Foto: Laura Ardila Arrieta

Una semana después de la primera vuelta presidencial, la dirigente de la campaña de Gustavo Petro en Córdoba, Angélica Verbel, convocó a los líderes petristas del municipio de Sahagún a una reunión privada.

Las condiciones del encuentro eran que sólo asistieran los coordinadores de la campaña a nivel local (nueve personas) y que todo se mantuviera en estricta reserva. El lugar de la cita: una finca cercana al pueblo, ubicada en el corregimiento Las Llanadas. Ocurrió el domingo 5 de junio.

Allí, Verbel —quien fue candidata al Senado del Pacto Histórico— comenzó diciéndoles a sus coequiperos que se venía una segunda vuelta complicada enfrentados al inesperado Rodolfo Hernández, que la política de Petro era incluyente y que había que sumar.

Después, les anunció que, por decisión de las directivas de la campaña, a partir de ese momento se iban a sumar al proyecto los grupos de los ex senadores Musa Besaile y Bernardo ‘el Ñoño’ Elías.

Ellos son los famosos “ñoños”, otrora reyes de la “mermelada” en el gobierno de Juan Manuel Santos, y quienes siguen siendo mandamases de Sahagún pese a estar privados de la libertad (Besaile por parapolítica y el llamado “Cartel de la toga” y Elías dentro del escándalo de Odebrecht). 

La idea, prosiguió Angélica Verbel en el evento, era que sus estructuras pudieran aportar recursos para el transporte de los votantes el día de las elecciones. Y para ello, cada uno de los grupos (el de Musa, el del Ñoño y el del Pacto Histórico de Sahagún) debía designar un delegado que se pusiera de acuerdo con los otros respecto al presupuesto que se requeriría.

La reacción de los petristas locales —entre quienes se encuentra gente que lleva años haciendo oposición y criticando las formas de hacer política de “los ñoños”— fue de aprobación. Pero con restricciones.

Le contestaron a Verbel que los ñoños pusieran los votos, pero no aceptaron mezclarse en ninguna actividad proselitista con ellos ni recibirles recursos de ningún tipo.

“Bienvenidos si quieren un cambio y ven que Petro es el cambio para el país, porque en política no se puede rechazar a nadie, pero que ellos organicen a su gente y nosotros seguimos con nuestro trabajo aparte. Mejor dicho, juntos pero no revueltos”, según nos dijo Alain Quintero, coordinador de la campaña Petro en el pueblo y una de las tres fuentes que asistieron a la reunión con Verbel y accedieron a confirmarnos en grabación y con sus nombres esta historia.

Desde 2017, en Sahagún hay unas fuerzas alternativas que con un trabajo de pocos recursos, y mucho casa a casa, ha sido determinante para que Gustavo Petro haya resultado el candidato presidencial más votado en las dos vueltas de 2018 y en la primera de 2022. En mayo pasado, pusieron casi 23 mil votos y con el case de lo que pongan el próximo domingo quieren cimentar una candidatura a la alcaldía en las regionales de 2023.

Su idea es, justamente, hacerles contrapeso local a “los ñoños”, y también por eso no quieren asumir el costo de una alianza que ellos no decidieron.

Por otro lado, se preguntan, además, si ésta vale la pena, teniendo en cuenta que parte de las bases de esos clanes cuestionados ya estaban con Petro.

El asunto ratifica el pragmatismo con el que la campaña Petro ha decidido subir hasta a parapolíticos en su barco del llamado cambio. También, que para muchos ya arrancó la puja de 2023. Y por último que, mientras en Bogotá se habla del debate entre los candidatos, en las regiones se ejerce la política menuda.

Sahagún, que con sus alrededor de cien mil habitantes llegó a ser el municipio con más congresistas per cápita de Colombia, lleva años siendo un microcosmos de esto último. Como dice un político local, cuando acá tiembla, por allá se siente.

La alianza secreta que se anunció y no se siente

Aunque normalmente cualquier elección en Sahagún se vive como una fiesta, por estos días el ambiente electoral en el municipio se siente más bien poco.

