El hasta ahora viceministro reemplazará a Alicia Arango, quien será embajadora ante la ONU en Suiza.

Al presidente Iván Duque le gusta gobernar con un mismo círculo de personas cercanas, a las que rota de puesto. Así lo hizo con Carlos Holmes Trujillo, a quien movió de la Cancillería al Ministerio de Defensa; con Karen Abudinen, primero consejera presidencial y ahora Ministra de TIC; con Nancy Patricia Gutiérrez, primero MinInterior y hoy consejera presidencial; con Luis Alberto Rodríguez, primero vice de hacienda y hoy cabeza de Planeación Nacional. 

Ahora lo hace con Alicia Arango, quien primero fue ministra de Trabajo y hoy deja la cartera de Interior para ser embajadora ante la ONU en Suiza; y con su reemplazo, el hasta ahora viceministro de Interior, Daniel Palacios.

Por eso, porque Palacios ya cumplía funciones centrales en el manejo político, y porque tanto Arango como Palacios son uribistas 1A, el nombramiento de hoy no cambia el panorama político.

Una salida cantada

Arango ya venía tan aburrida que en agosto renunció, pero el Presidente la retuvo unos meses más. Se sabía que habían acordado que estaría hasta diciembre, y por eso el anuncio de hoy.

Aunque llegó a Interior, a inicios de este año, con el peso de haber sido una de las personas clave en la campaña presidencial de Iván Duque, y de ser una de las funcionarias más cercanas al expresidente Álvaro Uribe, con la pandemia perdió protagonismo. 

Y así como esa salida estaba cantada, el nombramiento de Daniel Palacios también, pues en la práctica, como contamos, ya cumplía varias de las funciones que suele tener el Ministro.

Una es que desde hace meses se convirtió en el puente entre los congresistas y la Casa de Nariño; por ejemplo, era él quien llamaba a los presidentes de las comisiones del Congreso en las que el Gobierno tenían proyectos de ley para que los pusieran arriba en el primer orden del día y así garantizar que fueran aprobados.

También era el encargado de buscar a los congresistas autores de proyectos para coordinar apoyos con el Gobierno. 

En ese papel, como contamos, fue clave para poner a aliados de Duque en la Defensoría del Pueblo (el conservador Carlos Camargo), la Procuraduría (la entonces Ministra de Justicia, Margarita Cabello) y la Corte Constitucional (la amiga de Duque, Paola Meneses); y además ayudó a que el Ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, superara sin angustia dos mociones de censura.

En los últimos días también celebró como un logro suyo que en la reforma electoral se incluyera la paridad de género. Las listas a corporaciones como Senado, Cámara, Asamblea y Concejo deberán ir en un 50 por ciento conformadas por mujeres, aunque como no se incluyó la exigencia de la alternancia ni de la lista cerrada puede ser un pasito más que un salto hacia la igualdad, como explicamos aquí. 

Otra función era la de relacionarse con los alcaldes y gobernadores: fue él quien, junto al Ministro de Salud, Fernando Ruiz, coordinó las medidas de la Nación y los gobiernos locales para enfrentar el covid.

Además en Bogotá, de donde fue concejal entre 2016 y 2019, el Presidente Duque lo designó junto a Diego Molano, director de Dapre y concejal la tiempo con Palacios, para responder a la alcaldesa Claudia López, una de las mayores críticas del gobierno nacional frente a esas medidas. 

Su nombramiento como Ministro viene apalancado por una de las personas más poderosas en Palacio y más cercanas a Duque: Maria Paula Correa, jefe del gabinete. 

Palacios la conoció en Estados Unidos cuando él hacía una maestría de gobierno en Harvard, hace 20 años, mientras ella estudiaba una maestría en Administración Pública en la Universidad de Columbia. En los últimos meses venían coordinado las actuaciones en el Congreso.

Palacios, un politólogo que ha militado durante 20 años en el uribismo, fue secretario privado de Álvaro Uribe y por eso cumple con todas las condiciones para que su nombramiento caiga bien en todos los sectores del Centro Democrático. 

Palacios también tiene muy buenas relaciones con los militares. Fue asesor para asuntos políticos y de seguridad nacional del Comandante de las Fuerzas Militares y a conocidos y amigos les ha dicho que se ha preparado toda su vida para ser Ministro de Defensa, porque el tema que más maneja es la seguridad.

Todo eso significa que al final, el nombramiento no cambia mayor cosa, sino que formaliza una situación, y con él Duque da una señal de que no ve necesidad de ajustar cosas en el manejo político de su Gobierno, y que su bandera de un gabinete paritario quedó definitivamente abandonada: con Palacio son ya 12 ministros y apenas seis ministras.