Iván Duque fue a San Andrés el 8 de agosto de 2018, su segundo día como presidente. Al cumplir esa promesa de campaña, prometió solucionar cinco asuntos del archipiélago.

Tras cuatro años de gestión, dos huracanes y una pandemia, las cinco promesas dejan un hospital a medias, la inseguridad en aumento, y un turismo que se sigue acabando el agua y generando mucha basura que no se puede manejar.

Salud: un hospital a medias y las Fuerzas Armadas moviendo pacientes

Hace cuatro años el Presidente estuvo en el único hospital de tercer nivel del archipiélago, el Clarence Lynd Newball Memorial, que estaba en condiciones tan precarias que no tenía sábanas, los medicamentos y alimentos eran inconstantes y no tenía dinero para pagarle al personal médico.

Duque prometió solucionar esos problemas y mejorar la atención, por ejemplo con más especialistas para las islas y los pagos a los médicos en regla. No ocurrió.

En junio de 2020, cuando la pandemia arreciaba, el personal entró en paro por atrasos de ocho meses en sus sueldos, y tres meses después las cañerías del techo se taponaron y el hospital se inundó.

“La crisis eterna aquí sigue siendo el acceso a los especialistas” le dijo una fuente a la Silla,  que prefirió mantenerse en el anonimato para hablar con más tranquilidad. Cuenta que el hospital no tiene la infraestructura ni el personal para atender enfermedades complicadas. “Ahí a medias marcha hoy” dice.

El Presidente también prometió que la Fuerza Aérea iba a poner “una aeronave medicalizada” y la Armada “embarcaciones ambulancia”. Estos aviones entre San Andrés y Providencia funcionan, aunque “son un servicio más para los providencianos que para los sanandresanos” según el periodista sanandresano César Pizarro, director de The Archipielago Press. “El único centro de salud nivel tres y cuatro que tiene el archipiélago hoy son los aviones ambulancia que te llevan al continente” dice Pizarro.

La Armada destinó dos barcos para mover pacientes, uno para cada isla. El de San Andrés sigue funcionando, pero el de Providencia naufragó por el huracán Iota de noviembre de 2020, y no ha sido reemplazado en estos 21 meses.  

Seguridad: aumentan los homicidios y el miedo

Una bandera que Duque perdió durante su cuatrienio en todo el país y en las islas, donde prometió apoyo para que la Fiscalía mejorara su capacidad de investigar al crimen organizado y que hubiera menos homicidios, cuando en 2017 habían sido 23.

Aunque, como recuerda el periodista Pizarro, se crearon comandos especializados con miembros de la Armada, la Fuerza Aérea y la Policía para luchar contra el crimen organizado, la situación de seguridad ha empeorado.

Los homicidios han crecido, de 28 en 2018 a 37 el año pasado, según Medicina Legal. “Tenemos un exceso de militarización, pero eso no necesariamente se traduce en una reducción en el número de homicidios y la criminalidad” dice Silvia Torres, asesora de la Gobernación para proyectos sociales.

“Esto hace parte de una problemática más grande y compleja” dice la lideresa Sally Ann Taylor, politóloga y lideresa de San Andrés. “Aumentaron las cifras de lesiones personales, y estas son alarmas sobre la violencia”, y explica que son consecuencia de la llegada de bandas criminales al archipiélago, sobre las que la Defensoría del Pueblo alertó en 2016.

La violencia cruzó límites, como recuerda el asesinato del artista raizal Fabián “Hetty” Pérez en marzo, que generó un estallido social. “Antes no se metían con artistas, ni con gente del sector cultural, pero ahora la violencia va en aumento y se meten con estas personas en plena luz del día” dice Taylor.

El miedo es tal que para hacer esta historia, la Silla se comunicó con tres veedores ciudadanos por aparte, y los tres respondieron que no pueden hablar con medios por estar amenazados, y se negaron a dar más información. 

