En la ESE Cartagena de Indias, que presta atención primaria a unas 300 mil personas, tienen silla en junta directiva y varios contratos millonarios la congresista del combo de los gatos, Karen Cure, y su esposo. Alcalde prometió sacarlos.
Como hemos contado, Cartagena es una de las capitales del país que peor vive la pandemia del coronavirus. Ayer, por ejemplo, se registraron 85 casos y cuatro muertos más para un total de 3.927 y 165, respectivamente, en medio de la preocupación por la ocupación de las Unidades de Cuidado Intensivo UCI que está en un 82 por ciento.
Mientras eso pasa, la red hospitalaria pública que se encarga de la atención primaria de unos 300 mil cartageneros (de poco más de un millón de habitantes totales) está en unas condiciones deplorables y sigue bajo la influencia de los herederos de la criminal alias La Gata, la exempresaria del chance condenada por homicidio y concierto para delinquir Enilce López.
Se trata de la Empresa Social del Estado Hospital Local Cartagena de Indias, que está adscrita al departamento de salud del Distrito Dadis, agrupa a tres hospitales, 11 centros de salud y 27 puestos de salud, y si funcionara sería clave para detectar personas con síntomas de Covid, pues no siempre los pacientes llegan directo a una UCI, y para iniciar los cercos epidemiológicos.
La “ESE Cartagena”, como se le llama popularmente, está al menos desde hace unos cinco años bajo las garras del combo de La Gata, como lo hemos contado en La Silla Vacía.
Y en concreto, hoy está bajo la influencia burocrática de la representante de Cambio Radical Karen Cure y de su esposo, el político de Magangué Giovanni Meza, conocidos socios políticos de Enilce López, sobre quienes el alcalde William Dau, quien llegó venciendo a los grupos cuestionados de la ciudad, dijo públicamente que no quería ni “oler” a un simpatizante de ellos en la ESE.
“Le quiero mandar un mensaje a La Gata, a Giovanni Meza y a César Anaya (candidato de ese grupo a la Gobernación de Bolívar en 2010). Ya estoy enterado y tengo identificados a los lacayos que ustedes están utilizando para tratar de llegar a mi oído manejando el presupuesto de la ESE Cartagena de Indias. Les digo: ustedes no van a seguir robándose la plata de la salud de los cartageneros ¿Quieren guerra? Guerra van a tener”, les advirtió Dau antes de haberse posesionado en la Alcaldía.
El asunto es que, pese a que Dau ya logró cambiar al gerente de la entidad (que durante su gestión les dio contratos a los llamados “gatos de Magangué”, como le dicen al combo de La Gata), aún continúan allí personas cercanas a Cure y a Meza.
Tienen aliados hasta en la junta directiva y el manejo es tan de frente que hasta aparecen contratadas las hermanas de ambos políticos.
Una ESE moribunda
Como lo hemos contado, el sector salud siempre ha sido considerado un botín por algunos políticos debido a su presupuesto y a los puestos para clientela que pueden manejar.
La ESE Cartagena tiene un presupuesto de alrededor de 90 mil millones de pesos (según nos dijo extraoficialmente una fuente de la entidad) y una planta de aproximadamente 85 trabajadores más 1.100 vinculados por prestación de servicios o contratados por bolsa de empleo.
A los malos manejos le atribuyen mucho las preocupantes condiciones de toda esa red hoy.
De hecho, la semana pasada, tras recibir varias denuncias que señalaban un desangre de la ESE por injerencia de políticos, la Contraloría General realizó una visita e instaló una comisión para recaudar información financiera y de contratación en la entidad.
Por su parte, el recién nombrado gerente Rodolfo Llinás le dijo a La Silla que la ESE tiene hoy sus recursos comprometidos, es decir, no cuenta con recursos para invertir en la emergencia, y depende de la disposición del Dadis; no tiene camas hospitalarias y, por falta de personal y de elementos médicos, no cuenta con servicios extramurales para hacerles seguimiento a los pacientes sospechosos o confirmados de Covid-19.
