Anualmente el Festival Vallenato tiene entre sus asistentes a los políticos más poderosos del país y, en época electoral, sirve como escenario de campaña. Sin embargo, este fue un Festival atípico al que los precandidatos presidenciales no les sedujo asistir y en el que empresas y políticos no hicieron grandes fiestas.

El Festival es el primero que se hace tras la pandemia. Tuvo restricciones de aforo y menos tiempo de preparación que cuando se hace en abril. A eso se le suma que el cuestionado clan Gnecco no hizo su tradicional fiesta privada, una de las más importantes, porque el gobernador Luis Alberto Monsalvo Gnecco está suspendido y en casa por cárcel.

Otro factor que influyó fue la ausencia de fiestas de las grandes empresas privadas. “No se hicieron las grandes fiestas de las empresas colombianas como Bavaria, Old Parr, Argos, Bbva. Esas son fiestas para gente de afuera, donde invitan a ministros, congresistas, y eso trae mucha gente. Y allí se mueve el tema del relacionamiento político y relaciones públicas”, nos dijo un político local.

Además, hay políticos que creen que ya no es necesario hacerle lobby al Gobierno de Iván Duque, que inauguró el Festival. “Este Gobierno ya se está acabando, que lobby va a hacer uno. Ya lo que fue, fue”, nos dijo un congresista.

Un fugaz Duque, y el enojo con los ministros viajeros

Duque solo estuvo públicamente en la inauguración de la fiesta, donde dio un discurso de escasos tres minutos enfocado en la reactivación económica. “Valledupar se convierte en el ejemplo de retomar los eventos masivos con bioseguridad, donde la cultura se hará cada vez más grande. Ustedes son el ejemplo de una nación”, dijo en la noche del jueves en la Plaza Alfonso López.

Durante su breve intervención, hubo chiflidos de un sector de los asistentes y aplausos de otro, especialmente de la zona preferencial donde había miembros del Gobierno.

“Con la impopularidad que tiene, salió bien librado”, nos dijo un congresista que estuvo allí.

Una vez terminada la presentación del evento Duque se retiró, y viajó temprano al día siguiente.

En la inauguración también asistieron la ministra de Cultura Angélica Mayolo, el ministro del Interior Daniel Palacios, el de Agricultura Rodolfo Zea y el de Minas Diego Mesa. 

Daniel Palacios, Rodolfo Zea y Diego Mesa en la inauguración del Festival. Foto tomada de @DanielPalam

Es común que, para argumentar su presencia en el Festival, los ministros presenten proyectos en Valledupar y en el departamento por esos días.

Justo la semana del festival el ministro de Agricultura Zea llevó a cabo en el departamento el programa Agricultura por Contrato. El ministro de Minas Mesa anunció 3.152 millones de pesos del sector minero y de hidrocarburos para intervenir en vías del Cesar.

El ministro del Interior Daniel Palacios y su asesor Jorge Tovar (hijo del paramilitar “Jorge 40”) se reunieron con el alcalde de Valledupar Mello Castro y su padrino político y congresista, José Alfredo Gnecco, para revisar “proyectos que se adelantan en la ciudad”, sin dar detalles de cuáles.

Mello Castro, Jorge Tovar, José Alfredo Gnecco y Daniel Palacios (de izquierda a derecha). Foto tomada de @danielpalam

En la zona preferencial de la inauguración se regó la versión de que Duque estaba enojado. “Yo estaba adelante en protocolo y alguien de presidencia dijo ‘Duque venía bravo en el avión porque supo que mucha gente de los ministerios se vinieron para acá’”, nos dijo un congresista. Otra persona nos dio la misma versión.

El ministro de Minas Diego Mesa le dijo a La Silla que “el presidente no manifestó ninguna molestia” y que “la comitiva que lo acompañó a la inauguración continuó la agenda a Antioquia el viernes temprano como estaba planeada”.

En todo caso, el ministro del Interior Daniel Palacios sí se fue más rápido de lo que preveía, algo que sorprendió a los políticos locales. El sábado en la mañana Palacios tenía un evento con la Cámara de Comercio de Valledupar, pero fue cancelado. 

Los que sí se quedaron más tiempo fueron los ministros de Agricultura y de Minas. El ministro Zea estuvo el viernes en una fiesta en Comfacesar, según una fuente que lo vio allí, y el sábado, el ministro Mesa fue jurado del concurso de acordeón aficionado del Festival. 

El ministro de Minas Diego Mesa de jurado (el cuarto de izquierda a derecha). Foto de Fundación Festival de la Leyenda Vallenata.

Los Gnecco sin fiesta

El vallenato en el Cesar es una cuestión de poder. Y el poder del Festival ha estado asociado a la familia Molina Araujo, rivales del gobernador actual, Luis Alberto Monsalvo Gnecco, del poderoso clan Gnecco.

El cuestionado clan maneja la Gobernación del Cesar, tiene gran influencia en la Alcaldía de Valledupar y tiene dos congresistas propios y dos aliados.

Durante el Festival los Gnecco hacían eventos paralelos, y el gobernador busca dejar su legado con la construcción de un polémico centro cultural vallenato que le compita al Parque de la Leyenda Vallenata, donde se lleva a cabo el Festival.

