Un nuevo escándalo vuelve a tocar de cerca al presidente Gustavo Petro. Esta vez por la sospecha de que hubo abuso de poder de parte de Laura Sarabia, la jefa de gabinete y su funcionaria más cercana en la Casa de Nariño.

La revista Semana publicó en su portada la denuncia de Marelbys Meza, quien fue niñera del hijo de Sarabia, y afirma que fue obligada a hacer una prueba de polígrafo en un edificio de la Presidencia, como sospechosa de haberse robado dinero en efectivo de la casa de la funcionaria. La ahora exniñera señala, además, al esquema de seguridad de la jefa de gabinete de amenazarla con mandarla a prisión y de hostigar a su hermano.

Según Sarabia, y la propia Presidencia, se trató de un procedimiento enmarcado en la protección a la “seguridad nacional”, fue voluntario, y no hubo nada irregular.

Más allá de la discusión sobre si existió un abuso de poder, el escándalo generó ya varios coletazos políticos para los involucrados.

  1. Debilita a Petro y a su mano derecha

En las últimas dos semanas Laura Sarabia abandonó la discreción que la había caracterizado. Aunque desde la campaña se volvió imprescindible para Petro y en el gobierno manejaba mucho más que la agenda del presidente, su imagen se hizo aún más visible después de una entrevista con El Tiempo, que publicitó los poderosos roles que tiene en el gobierno. Luego, El País de España, publicó un perfil en el que Sarabia otorgó un acceso amplio al periódico.

Especialmente en El Tiempo, Sarabia fue generosa en autoelogios, incluso afirmó que no descartaba una aspiración presidencial. Dijo que tenía un “liderazgo mayor” que políticos de carrera como Roy Barreras, Luis Fernando Velasco o su exjefe, Armando Benedetti.

Esa exposición visibilizó el rol central que tiene Sarabia como una figura de la entraña del presidente. Por esa razón el presidente trinó preguntando si el objetivo es “destruir personas porque están a mi lado”.

“Si se prueba el abuso, Petro quedaría debilitado porque le quitan algo que él nunca había tenido en su vida, alguien que lo complementa, que era como una traductora de lo que él decía y a la vez alguien en el que él confiara”, dice el analista Héctor Riveros sobre Sarabia.

A pesar del poder que acumuló, hasta ahora Sarabia había pasado de agache frente a los radares de la oposición. Pero la acusación de la exniñera, quien además habla de secuestro, cambia ese panorama. La jefa de gabinete fue citada a la Cámara de Representantes para que responda preguntas sobre el uso del polígrafo contra su niñera y por el monto del dinero que le robaron a la funcionaria en su casa. Sin embargo, por no ser ministra ni una funcionaria con fuero político, Sarabia no está obligada a ir.

Además, los detalles que tiene la denuncia de Marelbys Meza le han permitido a opositores al gobierno hablar de un “aparato de represión” desde el gobierno. Y también que quienes rodean a Petro manejan altas sumas de dinero en efectivo, en relación con las bolsas entregadas al entonces senador Gustavo Petro, en el famoso “Petrovideo”, caso que archivó la Corte Suprema de Justicia.

Por ahora, desde el gobierno mantienen su apoyo a Sarabia. Un comunicado de la Presidencia descartó que hubiera existido maltrato o mal uso de recursos públicos al interrogar a la niñera, bajo el argumento de que el robo de la funcionaria más cercana al presidente podría poner en riesgo la seguridad nacional.

2. Empodera a rivales de Petro en los entes de control

El fiscal Francisco Barbosa y la procuradora Margarita Cabello anunciaron que investigarán si Sarabia cometió algún delito o si incurrió en abuso de autoridad, una falta disciplinaria.

Según la versión entregada por la jefa de gabinete de Petro, la denuncia sobre el robo de una suma “cercana a los 7.000 dólares”, la interpuso ante la Fiscalía el mismo 29 de enero que ocurrió el hecho. Aunque el fiscal Barbosa aseguró que la denuncia presentada inicialmente fue a “persona indeterminada”, es decir, que en ese momento no se señaló como sospechosa a la niñera.

Pero el punto débil para la jefa de gabinete, y los funcionarios de la llamada Jefatura de Protección Presidencial, es por el uso del polígrafo con la niñera Meza, al no ser ella una funcionaria pública. Eso sumado a las denuncias que ella hizo de supuesta intimidación y retención por más de 6 horas.

“Según la Constitución, la única entidad que investiga delitos es la Fiscalía, que es la que ordena indagaciones y la que presenta imputaciones o medidas de aseguramiento”, explicó en Caracol Radio el fiscal Barbosa, que señaló así una primera extralimitación que se habría cometido en la prueba del polígrafo. También anunció que los funcionarios del esquema de seguridad de Sarabia serán llamados a interrogatorio.

Sin embargo, la defensa de Sarabia es que la niñera autorizó la prueba del polígrafo, que fue hecha en una sede de gobierno para resolver un tema doméstico. “Ella vino consciente a lo que venía, nunca la obligué, nunca la presioné, no utilicé mi poder”, explicó la jefa de gabinete en Semana.