Al respecto, Llinás le hizo dos propuestas al Dadis para adquirir 78 camas hospitalarias, aumentar su equipo extramural y conseguir pruebas PCR (las rápidas) y le informaron que están en “revisión jurídica”.
La infraestructura de la ESE es, como consta el último informe de calidad de vida del programa Cartagena Cómo Vamos, deplorable.
Ese documento publicado el año pasado señala que dos hospitales, seis centros de salud y diez puestos de salud, todos de la ESE, requieren intervención física inmediata. Literalmente se están cayendo.
Algunas están en el grupo de obras cuestionadas que, para remodelación o construcción, contrató en 2014 el entonces alcalde Dionisio Vélez y que quedaron a medio hacer o no se hicieron.
Puesto de salud Punta Canoa. Foto de Contratopedia Caribe
Puesto de salud Puerto Rey. Foto de Contratopedia Caribe
Vélez firmó un contrato por 95 mil millones de pesos para construir o remodelar 39 hospitales, algunos centros y puestos de salud de la ESE Cartagena de Indias, pero solamente se invirtió plata en 25. Y de esas 25 obras, seis años después, apenas ocho están listas, según informó el portal La Contratopedia Caribe.
El jueves pasado, en un debate en la comisión tercera del Senado, el congresista bolivarense del Centro Democrático, Fernando Araújo, resaltó las falencias de la red primaria de salud en Cartagena y dijo: “Este es un problema que merece toda la atención, porque en la atención primaria es donde está la principal causa de este problema, aquí es donde se nos está muriendo la gente”.
En un sentido parecido, el médico y exdirector del Dadis, Álvaro Cárcamo, nos dijo: “Si la ESE tuviera las condiciones adecuadas sería clave para el diagnóstico y seguimiento de pacientes confirmados o sospechosos con Covid-19”.
Pero el panorama no pinta nada bien en la entidad, pese a la pelea pública que está dando el Alcalde por librarla de la politiquería.
Los maullidos de los gatos
Desde antes de posesionarse, el mandatario William Dau, que siempre habla sin pelos en la lengua, e incluso a veces haciendo señalamientos generalizados, como lo hemos contado; había advertido que le quitaría la ESE Cartagena a la gente de los gatos.
Su deseo se cristalizó en parte hace algunas semanas, cuando al exgerente Roque Bossio se le venció el periodo y Dau nombró al médico Llinás, reconocido por ser técnico y no tener vínculos políticos.
Pese a eso, aún se escuchan en la ESE los maullidos de los gatos, materializados en contratos y en una silla en la junta directiva de la entidad.
Como lo reveló en su momento La Silla Vacía, Karen Cure se eligió en el Congreso como la representante de La Gata.
Su esposo, Giovanni Meza, fue en 2011 candidato a la Alcaldía de Magangué del grupo de Enilce López, cuando la entonces próspera empresaria lideraba un reino de miedo en ese pueblo.
La relación entre ellos es tan cercana que una de las asistentes de Cure en el Congreso iba a cuidar La Gata en el Hospital Universitario Cari en Barranquilla, como reveló en 2016 Noticias Uno. Y en La Silla también contamos que Meza era uno de sus visitantes más frecuentes.
Para las elecciones legislativas de 2014, el entonces presidente de Cambio Radical, Carlos Fernando Galán, quiso quitarle el aval de ese partido a Cure, justamente por sus relaciones políticas con La Gata evidenciadas en su esposo Giovanni Meza.
Cure aseguró que estaba separada y al final obtuvo el aval vía el exrepresentante vargasllerista, también de Magangué, Hernando ‘Picho’ Padauí. Y a los meses se supo que estaba embarazada de Meza, un asunto personal políticamente relevante debido a la versión que dio de su supuesta separación como muestra de lejanía con los gatos.
Hoy, los esposos Cure-Meza tienen un grupo propio que nació bajo el ala de Enilce López.
En cuanto a la burocracia de la ESE, en la junta directiva tienen al representante de los empleados de planta, Manuel Pérez Pava, quien es amigo de Giovanni Meza y asiste a eventos sociales con él, como queda claro en esta foto.
A la derecha Manuel Pérez con camisa amarilla. En el centro la pareja Cure-Meza.
