“Abajo la reforma tributaria que nos deja sin trabajo”, gritaban cientos de empleados de empresas mineras en el Cesar, La Guajira y el Magdalena. Algunos tenían pasacalles que decían “Drummond nos proporciona salud y educación. ¡Colombia despierta!”.
Uno de los puntos de concentración de la protesta fue La Jagua de Ibirico, un municipio del Cesar donde opera la multinacional Drummond. Allí, hace menos de cuatro meses, Gustavo Petro sacó el 70 por ciento de los votos (12 mil) en la segunda vuelta presidencial, y ahora cientos de mineros protestan contra él.
Para que el plantón se realizara en La Jagua, la multinacional Drummond, que tiene más de 4.400 empleados directos, jugó un rol clave en la narrativa y en la logística del evento. Esto contrasta con la reticencia que tuvo la empresa en el pasado en diferentes protestas promovidas por el sindicato más grande, Sintramienergética, como la que hubo contra la tributaria de Iván Duque el año pasado.
Drummond promueve la protesta
El martes de la semana pasada, dos días antes de la protesta, a los empleados de la empresa les llegó un correo de las comunicaciones de Drummond con un documento adjunto titulado “Memorando marchas 13 de octubre”.
“Queremos agradecer a cada uno de los empleados, contratistas y sus familias la solidaridad que han manifestado a favor de la Empresa durante estos días con ocasión del proyecto de reforma tributaria que cursa en el Congreso de la República”, dice el memorando.
Y se compromete con el transporte para movilizar a los empleados: “En ese orden de ideas, la Empresa ha decidido apoyar y brindar la logística para aquellos empleados que deseen participar en las marchas”. En el memorando aparecen cuáles son los puntos para transportar a los empleados desde ocho municipios y corregimientos hacia las La Jagua de Ibirico.
Sobre el memorando, un portavoz de Drummond le dijo a La Silla: “Primero, un gran número de empleados y contratistas informaron que se estaban organizando para realizar unas marchas de solidaridad con el sector minero y contra la reforma tributaria…Segundo, nuestras operaciones no se detuvieron en ningún momento.Tercero, empresas contratistas de transporte, de manera voluntaria, ofrecieron organizar rutas”.
Más allá del memorando, la empresa se estaba moviendo desde hacía semanas.
El activismo de Drummond contra la tributaria
El presidente de Drummond, José Miguel Linares, ha sido contundente con su rechazo a la reforma tributaria de Petro. “La minería de carbón está comprometida con este país. Así siempre lo ha demostrado. Colombia necesita los recursos que genera la minería de carbón, y la reforma tributaria los pone en grave peligro”, dijo Linares en sus redes.
Linares ha hecho lobby con la clase política local para manifestarle su rechazo a la tributaria. Hace tres semanas se reunió con los diputados del Cesar para exponerles los beneficios de Drummond al departamento y su inconformismo con la tributaria. Los directivos también se han reunido con congresistas.
“Nos contaron cuáles serían los impactos que tendría la reforma tributaria en el sector y sus preocupaciones ante su aprobación en esas condiciones. Ellos estiman que la carga tributaria va a ser del 90 por ciento”, dice la diputada del Centro Democrático Claudia Zuleta.
El punto central de la crítica es que con la reforma no se podrían deducir del impuesto de renta las regalías que las mineras le aportan al Estado.
Internamente en Drummond también difundieron información sobre los riesgos que traería la tributaria para el sector, que representa el 38 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del Cesar. Un supervisor de un área de la empresa, que habló con la condición de no mencionar su nombre, dice que una semana antes de la protesta los empleados tuvieron una reunión virtual con el presidente Linares en la que planteó sus preocupaciones para el sector con la tributaria.
Este supervisor participó del trabajo logístico de la protesta, pero dice que no hubo presión por parte de los directivos. “Un día un grupo de trabajadores le pidieron a la gerencia de la mina que nos explicara un poco sobre la reforma porque había muchos rumores, pero no sabíamos hasta qué punto le podían afectar a la empresa”, dice la fuente.
Agregó: “A través de una invitación virtual a todos los empleados, nos dijeron que la empresa no se iba a ir del país, pero que sí veían con preocupación la reforma porque no es viable. Se pueden perjudicar muchos proyectos a futuro”.
Otra supervisora le dijo a La Silla que la empresa le envía por correo contenido de las afectaciones de la reforma: “Nosotros leemos las noticias de qué va a pasar con la reforma, y al ver esa expectativa de nosotros, la empresa nos informa”.
La fuente cita un ejemplo de lo que dice un correo que recibió: “Lo que nos mandan dice algo así como ‘Este sería el escenario si se aprueba la reforma. Por ejemplo, si las regalías no son deducibles ya nuestra ganancia no sería del tanto por ciento, sino del tanto por ciento’”. La supervisora aclara que la empresa los deja moverse con libertad.
En todo caso, en la logística de la protesta los supervisores tuvieron un papel importante. En el memorando de Drummond se les dan instrucciones de transportar a sus empleados a varios puntos: “A partir de las 3:30 p.m. los supervisores deberán llevar a los empleados desde las áreas hacia el Centro de Producción de alimentos y Comedor Valledupar”.
De hecho, esta supervisora le dijo a La Silla que para las reuniones de organización se utilizaron plataformas digitales de la empresa y también se hicieron algunos pasacalles en las instalaciones de Drummond. Esto contrasta con la reticencia de la empresa en protestas pasadas.
Contexto
Los rechazos de Drummond a otras protestas
El presidente del sindicato Sintramienergética en El Paso, Alberto Solano, dice que: “Nosotros hemos hecho convocatorias a marchar, y le hemos solicitado a la empresa el apoyo así sea de transporte y siempre nos ha negado”.
Solano cita puntualmente el caso de la protesta contra la reforma tributaria que presentó Iván Duque en 2021. “La respuesta que nos dieron es que la empresa no participa en ningún evento de protesta”, dice Solano.
El presidente del sindicato también dice que la empresa tampoco ha sido flexible cuando protestan por accidentes laborales: “Este año tuvimos un accidente de uno de los buses que se dirigía a la mina, donde murieron cuatro compañeros. Tuvimos un cese de actividades de cuatro días, pero la empresa solo nos pagó un día y los otros tres no los pagó”.
Sintramienergética es el sindicato más grande de Drummond, con alrededor de 2300 afiliados. Sus dirigentes sindicales, alrededor de 40, están alineados ideológicamente con Gustavo Petro y rechazaron la protesta de la semana pasada.
“No apoyamos las convocatorias a las marchas porque es hora que estas multinacionales paguen lo que es justo por muchos años se han aprovechado de exenciones otorgadas por gobiernos anteriores”, argumenta Solano.
En todo caso, pese a la posición de los dirigentes sindicales, los propios afiliados del sindicato salieron a protestar. Esta vez quienes los organizaron no fueron los sindicalistas de Sintramienergética, sino los supervisores de la multinacional.