“Se va a iniciar la indagación para verificar si se podía o no se podía hacer la prueba de polígrafo”, dijo la procuradora Cabello al anunciar la investigación preliminar contra Sarabia.

La investigación queda en manos de entidades que lideran dos exfuncionarios del expresidente Duque, que han tenido enfrentamientos con el presidente Petro. Además , alimenta nuevamente las tensiones que en el último mes ha habido entre la justicia y el presidente, que crecieron este lunes cuando Petro habló de un “golpe blando” por las decisiones que el Consejo de Estado y la Procuraduría han tomado contra congresistas del Pacto Histórico.

“Puede que la Procuraduría se mueva rápido para tratar de tumbar a Laura Sarabia. Con cualquier declaración la pueden suspender para que no intervenga en el proceso y después destituirla”, asegura Riveros, en caso de que haya una prueba que confirmara el abuso de autoridad de la jefa de gabinete.

Tanto la Fiscalía como la Procuraduría tienen también entre su abanico de investigaciones la que señala a Nicolás Petro de haber recibido dineros de un exnarcotraficante. Aunque el presidente Petro se había desmarcado de su hijo en la célebre entrevista de la revista Cambio con el “yo no lo crie”, ahora los procesos que seguirán la Fiscalía y la Procuraduría tocan al lado de su oficina.

3. Golpea el discurso a favor de los pobres

El discurso del gobierno popular, que representa a “los nadies” y que lucha contra la precarización laboral, se estrella también con la denuncia hecha por la exniñera de Laura Sarabia.

Al presidente Petro le han criticado su trino en el que califica de mentiras la denuncia de Marelbys Meza. Además, le han cuestionado que, en este caso, le dé credibilidad a la versión de su jefa de gabinete y no a la de una mujer “pobre”, “humilde”, y “vulnerable”, adjetivos que él había utilizado en el pasado en sus discursos y que le están cobrando en algunos trinos en respuesta al comunicado de Presidencia.

Además, la revelación del influenciador de derecha Daniel Briceño, según la cual la jefa de gabinete no le pagaba a la niñera de su hijo las prestaciones sociales, se ha sumado al listado de incoherencias del gobierno que promueve una reforma laboral para superar la precarización.

Incluso Meza señaló que cuando la despidieron, acusada de haber cometido el robo del maletín con dinero, le quedaron debiendo su salario:

“Él (el esposo de Laura) me liquidó hasta diciembre, o sea como cuatro meses y esto pasó en enero. La quincena de enero no me la pagaron”, dijo en Semana.

4. Profundiza la pelea de Petro con los medios

“Fue un día lleno de mentiras”, así el presidente Petro fue el primero en desestimar la versión de la niñera, publicada en Semana.

Petro también usó el episodio para añadir críticas a la agenda mediática colombiana. Cuestionó que en la audiencia de Mancuso ante la JEP no hubiera un cubrimiento “a fondo” de los medios colombianos y en otro tuit contra la prensa nacional destacó una entrevista de El País de España al ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo. A su juicio, lo que ahí se publicó no lo dicen los medios locales.

Tuiteros afectos al gobierno hablan de una narrativa creada desde los medios para “crearle un escándalo” a quien es considerada la mano derecha del presidente Petro y quien se autodenomina como su “sombra”. Esta es una teoría que han respaldado desde Twitter funcionarios del gobierno como Cielo Rusinque, directora del DPS y Hollman Morris, designado subgerente de RTVC, quien dice que hay “un sesgo ideológico para desacreditar al gobierno”.

5. Vicky crea una grieta entre medios tradicionales

La denuncia de la exniñera de Laura Sarabia fue publicada como portada de Semana con el título “Me sentí secuestrada”. La publicación de la revista fue retomada por varios medios de comunicación durante el fin de semana.

Pero por cuenta de las emisiones de los programas matutinos de radio hubo un reclamo de la directora de Semana, Vicky Dávila, porque otras emisoras habían hecho eco de la denuncia, pero no La W, dirigida por Julio Sánchez Cristo.

Dávila escribió inicialmente en su cuenta de Twitter: “La FM, Blu y Caracol Radio han cubierto esta mañana las graves denuncias de Marelbys Meza contra Laura Sarabia. La W, no. Se trata de la mujer más poderosa de Colombia y la más cercana al presidente. Muy extraño.”

Y posteriormente envió otro trino en el que mostró una foto de Julio Sánchez durante la reciente visita de Petro a España, en la cual el presidente le dio una entrevista al director de La W. “Cuando los periodistas se arrodillan al poder obedecen a los intereses del gobierno de turno”, escribió Vicky Dávila en Twitter.

En la emisión de La W no hubo respuesta al trino de Dávila, aunque la periodista María Camila Díaz, de esa emisora, sí envió un mensaje tácito a la directora de Semana a través de un tuit en el que cuestionó que quien se indigna porque Petro critica los medios ahora haga lo mismo. Desde Blu Radio, su director, Néstor Morales, también entró en la discusión al concluir que “cada medio de comunicación tiene derecho a decidir de qué habla”.

Se trata de un enfrentamiento atípico entre grandes medios, que gira alrededor de la posición alrededor del gobierno Petro, y que se suma al clima de desprestigio que ha generado el presidente del periodismo nacional.