El ex gobernador de Córdoba pasó de ser un súper poderoso en ascenso a estar en la mira de las autoridades.
El departamento de Córdoba ha vivido una de sus semanas más convulsionadas en lo político porque cada vez se cierra más el cerco en torno al exgobernador Alejandro Lyons Muskus.
En los últimos días le capturaron a cuatro exfuncionarios, tres de ellos acusados de pertenecer al cartel de la hemofilia”, incluido su exsecretario de Salud Alfredo Aruachán (cuota del senador de La U Bernardo Ñoño Elías).
Esas capturas se suman a las de otros dos exfuncionarios efectuadas en diciembre, y cada vez es más fuerte el rumor de que las autoridades emitieron una orden de captura en su contra, algo que informaron algunos medios, pero que la Fiscalía no confirma.
Según la Fiscalía, tres de los capturados son responsables en el desfalco a la salud que se configuró por el pago de más de 44 mil millones de pesos que hizo la Gobernación de Lyons a dos IPS por pacientes hemofílicos falsos, con las cuales, como lo contamos en La Silla, el exmandatario tiene vínculos evidentes.
Ahora en los corrillos políticos la expectativa es sobre si Lyons será capturado en las próximas horas o si se entregará a la justicia por ese escándalo de corrupción en la salud.
Los escándalos que lo rondan
En pocos años, Lyons Muskus, quien llegó al poder en 2012 bajo las banderas del partido de La U y respaldado por los súper poderosos senadores del mismo partido Ñoño Elías y Musa Besaile pasó de ser un joven desconocido en la política a un súper poderoso emergente a estar envuelto en todo tipo de escándalos.
Además del cartel de la hemofilia, Lyons ha sido salpicado por unos cobros millonarios que hizo una IPS por atención a pacientes que necesitaban terapias de neurodesarrollo, pero que, en algunos casos, según la Contraloría, o no las recibieron completas o podía cubrirlas el Plan Obligatorio de Salud.
El vaso comunicante entre el exmandatario y ese escándalo es la IPS Unidad Integral de Terapias de la Costa, de la cual es gerente Diana Carolina Spath Espinosa, familiar de Sami Spath Storino, amigo cercano y asesor jurídico de Alejandro Lyons, como lo contamos en La Silla.
En el caso de los cobros de Unidad Integral de Terapias de la Costa al departamento, el presunto daño patrimonial al Estado es de 427 millones de pesos, según la Contraloría.
Y los ruidos por presunta corrupción durante el gobierno de Lyons van más a allá del sector salud.
El pasado jueves fue capturado el actual director de Planeación del Departamento, José Manuel Benjumea Simancas, quien era cuota de Lyons en la administración de Edwin Besaile y había sido su director de regalías antes de terminar el mandato en 2015.
Según la Fiscalía, Benjumea Simancas fue clave en un esquema de corrupción que, a través de contratación directa por Ciencia y Tecnología, habría desviado al menos 60.000 millones de pesos con los convenios 733 y 734 de 2013. El primero para la aplicación de ciencia y tecnología e innovación en carneros para mitigar efectos del TLC, cuyo valor era superior a los 16 mil millones de pesos, de los cuales solamente fueron consignados $11 mil millones. Y el segundo, para el Corredor Agroecológico Córdoba – Guajira, por un valor de 47 mil millones de pesos, del cual solamente se alcanzaron a consignar $29 mil millones.
Dichos contratos, según el mismo ente acusador, están relacionados con el asesinato del exdirector de Regalías Jairo Zapa, ocurrido en marzo del 2014, porque “la contratación en Ciencia y Tecnología habría sido el detonante para el homicidio”, según la Fiscalía.
Zapa era funcionario de Lyons y luego de permanecer desaparecido por más de cuatro meses fue encontrado muerto en un predio aledaño a una finca del papá del ex gobernador.
Ese es precisamente otro de los escándalos que Lyons tiene a la sombra, porque además de que en 2014 la Fiscalía lo citó para escuchar sus declaraciones en medio de las investigaciones por el asesinato a petición suya, según señaló el entonces mandatario, el abogado de la familia Zapa le pidió el viernes al propio fiscal Néstor Humberto Martínez, que el exmandatario sea vinculado formalmente al proceso por ese crimen.
