Día del homenaje a Daniel Duque y Salomé Rangel, los dos niños que murieron en el atentado de Ciudad Bolívar en el CAI de Arborizadora Alta. Foto: Sofía Angulo Ballén/La Silla Vacía.

El presidente Iván Duque y su ministro de Defensa, Diego Molano, adjudicaron al frente 33 de las disidencias de las Farc el atentado al CAI de Policía en Ciudad Bolívar, al sur de Bogotá, en el que murieron los niños Salomé Rangel y Daniel Duque y otras 39 personas fueron heridas. Con este atentado, la disidencia estrenó tres acciones que jamás había hecho en el pasado: 

1) Atacar en Bogotá

Las disidencias del frente 33 están ubicadas alrededor del corredor del narcotráfico que se extiende por el norte de Antioquia, el nordeste antioqueño, el sur de Bolívar y Catatumbo.

Según explica Wilfredo Cañizares, defensor de derechos humanos y quien ha estudiado el actuar de las disidencias, “este grupo no tiene presencia en Bogotá, ni pretende tenerlo. Su objetivo es reunificar el bloque del Magdalena Medio”. Dice que para eso están hablando con otras disidencias.

Por eso, ha sorprendido a fuentes que las conocen que el frente 33 actúe en la capital, con la que hasta ahora no había tenido relación.

Un fiscal de inteligencia de Bogotá, que pidió no ser citado porque no está autorizado para hablar, le dijo a La Silla que hasta hace poco solo habían tenido información de la presencia del ELN y del frente décimo de las Farc, que hace parte de la facción de Gentil Duarte y de Iván Mordisco. Según dijo el Ministerio de Defensa y la Policía Nacional tenían información que esa disidencia había apoyado económicamente a algunas primeras líneas del sur de la ciudad.

El frente 10 se mueve por Arauca, a diferencia del 33, que además hace parte de otra facción de las disidencias, la de Javier Alonso Veloza, alias John Mechas o John Catatumbo.

2. Tercerizar acciones terroristas

“La hipótesis que estamos manejando es que el frente 33 usó la figura de outsourcing para hacer el atentado de Ciudad Bolívar”, dijo el presidente Iván Duque, después del consejo de seguridad nacional al que citó el martes. Según él, la disidencia habría subcontratado a las bandas criminales que se mueven en la zona para realizar el atentado terrorista. Todavía no han dicho cuáles exactamente.

Dijo que en este momento el principal objetivo del Gobierno es dar con el paradero de John Mechas, cabecilla del frente 33, a quien el MinDefensa le adjudica el atentado y por quien están ofreciendo 5 mil millones de pesos.

Según el fiscal de inteligencia de Bogotá, subcontratar no forma parte del modus operandi de esa disidencia. Y tampoco es claro el mensaje que querrían dar atacando un CAI, que es un blanco menor para la misma disidencia que ha dado duros golpes militares como el de la brigada 30 del Ejército en Cúcuta y sede militar en país del Ejército de Estados Unidos, y el del helicóptero del presidente Duque.

Sin embargo, el senador Carlos Antonio Lozada, uno de los antiguos líderes de las desmovilizadas Farc, explicó a La Silla que cuando estuvo en la guerrilla, “también nos pasó que estructuras criminales nos vendieran atentados que pensábamos que iban a tener un gran impacto en la institución que queríamos afectar y no lo tenían y que en cambio afectan a población que no queríamos afectar”.

El frente 33 tendría cómo pagar estas acciones pues controlan el corredor del narcotráfico del Catatumbo.

En la misma línea, Cañizares dice que la tercerización no ha sido una práctica de esta disidencia, pero que “esta figura les puede servir para atacar objetivos militares donde no tienen presencia, como en Bogotá. Uno de esos objetivos militares son los CAI de Policía, independientemente de la localidad de la ciudad”.

La Defensoría del Pueblo ya había advertido que esa localidad —donde viven desmovilizados, migrantes y personas de estratos uno y dos— como otras nueve, de las 20 que tiene Bogotá, estaba en riesgo de sufrir atentados como este justamente por la presencia de estructuras criminales con capacidad para ejecutar estas acciones.

Cañizares advierte que si el frente 33 decide empezar a actuar de esta forma podrían haber nuevos atentados de este grupo en otras ciudades como Cali y Medellín.

La Fiscalía también tiene indicios de que este puede ser un nuevo modus operandi pues según algunos de los capturados por el atentado del aeropuerto Camilo Daza en Cúcuta, el frente 33 también habría subcontratado a un grupo criminal de Medellín para esa acción.

3) Reivindicar el hecho sin dar la cara

En otros atentados, como el de la brigada 30 del Ejército en Cúcuta y al helicóptero presidencial, el frente 33 se atribuyó los crímenes haciendo un video en el que sus integrantes mostraron la cara y luego la compartieron en redes sociales. 

Esta vez, en cambio, se la atribuyeron a través de un video editado que fue difundido por Noti Tarra, un medio digital del municipio del Tarra, en el Catatumbo, que comparte la información a través de sus redes sociales. En el video aparece la voz de quien parece ser Andrey, el segundo al mando después de John Mechas, pero la persona que habla no da su nombre. La voz está superpuesta sobre una grabación de una vía destapada pero en la que no se escucha el sonido ambiente de los vehículos que pasan.

Gerson Jiménez, director de Noti Tarra, le dijo a La Silla que el video les llegó a través de un mensaje de whatsapp al número que tienen en su página, pero que no pudieron verificar que quien aparece en el video fuera Andrey. “Aunque por su acento y su forma de hablar entendemos que eran ellos. También mandaron un comunicado con el mismo texto leído en el video”, aseguró.

A pesar de la cantidad de cosas que habrían hecho por primera vez, Cañizares cree que ellos no se habrían adjudicado el hecho si no fuera cierto. Sobre todo porque murieron dos niños y quedaron heridos otros nueve, lo que ha provocado mucha indignación.

Soy periodista de Bogotá en La Silla Vacía. Estudié periodismo en la Universidad Externado y después trabajé en la Revista Semana. Allí cubrí cultura e informes especiales en un comienzo y más tarde Bogotá y confidenciales. Me pueden escribir a pdoria@lasillavacia.com o a @PaulaDoriaG en Twitter.