Este miércoles la Corte Suprema condenó, en última instancia, al exsenador del Magdalena Fuad Rapag por parapolítica. Rapag fue detenido en agosto de 2011 y perdió su curul en octubre de ese año. La Silla Vacía se puso a la tarea de revisar qué ha sido de la vida de quienes fueron miembros de su Unidad de Trabajo Legislativo (UTL) en el Congreso hasta el momento en que fue capturado, y encontró dos casos interesantes de dos asesoras que cayeron paradas.
Uno es el de Olga Lucía Patín Cure quien, como contamos en nuestra historia sobre las fichas para la reelección de Alejandro Ordóñez, es procuradora judicial II agraria. En ese cargo, para el que fue nombrada libremente por Ordóñez, Patin se gana casi lo mismo que un congresista. Patín afirma que llegó a ese cargo por otra vía, relacionada con sus conocimientos en derecho ambiental, y no por Rapag. De hecho Rapag nunca votó por Ordóñez para Procurador: en la primera elección no era Senador y en la reelección ya había silla vacía.
El otro es el de Ana María Muelle Molinares, vicedecana de la Escuela de Derecho de la sede en Santa Marta de la Universidad Sergio Arboleda y concejal de Santa Marta por Cambio Radical. Heredó los votos de su esposo, el ex concejal Iván Saravia Caballero, quien decidió no lanzarse en 2011. Ese año fue la candidata más votada de su partido y la segunda de la ciudad, con más de 3.300 votos. Es decir, cuando Muelle estaba en la UTL, su esposo era concejal de la ciudad donde Rapag tenía su fortín electoral.
Hay otro hecho llamativo. Cuando Rapag ya había sido capturado pero el Congreso no había declarado la silla vacía, nombró dos asesores más. Eduardo Antonio Pardo Mejía y Bernardo José Matute Zawady, que llegaron en septiembre 7 y octubre 11 de 2011 -respectivamente- a la UTL. A Rapag se le aplicó la silla vacía en esa última fecha.