Un par de vallas grandes de Rodolfo Hernández (puestas por comerciantes locales, uno de ellos santandereano, como ese candidato, que cuenta allí con un grupo de espontáneos, conservadores y uribistas que se coordinan por whatsapp) se pueden ver desde la plaza principal. Hay más bien pocos avisos de Petro. Un paisaje que contrasta con la feria del afiche que se vivió en las legislativas de marzo; o, por ejemplo, en las presidenciales en las que “los ñoños” ayudaron a determinar el triunfo de la reelección de Santos y la Ñ de la “Ñoñomanía”, como se llama el movimiento de Elías, adornaba casi todas las casas.

Pero aunque su publicidad es escasa, de lejos, la campaña presidencial que más se ha sentido en Sahagún es la de Petro. Sobre todo, por las movidas de sus integrantes.

Hasta antes del anuncio de la llegada de “los ñoños”, aparte de los coordinadores que representan los movimientos y partidos que están en el Pacto Histórico, casi todos los apoyos a Petro eran espontáneos. Profesores, desplazados, pensionados, estudiantes, jóvenes que lideraron el Paro Nacional. Una mini foto de las fuerzas alternativas que acompañan a Petro a nivel nacional, que a punta de recolectas antes de primera vuelta se recorrieron los 32 corregimientos y 117 veredas publicitando al candidato y su fórmula Francia Márquez.

Conseguían plata pasando el sombrero en reuniones y mandando a hacer camisetas y gorras con los nombres de Petro, en las letras de colores del Pacto, que después vendían a tres o cuatro mil pesos por encima de lo que les había costado. Se transportaban en carros, motos o bicicletas propias. Contaban con una red de mototaxistas petristas que donaban carreras gratis para la causa.

El esfuerzo les ha alcanzado para mantener como sede una casa en arriendo, con una secretaria (en ambos invierten un millón de pesos mensuales), con agua y tinto para las reuniones y alistas las correrías. En un principio estaban tan escasos, que ni siquiera recibieron publicidad de la campaña y les tocó poner allí una que dice “Sucre”. 

“Así, con las uñas, desde 2017 hemos venido ganando en Sahagún (con Petro). Pero ahora hace 15 días nos llaman a decirnos que estas dos familias iban a entrar y eso es algo que nos puede tumbar el discurso de independencia. Además, independientes fue que logramos poner más de 22 mil votos. Nuestra meta para el domingo es poner 30 mil y lo que yo creo que debe pasar, y ese día de la reunión lo dije, es que los votos que se saquen a partir de ahí serán los que estos grupos podrán decir que son de ellos, es que estamos juntos pero no revueltos y en eso insistimos”.

Eso dice Fabián Arrieta, un odontólogo que hace parte de los coordinadores de la campaña del Pacto Histórico en Sahagún y es una de las fuentes que asistió al encuentro en el que la coordinadora departamental les hizo el anuncio de la alianza con “los ñoños”.

Fabián Arrieta, coordinador de la campaña petrista en Sahagún.

Consultado por aparte, Carlos de Arco, un abogado sahagunense de Fuerza Ciudadana que también fue a ese evento privado y nos ratificó lo que allí ocurrió, agrega que no es que estén en desacuerdo con el apoyo de Besaile y la Ñoñomanía (“creo en la resocialización y soy del criterio de que el Pacto tiene que incluir a todos”), pero que deben pensar en el futuro: “Se viene un tema que se llama 2023, y en ese tema 2023 nosotros tenemos nuestros intereses y debemos seguir manejando la alternatividad que hemos venido teniendo”.

Arrieta, De Arco y Alain Quintero —que es docente y está en la coordinación local del Pacto en representación del Polo— coinciden en asegurar que, efectivamente, hasta ahora ningún líder de “los ñoños” ha asistido a eventos de la campaña petrista.

Carlos de Arco y Alain Quintero, líderes de la campaña petrista en Sahagún.

Confirmaron que algunos concejales de los dos grupos dicen informalmente que van por Petro, aunque no todos lo han comunicado a sus líderes ni se ven comprometidos haciendo proselitismo con publicidad o reuniones.

Y es que las maquinarias de Besaile y Elías están divididas. Con líderes que quieren ir con Petro, otros que prefieren a Rodolfo, y unos jefes que a estas alturas del año electoral no pueden hacerles ninguna exigencia, pues los compromisos en estos clanes suelen ir hasta las elecciones de Congreso, mientras que a las presidenciales por lo general los dejan en libertad.

