por Córdoba para elegir al contralor distrital.

“Yo sí tengo cuotas en las contralorías y en la Personería, y la mayoría de concejales las tienen, pero todas las hojas de vida que he pasado son de gente buena”, dijo una concejal que pidió no revelar su nombre ni su partido para hablar con tranquilidad sobre burocracia en los entes de control. “Eso tampoco significa que uno no pueda criticar al contralor o haga lo que ellos digan”, agregó.

“Sí paso hojas de vida, pero de gente que cumpla con lo que necesita para el cargo. Ahora, ¿si usted sabe de un periodista bueno y se abre una vacante en La Silla Vacía, no lo recomendaría? Aquí es igual”, dijo el otro concejal. Sobre su apoyo a Ruiz, dijo “nosotros no elegimos la terna, esto se lo ganan por concurso”.

Aunque es cierto que el Concejo recibe una terna que se define en un examen de conocimientos que hizo la universidad San Buenaventura, el Concejo escoge entre esos tres. Y eligió a Ruiz.

Desde antes, Córdoba contrató a personas muy cercanas a varios concejales:

  • Samir Abisambra (Liberal): Su esposa Magali Angélica Serrano tiene un contrato de prestación de servicios.
  • Humberto “Papo” Amín (Centro Democrático): Su esposa Estefanía Ocampo tiene un contrato de prestación de servicios.
  • Germán García (Liberal): Su hermana Helen Patricia es directora de Investigaciones, y su pareja, Natalie Franco, es asesora del despacho.
  • Andrés Onzaga (Alianza Verde): Su hermano José Alberto es contralor delegado de las TIC y era asesor de Ruiz en la vicecontraloría.
  • Rubén Torrado (La U): Su esposa María Teresa Roldán es asesora del despacho.
  • Armando “Mandy” Gutiérrez: Su esposa Bleydi del Carmen Pérez es asesora del despacho.
  • Rolando González (Cambio Radical): Su hermano José Alberto González tuvo un contrato de prestación de servicios cuando el contralor distrital era Castro.

“Mis únicos amigos en el Concejo son Torrado y Papo, que los conozco hace muchos años”, dice Córdoba. Agrega que contrató a sus parejas y a la esposa de Gutiérrez porque trabajó con ellas en el pasado y tenían buenas hojas de vida. “Lo demás no sé. Yo soy muy respetuoso de los nombramientos que hagan mis directivos”.

Los concejales mencionados dan diferentes explicaciones de los contratos, aunque coinciden en que sus parejas o familiares tenían las credenciales para ello y que eso no influye en sus decisiones.

“Bajo gravedad de juramento, nunca he hablado con Pipe Córdoba ni él ha influido en mis decisiones. El que tenga pruebas tiene que denunciarlo ante las autoridades”, dijo García a La Silla Vacía. Onzaga no votó en la elección de Ruiz porque estaba incapacitado y aseguró que si lo ve en la calle no lo reconoce. Y González aseguró que su hermano entró y terminó su contrato antes del proceso para elegir a Ruiz.

Los concejales y Córdoba niegan que él pueda influir en Bogotá, donde deja, en todo caso, una nueva parte de su red de aliados.

Soy periodista de Bogotá en La Silla Vacía. Estudié periodismo en la Universidad Externado y después trabajé en la Revista Semana. Allí cubrí cultura e informes especiales en un comienzo y más tarde Bogotá y confidenciales. Me pueden escribir a pdoria@lasillavacia.com o a @PaulaDoriaG en Twitter.