Aunque Musa Besaile y Mara Bechara estén investigados por casos de corrupción sus familias seguirán unidas para las próximas elecciones legislativas.

 

Pese a los procesos judiciales en contra del senador Musa Besaile  y la exrectora de la Universidad del Sinú, Mara Bechara, sus respectivos herederos volverán a ir a las próximas elecciones y lo harán en llave.

Se trata del hermano mayor de Musa, John Moisés Besaile, y de uno de los hijos de Bechara, Erasmo Zuleta Bechara, que aspirarán en fórmula -el primero al Senado y el segundo a la Cámara de Córdoba- por el Partido de la U.

Más allá de la alianza política que los une, los amarra la familia, pues el hermano menor de Besaile (el actual gobernador de Córdoba, Edwin Besaile) está casado con Rosana Zuleta, hermana de Erasmo.

Johnny Besaile, como lo conocen, se lanzó por primera vez a la Alcaldía de Sahagún por el Partido Liberal en el 94, pero sólo llegó a salir elegido en el 98 por este mismo partido.

Trece años después, volvió a aparecer en el mundo político cuando el corrupto exgobernador Alejandro Lyons lo nombró Secretario del Interior y Participación Ciudadana luego de que perdiera la Alcaldía de Sahagún frente a Carlos Alberto Elías Hoyos, primo de Bernardo ‘El Ñoño’ Elías.

Zuleta, por su lado, nunca se ha batido en una contienda electoral y, actualmente, es el vicerrector administrativo de la Universidad del Sinú..

La alianza política entre los Bechara y los Besaile viene desde las elecciones del 2010 cuando el actual representante Raymundo Méndez Bechara (sobrino de Mara) se lanzó como fórmula de Musa.

Un año después de que Méndez saliera elegido por primera vez, la alianza Besaile-Bechara apoyó a Lyons que, al salir elegido, les devolvió el favor nombrando a Johnny como parte del gabinete. A Mara Bechara le nombró al director de regalías que ella recomendó y que había trabajado antes como docente de la Unisinú: el asesinado Jairo Zapa.

Para estas elecciones, de acuerdo a lo que nos contaron dos personas que conocen por dentro el musismo, Méndez decidió no aspirar por razones personales y optó por dejarle la curul a su primo Erasmo.

Al día de hoy las caras más visibles de estos dos clanes están investigadas por presuntos casos de corrupción.

Musa tiene tres investigaciones preliminares en la Corte Suprema por presuntos nexos con paramilitares, por Odebrecht y por el llamado cartel de la toga.

Mara Bechara, por su lado, enfrenta –junto con su hermana María Fátima– un juicio por los delitos de interés indebido en la celebración de contratos, peculado por apropiación en favor de terceros, concierto para delinquir y concusión en el caso de dos convenios -que suman más de 10 mil millones de pesos- que firmó la Universidad del Sinú con la Gobernación de Córdoba cuando ésta estaba en manos de Lyons y que según la Contraloria se habrían robado.

En marzo se sabrá si las nuevas caras de la alianza Besaile-Bechara fueron capaces de mantener vivo un matrimonio que, en 2014, con 145 mil votos, logró sacar la segunda votación al Senado del país y, con 51 mil votos, la tercera de Córdoba.

Estudié Literatura y Filosofía en la Universidad de Los Andes y de ahí salí a hacer la práctica en La Silla Vacía. Cubrí Bogotá, el Caribe y, ahora, política y Congreso. @jpperezburgos