“Hay elementos materiales probatorios suficientes para considerar que el gobernador Lyons pudo estar vinculado como autor intelectual del homicidio de Jairo Zapa”, argumentó el abogado en medio de una jornada de denuncias públicas que adelantó la Fiscalía en Montería. Martínez dijo que el fiscal delegado ante la Corte por este caso estudiaría la solicitud.
A pesar de que Alejandro Lyons ha tenido todos estos ruidos, incluso antes de salir del cargo (el caso de Zapa, por ejemplo, es de 2014), el joven abogado logró armar toda una estructura de poder con un grupo político que formó luego de tomar distancia de sus padrinos políticos Ñoño Elías y Musa Besaile.
Pero a todos esos escándalos, se les suma un tsunami político en ese incipiente grupo que le ha hecho perder gran parte del poder que quiso mantener después de salir de la Gobernación.
El poder que ha perdido
Después de las elecciones regionales de 2015 nadie ponía en duda en Córdoba que el nuevo súper poderoso de ese departamento era el saliente gobernador Alejandro Lyons.
Con el grupo que armó, logró ganar poder en nueve de las 30 alcaldías del departamento con candidatos que tuvieron su respaldo. Además, dos de sus respaldados lograron curules en la Asamblea y uno en el Concejo.
Eso sin mencionar que empezó la carrera con candidato propio a la Gobernación: Carlos Gómez, el avalado por Cambio Radical.
Para esa candidatura, Lyons no sólo consiguió el aval con el vicepresidente Germán Vargas Lleras, de quien es amigo, sino que logró armar una coalición en la que estuvieron los congresistas conservadores Nora García, Yamina Pestana y David Barguil. Aunque finalmente “bajo la mesa”, Lyons terminó apoyando al actual Gobernador.
Pero desde entonces esa estructura se ha venido derrumbando.
Dos políticos activos, un diputado y tres periodistas que conocen el tejemaneje de la política cordobesa atribuyen esa pérdida de fuerza a su desprestigio y a que “ya no tiene la chequera de gobernador”, como nos detalló una de las fuentes.
De los alcaldes, por ejemplo, le quedan apenas tres: el de Montelibano, Francisco Alean; el de Puerto Libertador, Espedito Duque; ambos avalados por Cambio Radical, y el mandatario de San Antero, Denis Chica, que llegó con el aval de La U.
Los demás mandatarios que antes estaban en ese grupo de Lyons están ahora más cerca del senador Musa Besaile.
Los diputados con los que puso el pie en la Asamblea -Milton Oviedo, de Cambio Radical y Antonio Ortega de La U- también se apartaron de Lyons desde octubre del año pasado y están hoy más cerca de Besaile.
La razón para este revés, según nos detalló un diputado que accedió a hablarnos fuera de micrófonos, es que por ser del grupo de Lyons “no estaban recibiendo el mismo trato de los demás de la coalición”.
Pese a esa debacle, el Ex gobernador sigue teniendo fichas suyas en algunos espacios clave.
En el Congreso conserva a su prima Sara Piedrahita Lyons en una curul de La U en la Cámara de Representantes. Ella llegó respaldada por él a ese cargo y como fórmula del senador Martín Morales, ficha de la cuestionada exparlamentaria Zulema Jattin y capturado en marzo del año pasado y llamado a juicio por narcotráfico, nexos con autodefensas y homicidio.
A nivel departamental, la secretaría de Educación está en cabeza de Abel Guzmán Lacharme, un recomendado de Lyons, y en la Alcaldía de Montería tiene poder en la secretaría de Hacienda con Karina Otero Buelvas. Ella entró a ese puesto como cuota del exmandatario quien respaldó la candidatura de Marcos Daniel Pineda.
Aunque el viento parece estar soplando en su contra desde hace algunos meses, porque su estructura empezó a debilitarse desde mediados del año pasado, Lyons tenía firmes intenciones de apostar con candidato propio al Senado en las próximas legislativas y estaba pensando en alguien de su familia para lanzarlo, según se comenta en el departamento. Pero si son verdad los rumores de su inminente captura, sus planes de vida serán otros.