La relación es tan obvia que, el pasado 1 de abril, un día después de que se le venciera el periodo al anterior gerente Roque Bossio, Pérez le pidió al Ministerio de Salud en nombre de la junta directiva que interviniera la ESE y nombrara un gerente porque la entidad estaba acéfala, cuando en ese momento se tenía que surtir un proceso para que el Alcalde eligiera esa nueva cabeza.
Durante su administración, Bossio consintió a la pareja Meza y a la congresista Cure entregándole contratos a su círculo más cercano, por lo que, aunque ya no está en el cargo, la nueva gerencia tendrá que convivir con gente de ese grupo.
Bossio le dio un contrato por 48 millones de pesos vigente hasta el 31 de diciembre de este año a Fairus Cure Corcione (hermana de la representante Karen Cure) con el objeto de prestación de servicios en el área de Control Interno y otro por el mismo valor y la misma vigencia a Cecilia Meza Menco (hermana de Giovanni Meza), con el objeto de “asesoría y soporte jurídico en los procesos penales” de la ESE.
“Esto es de frente, hay políticos que tratan de camuflar su poder en los entes que manejan, pero aquí pusieron a los mismos hermanos”, comentó al respecto un periodista local.
La esposa de un primo de Karen Cure (llamado Gino Corcione) también es contratista de la ESE. Se llama María José Villarreal: tiene un contrato por 53 millones por arrendamiento y la empresa Best Price Express S.A., de la cual es representante legal, tiene otro otro de prestación del servicio de “fotocopiado en blanco y negro, reducción, ampliación y anillado de papeles” por 164 millones.
En su perfil de Facebook, Gino Corcione indica que es de Magangué y que trabaja en la ESE de Cartagena, aunque no le encontramos contrato. Según una publicación de la página de la ESE, lidera el departamento de Docencia Servicio.
Asimismo, la empresa Fixabro S.A.S. tiene un contrato vigente por 2.439 millones de pesos por servicios de “conectividad, mantenimiento y soporte de la red en fibra óptica”. El representante legal de esta empresa es Guillermo Arrazola Olano, cercano a Roberto Olano, esposo de Fairus Cure.
Asimismo, Bossio le entregó una OPS a Ginnete Romero García por 28 millones de pesos que está vigente hasta el 31 de agosto. Romero hizo parte de la Unidad de Trabajo Legislativo (UTL) del asesinado representante Moisés Orozco, que era ficha del cuestionado excongresista de Sucre Yahir Acuña, quien ha tenido relaciones políticas con el grupo de La Gata.
Romero también es cercana a la pareja Meza-Cure, como consta en la misma foto publicada arriba en la que también aparece con ellos el miembro de la junta directiva Manuel Pérez.
Todos estos son los cercanos a los gatos a los que Dau dice que quiere sacar para quitarle poder al grupo de Magangué, además de acabar con la tercerización laboral.
“Vamos a acabar con el contrato con la empresa que se llama Konecta (la empresa que terceriza la contratación del personal) y vamos a incorporar al personal de la planta de la ESE a todos estos médicos”, dijo el mandatario en las cuentas institucionales de la Alcaldía.
La pregunta es si podrá hacerlo, dado que se trata de contratos legalmente vigentes que no podrá acabar sólo porque esa es su voluntad.
Sobre la tercerización laboral, el gerente Llinás nos dijo que ese proceso sólo se puede concretar a partir del próximo año cuando se realicen estudios técnicos y económicos y se presenten a la junta directiva.
En todo caso, la nueva cabeza de la ESE ya ha empezado a hacer cambios que favorecen al Alcalde Dau. Desvinculó del cargo de subgerente a Nilson Granados y ahí nombró a Luis Alfredo del Río, uno de los financistas de la campaña del mandatario (aportó seis millones de pesos, según reportó Dau en el portal Cuentas Claras).
También, el pasado 17 de abril le dio una OPS a Lidy Ramírez, una de las personas de más confianza del Alcalde. Ramírez fue asesora anticorrupción de la Alcaldía, pero Dau la tuvo que remover del cargo porque no cumplía con los requisitos.
