Hasta ahora los clanes y casas políticas tradicionales habían pasado de agache en la campaña por la Alcaldía de Cartagena. Pero, en los últimos días, se han cerrado varios acuerdos y la mayoría aterrizó en la campaña del exgobernador Dumek Turbay.

A la campaña de Turbay llegaron dos de las tres principales casas políticas del departamento. La de su primo y senador liberal Lidio García, investigado por la Corte Suprema por supuesta corrupción en la elección de la contralora distrital en 2016. Y la del clan Montes, liderado por el parapolítico William Montes, que maneja una de las alas más importantes del partido Conservador en Bolívar.

A su vez, se sumaron las estructuras de nueve concejales, varios de casas políticas cuestionadas.

La adhesión de Lidio García no se ha hecho pública, pero se la confirmó a La Silla Vacía el diputado José Félix García, hermano de Lidio. Asimismo, una fuente de la campaña de Turbay dijo, a condición de no ser citado, que solo faltan detalles y que tendría que definirse esta semana.

Después de varios meses de campaña haciendo política sin la sombra de caciques políticos, en las que se mantuvo en el primer lugar en las encuestas, Turbay entra a una nueva etapa con la mayoría de la clase política tradicional y cuestionada a su lado.

Es una movida que le puede asegurar votos amarrados por las estructuras de esos políticos, pero que le podría costar en la opinión, pues los caciques están desprestigiados. En 2019 perdieron contra William Dau, un antipolítico sin experiencia en lo público.

La reconciliación entre los primos Turbay y García

En 2015, Dumek Turbay llegó a la Gobernación de Bolívar por el respaldo de su primo y senador liberal Lidio García. Él cogobernó con García y con la clase política cuestionada de Cartagena. Sin embargo, durante su gestión la relación con su primo se fracturó. También terminó distanciado del clan parapolítico Blel.

Esa ruptura se vio en las elecciones al Congreso en 2022, cuando Turbay no apoyó a su primo García ni a su fórmula Silvio Carrasquilla.

Distanciado de García y de los Blel desde el año pasado, Turbay arrancó su campaña a la Alcaldía de Cartagena por su cuenta y con un discurso de opinión enfocado en su experiencia, en su capacidad de ejecución y en mostrarse como todo lo contrario al impopular alcalde de Cartagena, William Dau.

En ese sentido, recibió los avales de los partidos de centro En Marcha, del exministro santista Juan Fernando Cristo, y del Nuevo Liberalismo, del exsenador Juan Manuel Galán. También del partido afro Demócrata Colombiano. Y dejó por fuera del tarjetón a Cambio Radical, aunque su principal aliado, el senador Jorge “Yoyo” Benedetti, es de ese partido.

Con esa estrategia, Turbay ha liderado las encuestas de intención de voto en Cartagena, como la del Centro Nacional de Consultoría y la de Datanálisis, y con esa ventaja sedujo a la clase política tradicional. En especial al cuestionado Lidio García.

Según una fuente que lo sabe de primera mano, Turbay y García tenían alrededor de cuatro años sin hablar. Sin embargo, en las últimas semanas, se dio la reconciliación. Las asperezas se limaron en una serie de encuentros que tuvieron ambos en la casa de Turbay y en el hotel Holiday Inn.

El apoyo es clave porque es el senador más votado del partido Liberal (157 mil votos), tiene un representante a la Cámara, un concejal y dos diputados, tiene burocracia en la Gobernación de Bolívar y es la cabeza de ese partido en Cartagena.

García no ha sido el único representante fuerte de la clase política tradicional que llegó recientemente a la campaña de Turbay. También se alinearon los Montes y varios concejales.

El clan Montes se suma a Dumek

El fin de semana, el representante conservador Fernando Niño y el concejal conservador Oscar Marín, publicaron una foto oficializando su apoyo a Turbay a la Alcaldía de Cartagena. Niño y Marín son fichas del clan Montes, que lidera el excongresista condenado por parapolítica William Montes.

Frente a su adhesión a Turbay, el representante Niño, cuñado de William Montes, le dijo a La Silla que “es la campaña más estructurada, más ordenada, que se ve con un plan sólido para lograr que la ciudad avance”.

Las relaciones entre Turbay y Montes siempre han estado en buenos términos. De hecho, en las últimas elecciones a Congreso Turbay apoyó a Fernando Niño a la Cámara de Representantes.

El clan Montes es uno de los grupos políticos más fuertes de la ciudad: tiene dos representantes a la Cámara, dos concejales, una diputada y burocracia en la Gobernación de Bolívar.

En todo caso, Turbay ya sumó las estructuras de nueve concejales.

Los concejales con Turbay

Turbay no solo está recogiendo el apoyo de caciques como García y Montes, sino de concejales que pueden sumar votos importantes. La llegada de concejales tradicionales a la campaña de Turbay estaba cantada, pues entre los tres candidatos punteros en las encuestas es el único que los está recibiendo.

El candidato William García, que tuvo el apoyo de los concejales hace cuatro años, dice abiertamente que no le interesa el apoyo de los concejales. La aspirante Judith Pinedo “La Mariamulata” ha hecho su carrera política en contra de la clase política tradicional.

En ese escenario, Turbay ya suma el apoyo de estructuras de nueve concejales. Entre ellos están los tres de Cambio Radical, como Wilson Toncel, del grupo del excongresista condenado por parapolítica Javier Cáceres. De Cambio Radical también lo apoya el exalcalde y candidato al Concejo, Pedrito Pereira.

A Turbay lo apoyan dos de los cuatro concejales conservadores: Oscar Marín, del clan Montes, y David Caballero, que es del clan Blel, pero tomó la decisión por cuenta propia.

Asimismo, lo apoyan la concejal liberal Gloria Estrada, que nació políticamente del grupo de Enilce López “La Gata”, condenada por homicidio. Y el candidato liberal al Concejo, Ricardo Pión, heredero del grupo político de su papá, el concejal de la U Cesar Pión, condenado por corrupción. A esos liberales se le sumará el concejal Hernando Piña, cuota de Lidio García.

También tiene el apoyo de Johan Correa, candidato al concejo del Nuevo Liberalismo, que comparte su estructura política con su esposa y concejal saliente de la ASI, Carolina Lozano.

A menos de dos meses de las elecciones, gran parte de la clase política tradicional destapó sus cartas y se subió a la campaña de Turbay. En la contienda aún falta ver qué decide el que clan parapolítico Blel, el más poderoso del departamento.

Soy el periodista que cubre las movidas de poder en el Caribe y a los partidos Conservador y Cambio Radical. Estudié Comunicación Social y Periodismo en la Universidad del Norte. Trabajo en La Silla Vacía desde el 2019. Participé en la antología "Diez años son nada, antología de la Cola de...