En los últimos años, antes de la pandemia, se hizo popular la fiesta del los Gnecco en su casa campo Las Marías, a las que asistían ministros y expresidentes y disfrutaban al ritmo de artistas como Silvestre Dangond.

Sin embargo, este año no hubo. Tres aliados políticos del clan coincidieron en la razón: el gobernador Luis Alberto Monsalvo está suspendido y detenido en su casa.

Monsalvo está preso desde agosto por una investigación por presuntas irregularidades en un contrato de alimentación escolar en su primera administración en la Gobernación (2012-2015).

El gobernador encargado Andrés Meza, del grupo de los Gnecco, ni siquiera hizo presencia en los eventos de la Fundación.

El sábado Meza sí asistió al matrimonio del contralor delegado de Regalías, Aníbal Quiroz, hermano de Aroldo Quiroz, magistrado de la Sala Civil de la Corte Suprema. 

Gobernador Andrés Mesa al fondo de saco negro.

En eventos de la Fundación donde estaban los patrocinadores, aparecía la Alcaldía de Valledupar y las empresas patrocinadoras, pero no la Gobernación. 

“Se volteó la arepa”

Hace un mes, el cantante Poncho Zuleta, conocido por sus lazos con el uribismo, le envió un saludo al candidato presidencial de izquierda Gustavo Petro, a quien antes había criticado. “Ya se volteó la arepa”, cantó Poncho.

El saludo lo gestionó el diputado del Atlántico e hijo de Petro, Nicolás Petro.

La frase se ha hecho popular en Valledupar y, de hecho, con “se volteó la arepa” presentaron a Poncho cuando se subió a la tarima el sábado en el Parque de la Leyenda Vallenata.

La frase ya tiene hasta canción, una crítica. Ivo Díaz, hijo del juglar Leandro Díaz, sacó la canción “Se volteó la arepa”, compuesta por Efraín “el Mono” Quintero, vicepresidente de la Fundación.

“Ombe, se volteó Zuleta/ Por Petro quiere votar/ Por Petro quiere votar/ Ombe, se volteó Zuleta/ ahora sí se va a quemar/ por andar de voltearepas”, dice un coro de la canción.

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Quintero también hizo un cuadro alusivo a la frase en el restaurante Boheme.

La brújula del Mello Castro

“Este es el pase de la brújula y solo se le dedican a personas como usted Mello Castro”, le cantó el artista Elder Dayan al alcalde en su fiesta. El mandatario, antes llamado José Santos Castro, se cambió el nombre en 2019 para que su apodo Mello le apareciera oficialmente en la cédula y en el tarjetón electoral.

Castro organizó la fiesta el viernes en la casa campo Ranchomio. Fue una parranda para consentir a sus amigos, integrantes de gabinete, concejales, diputados y congresistas: la clase política local.

Castro llegó a la Alcaldía de Valledupar por el respaldo del senador José Alfredo Gnecco, que lo apoyó pese a que otro sector del clan Gnecco estaba con Ernesto Orozco, del grupo del representante conservador Ape Cuello.

Aunque Castro sigue la línea del congresista Gnecco, tiene un recorrido político propio y hace parte de otra de las familias tradicionales del Cesar, los Castro. 

El alcalde Castro (der) y su padrino político el senador José Alfredo Gnecco (izq) conversando al inicio de la fiesta.

En el evento estuvieron los dos políticos que Castro apoyaría en las próximas elecciones: el senador Gnecco y el contralor de Barranquilla, Carlos Felipe Quintero, hijo del representante de Cambio Radical, Chichí Quintero, que también estuvo presente.

Chichí Quintero tiene un grupo político propio y ha sido aliado de los Gnecco en varias ocasiones.

Acompañado de los Quintero, llegó la única figura nacional que asistió a la fiesta del Mello, el expresidente liberal Ernesto Samper, quien concurre al Festival todos los años y se hospeda en la casa del representante de Cambio Radical.

Expresidente Ernesto Samper

Al evento también asistió el senador de Cambio Radical Didier Lobo, aliado de los Gnecco, y su diputado Raúl Romero. 

 A diferencia del gobernador Meza, Castro asistió al evento de inauguración del Festival y dio un breve discurso. También fue el sábado al concierto de Festival, donde se presentaron los cantantes Poncho Zuleta, Beto Zabaleta, Elder Dayan y el Churo Díaz. 

Más fotos de poderosos en el Festival: 

La presidenta de la Cámara de Representantes Jennifer Arias (en la derecha), del Centro Democrático, fue jurado del concurso de acordeón.
El alcalde de Riohacha José Ramiro Bermúdez en el Parque de la Leyenda Vallenata.
El senador del Centro Democrático Carlos Meisel y su esposa Cristina Echeverry en el Parque de la Leyenda Vallenata.
El senador Didier Lobo en la inauguración del Festival.
El representante de La U José Eliecer Salazar, del clan Gnecco, ingresando al Festival.

Soy el periodista que cubre las movidas de poder en el Caribe y a los partidos Conservador y Cambio Radical. Estudié Comunicación Social y Periodismo en la Universidad del Norte. Trabajo en La Silla Vacía desde el 2019. Participé en la antología "Diez años son nada, antología de la Cola de...