Uno de los principales miedos que tienen las víctimas y los habitantes de las zonas más golpeadas por el conflicto es que las curules que les dio el Acuerdo de Paz, y que se estrenan en estas elecciones, terminen en manos de políticos tradicionales. Ese temor se acaba de volver realidad en el Cesar. Allí, uno de los integrantes del clan que controla el departamento hace diez años se inscribió como candidato.
Se trata de William Romero, conocido en el Cesar político por ser la mano derecha de Cielo Gnecco, la matrona que lidera el grupo político que maneja la Gobernación, la Alcaldía de Valledupar y tiene representación en el Congreso con dos senadores y dos de las cuatro Cámaras que tiene el departamento.
Romero se inscribió como candidato a la circunscripción especial de paz de la Sierra Nevada y la Serranía del Perijá, que comprende a seis municipios del Cesar, cuatro del Magdalena y tres de La Guajira.
A pesar de que las curules de paz se pensaron para darles voz a las zonas más golpeadas por el conflicto armado y así sanear las brechas entre la periferia y el centro, Romero representa a un clan fuertemente señalado por corrupción, parapolítica y paramilitarismo.
Y él ha estado con los Gnecco desde que comenzó su reino en el Cesar. Apoyó las dos campañas (2011 y 2019) del suspendido gobernador Luis Alberto Monsalvo Gnecco, hijo de Cielo y hoy en prisión domiciliaria por presuntas irregularidades en la contratación del Programa de Alimentación Escolar (PAE). También hizo parte de su equipo de empalme y es su amigo personal.

Romero tampoco es conocido por tratar temas de víctimas, organizaciones sociales o del conflicto armado. En cambio, sí habla de política constantemente. Su tema más reciente: la defensa del suspendido gobernador Monsalvo Gnecco.
Su cercanía con el clan es tal que fue gerente de la campaña presidencial de Germán Vargas en 2018, cuando los Gnecco eran su punta de lanza en el departamento.

De hecho, es conocido por ser la mano derecha de Cielo Gnecco, la cabeza de ese cuestionado grupo. “Es la persona de confianza de ella”, como la describe un político local.

Romero ha dicho públicamente que la considera “una madre”. “Ella es mi mejor amiga, la persona que siempre te escucha y que tiene una palabra lista para darte ánimos y subirte al cielo”, escribió en su Instagram en agosto de 2018.
Ahora, en unas elecciones que tendrán muy pocos votos —pues solo pueden participar los inscritos en zonas rurales—, la poderosa maquinaria de los Gnecco hace su apuesta para subirlo a la Cámara de Representantes.