El viernes hubo una cena homenaje de la Sociedad Antioqueña de Ingenieros para agradecerle al expresidente Uribe sus ocho años de mandato. Y antes de la cena, Uribe se reunió con la bancada paisa del Partido Conservador y luego con la de la U.

En ambas reuniones, el exmandatario se concentró en tres temas, todos críticos del gobierno de Santos: la forma como se desestimulaba la inversión extranjera al quitar los beneficios tributarios; los problemas de seguridad y lo saludable que es que el “pueblo se pronuncie y reclame”. También dijo que “como que no están permitiendo al Ejército operar contra las Bacrim en diversos territorios, por ejemplo Sincelejo”; y algunos ministros que no son de su agrado: fue muy duro contra el Ministro de Transporte por estar cuestionando la ética de su antecesor Andrés Uriel Gallego y contra Germán Vargas Lleras, a quien hace rato declaró su enemigo.

Por último, criticó que este gobierno esté contemplando debatir o pensar el tema de la legalización de la droga. Estos temas el expresidente los trató en el acto público, pero gente que asistió a las reuniones privadas dijo que había sido incluso más duro.

Dicen que una de las razones para la molestia de Uribe es que la Presidencia envió una carta al evento diciendo que el Presidente Santos no podía asistir a pesar de la importancia del evento -que es lo protocolario- pero iba firmada por una asistente de Palacio. Esta falta de cortesía al parecer ofendió a Uribe hasta el tuétano.