Conectividad: deja un nuevo cable submarino

Duque prometió llevar internet de alta velocidad con mejoras en el cable submarino de fibra óptica más internet satelital. Para alcanzar esta meta, el Gobierno invirtió más de más de $4.500 millones de pesos instalando diez zonas nuevas de conexión a internet de alta velocidad que entregó en 2021.

“Durante la pandemia se le dio prioridad a la conectividad de los docentes, pero la barrera para acceder a estos servicios era su costo”, cuenta, y recuerda que lo sabe porque su padre es profesor de educación básica en San Andrés.

En diciembre de 2021, empezó a funcionar el cable submarino que conecta a San Andrés y hasta hoy el Gobierno nacional aumentó la cantidad de los puntos de acceso fijo de Internet (a los que llega el cable) pasó de cerca de 4 mil a 4.158 puntos de acceso fijo. Por eso, el servicio de internet en casa en San Andrés ahora cuesta lo mismo que en el continente, $77 mil pesos por 75 megas de internet.

A pesar de los esfuerzos que ha hecho el gobierno por mejorar la situación el último informe del Dane sobre accesibilidad a servicios públicos dice que menos del 50% del departamento tiene acceso a Internet desde sus hogares.  

Agua y alcantarillado: más tuberías, pero poco acceso

“Debemos resolver el tema de acueducto y alcantarillado” dijo Duque en su visita de 2018. Y avanzó, aunque no lo resolvió.

En los primeros dos años de su gobierno se instalaron más de 27 mil metros de tuberías y 3 mil redes de conexión domiciliaria del acueducto, una ampliación del 25% de la red y 770 nuevos usuarios. Sin embargo, para el 2020 solo el 15% de la población del departamento tenía acceso a alcantarillado y 30% a acueducto.

El periodista César Pizarro dice que en los últimos meses ha habido inversiones de más de $56 mil millones, con lo que las tuberías llegaron a casi 3 mil nuevos usuarios, pero muchos aún reportan que el agua potable llega cada 15 días y por no más de 8 horas, y menos del 15% del departamento tiene acceso a agua los siete días de la semana. 

Manejo de basuras: finalmente funciona la planta de residuos sólidos pero el lío sigue

Desde su primera visita a las islas, Duque y el entonces ministro de Vivienda, Jonathan Malagón, se comprometieron a resolver el manejo de basuras en el archipiélago.

El problema de las basuras es complejo por la capacidad limitada del único relleno sanitario del archipiélago, el “Magic Garden”. Para evitar que el relleno se llenara, en 2012 se construyó una Planta de Separación de Residuos Sólidos Urbanos que debía quemar residuos para no tenerlos que enterrar, pero cuando Duque llegó llevaba seis años fuera de servicio por líos en la separación y preparación de los residuos para ser incinerados.

Desde su primer año de gobierno, el Presidente creó un grupo para hacerle seguimiento a la preparación de los residuos. En 2018, la empresa Interaseo con financiación del Gobierno nacional comenzó la construcción de una planta de Combustible Derivado de Residuos para alimentar el incinerador.

Con una inversión de más de $24 mil millones la construcción de la planta empezó en 2019, pero estuvo parada por casi 6 meses en 2020 por la pandemia. Se inauguró en febrero de 2021 en un evento organizado por Interaseo.

“Quiero hacer una reflexión sobre la palabra cumplida” dijo el Presidente en el evento y habló de la promesa que hizo a las islas sobre el manejo de residuos en su visita del 8 de agosto de 2018. La planta empezó a funcionar en junio de 2021.

A pesar de que ha estado en funcionamiento por más de un año, Steele le dijo a la Silla que no se siente. “Cualquier solución de los residuos sólidos se hace obsoleta porque no va a la par con la demanda de gestión de residuos en la isla. (…) mientras no se piense en términos estratégicos el turismo y su presión sobre las islas vamos a tener problemas de basuras” dice. 

Soy periodista del En Vivo y también escribo sobre política exterior, la relación con Venezuela y migración. Estudié historia y ciencia política, con énfasis en relaciones internacionales y periodismo, en la Universidad de los Andes.