Un ex concejal de la Ñoñomanía llamado Luis Ramos, que es un alfil importante porque pone más de mil votos, nos comentó que tuvo noticias de una reunión en la que Julio Elías (hermano del Ñoño Elías) les “sugirió” a algunos de sus cuadros “hacer lo que pudieran hacer” para respaldar a Petro, pero que no podía confirmar nada pues a él no lo invitaron debido a que en ese grupo saben que es antipetrista y va por Rodolfo.

Buscamos a tres líderes de la Ñoñomanía en Sahagún para que confirmaran o no esa versión de la reunión de Elías en grabación, pero, una vez les decíamos cuál era el tema de consulta, no nos daban la cita ni nos volvían a responder las llamadas.

Consultado, Julio Elías nos aseguró que no ha sugerido votar por Petro ni se ha reunido con Angélica Verbel: “Nada de eso es así, nosotros estamos muy alejados de todo, en primera fuimos por “Fico” (Gutiérrez), ahora les dije a los líderes que hicieran lo que mejor les parezca”.

Y cuando le dijimos que teníamos la confirmación de la reunión petrista en la que anunciaban la adhesión agregó: “Ellos (la campaña Petro) sí me han buscado, pero a nivel gerencia. Yo conozco al gerente en Córdoba (Gabriel Calle, hermano del congresista liberal Andrés Calle), vive en mí edificio en Montería. Me he tomado como dos tintos con él, ellos sí me han buscado, pero no se ha concretado nunca nada. A Angélica Verbel me la encontré el otro día y también me dijo que habláramos, pero hasta ahí”.

El líder del petrismo en Sahagún Alain Quintero nos habló de la reunión de Elías con sus alfiles: “El día anterior a la reunión nuestra, fue la de Julio (Elías) con sus líderes y concejales, y de ahí partió la invitación a nosotros. Entre otras cosas, Angélica (Verbel) me llama de esa reunión para confirmar la invitación a nosotros. Nosotros debíamos manejar eso muy prudente, y por eso a la nuestra no invitamos a todos los coordinadores, sino fueron los más representativos, que son los que usted ha abordado, no sé por qué, los que usted ha abordado son los que fuimos”.

Un político mayor que ha estado en campañas con “los ñoños” y los conoce cree que lo que ha sucedido es que del petrismo los invitaron a adherirse y ellos aceptaron movidos por la idea del “perdón social” del que ha hablado Petro, pero que por la reserva es que no han echado a andar la maquinaria y quién sabe si lo hagan.

“Los políticos están tan ninguneados, que si una campaña que puede ser ganadora les dice que está necesitando el transporte para el domingo, nadie se va a negar, pero ya a estas alturas no es fácil poner a andar una logística grande, y más cuando cada líder tiene su preferencia”, dijo la fuente.

La Ñoñomanía tiene poder en la administración del actual alcalde, David Pastrana, y cuenta con cuatro de 15 concejales. Dos de ellos (Víctor Restán y José Eliécer Mercado Petro) han dicho informalmente en el municipio que votarán por Petro. Pero no es claro si lo harán por orden de su grupo, pues, para mayor complejidad, uno milita en la Alianza Verde, que ya está en el Pacto Histórico; y el otro está en La U y dice que tiene relación familiar con Petro.

Le preguntamos a la coordinadora Angélica Verbel su versión a esta historia y aseguró que ella sí tuvo una reunión con los coordinadores de la campaña en Sahagún: “Pero lo que les dije es que había una gente libre que había decidido votar por Petro. Jamás les mencioné clanes porque todo el mundo sabe que en Córdoba todos los grupos y todos los clanes están con Rodolfo, porque todos son Uribe”. También afirmó que jamás había invitado a Julio Elías “a un tinto ni a nada”, como él nos dijo.

Este domingo se verá si la adhesión se sentirá o no con lo anunciado por ella a los petristas locales: el aporte en transporte, un asunto vital para que buena parte del país de la periferia salga a votar y que en una elección tan apretada podría hacer la diferencia.

Fue periodista de historias de Bogotá, editora de La Silla Caribe, editora general, editora de investigaciones y editora de crónicas. Es cartagenera y una apasionada del oficio, especialmente de la crónica y las historias sobre el poder regional. He pasado por medios como El Universal, El Tiempo,...