Enrique Peñalosa era un rechazado en su propio partido. Sin embargo, desde que ganó la consulta verde con más de dos millones de votos, muchos ‘verdes’ se están subiendo al tren de la victoria o al menos, a diferencia de hace unas semanas, ya no descartan subirse.
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Con dos millones de votos a cuestas, Peñalosa ya no es el rechazado de la Alianza Verde
Enrique Peñalosa era un rechazado en su propio partido. Sin embargo, desde que ganó la consulta verde con más de dos millones de votos, muchos ‘verdes’ se están subiendo al tren de la victoria o al menos, a diferencia de hace unas semanas, ya no descartan subirse.
La Silla indagó la posición de los 19 candidatos que aspiraron al Senado por la Alianza Verde, electos o no, que obtuvieron más de 5 mil votos. Logró confirmar la posición de 15 de ellos, que sumaron 369 mil votos, incluyendo los cinco electos.
De estos 15, ocho (los electos Claudia López, Jorge Iván Ospina, Jorge Eliécer Prieto e Iván Name y los quemados Jorge Londoño, Ricardo Romero, Félix Valera y Álvaro Pérez Vides) que lograron 233 mil votos están con Peñalosa; seis (cinco progresistas y Daniel García) que sumaron 114 mil votos no lo descartan mientras el progresismo decide; y uno, Carlos Lozano, estará en la campaña presidencial del Polo con la UP.
De las listas a la Cámara hablamos con 18 candidatos que alcanzaron 224.921 votos. Once de estos 18, que recogieron 97 mil votos, apoyan la candidatura de Peñalosa. Dos (Angélica Lozano, la más votada en Bogotá, y Óscar Ospina, el más votado en Cauca, ambos con curul) que sumaron casi 60 mil votos no lo descartan y señalan que lo decisivo es que Peñalosa se deslinde completamente de Uribe. Cinco – entre los que se encuentra la representante Ángela María Robledo – que lograron 67 mil votos, le dicen que no al candidato verde. En conclusión, si Peñalosa estaba solo, ya no lo está.

En los órganos del partido
Después de la muerte de Gilma Jiménez y de la entrada del representante Alfonso Prada al equipo de Santos, Peñalosa se quedó sin ningún representante en las directivas del partido, y aunque logró que algunos apoyaran y defendieran la consulta interna que él había propuesto, en realidad tenía muy poco apoyo. Eso también ha cambiado con su triunfo en las urnas. El representante legal de Alianza Verde, Carlos Ramón González, le aseguró a La Silla que hoy cinco de los seis miembros de la Dirección Ejecutiva del partido apoyan la campaña de Peñalosa: el propio González, el concejal de Bogotá Antonio Sanguino, el concejal progresista de Bogotá Boris Montes de Oca, el senador y Director ejecutivo de la Alianza Rodrigo Romero, y la petrista Gloria Flórez.
El único disidente, según esta versión, sería el senador progresista Luis Carlos Avellaneda quien, dijo González, está a la espera de lo que defina el progresismo de manera colectiva.
Según González, en la Dirección Nacional las mayorías también están ahora a favor de Peñalosa. El representante legal de la Alianza le confirmó a La Silla que al menos 32 de los 40 miembros de dicho órgano están con Peñalosa.
El concejal Antonio Sanguino explicó que los Verdes – él, González y Romero – han estado desde un inicio respaldando la candidatura del exalcalde y que, después de la consulta, los petristas se han movido progresivamente de rechazar la alternativa de Peñalosa a apoyarla.
“Se han dado cuenta que sería un error político gravísimo no respaldar el impacto de la Consulta Verde,” dijo Sanguino.
De acuerdo al concejal, de los progresistas (que tendrán una reunión este jueves para definirse) “la más entusiasta” de apoyar a Peñalosa es Gloria Flórez. Y que Montes de Oca y Avellaneda ya no se oponen radicalmente a la candidatura presidencial del exalcalde distrital.
La Silla intentó comunicarse en varias ocasiones con Flórez y Avellaneda para conocer su posición de manera directa, pero no fue posible contactarlos.
Sin embargo, un congresista de la Alianza Verde le dijo a La Silla off the record que González e incluso el senador Romero hacen parte de los verdes que en los últimos días han dado un giro. Esta fuente dice que internamente González, aunque ahora está de frente con Peñalosa, “no se había mostrado nunca entusiasta de la consulta”.
Además de los órganos nacionales, Sanguino le contó a La Silla que a raíz de la consulta han recibido llamadas de militantes la Alianza – concejales, diputados, ediles y otros líderes del partido – que han expresado su disposición de hacerle campaña al candidato presidencial verde.


Entre los progresistas aún hay resistencias a Peñalosa, pero mucho menos que cuando no tenía un voto.
El senador electo del progresismo con más votos, Antonio Navarro Wolff, le dijo a La Silla que no hay ninguna “declaración oficial” sobre el respaldo a Peñalosa porque lo van a decidir en la reunión de este jueves en Bogotá. Aunque este no es un sí a Peñalosa, es un giro frente a lo que decía antes de la Consulta, cuando el propio Navarro en un programa de televisión dijo que “No” votaría por Peñalosa para presidente.
El movimiento del segundo candidato más votado de la consulta verde, Camilo Romero, denominado Nueva Ciudadanía, que es cercano al progresismo, estaría también inclinado a apoyar a Peñalosa. Aunque esperaban que Romero fuese nombrado candidato vicepresidencial, La Silla habló con el papá de Camilo, Ricardo Romero – candidato al Senado que se quemó pero sacó 23 mil votos -, y éste aseguró que si la candidata vicepresidencial de Peñalosa (Isabel Segovia) no es una ficha política del uribismo, ellos estarían dispuestos a asumir los resultados de la consulta y a apoyar al candidato verde.
Por su parte Jorge Guevara, candidato del progresismo al Senado que se quemó con 16 mil votos, dijo que aunque no hay una decisión oficial sí hay una mayor apertura hacia la posibilidad de apoyar al candidato presidencial verde, porque “es distinto Peñalosa en frío hace un mes que Peñalosa con dos millones de votos y punteando en las encuestas”, dice. En el mismo sentido se manifestaron otros candidatos al Senado y a la Cámara progresistas/petristas que sacaron más de 5 mil votos como Natalia Parra, Evelio José Daza, Witney Chávez, Ómar Rodríguez (Bogotá) y Jaime Alberto Acosta (Tolima).
Parra, activista animalista, dice que les preocupa que Peñalosa no esté hablando mucho del tema ambiental pero que “el candado – para abrir una puerta con su candidatura -ya no está cerrado con la misma fuerza que antes”.
Daza, progresista oriundo del Cesar, le dijo a La Silla que ven con buenos ojos las últimas declaraciones de Peñalosa, por ejemplo frente a la paz – el candidato dijo que apoyaría el proceso y mantendría el equipo negociador-, pues considera que éste es un tema clave para los progresistas. “Peñalosa ha mostrado lealtad, gallardía y respeto por la Alianza Verde”, dijo el aspirante a la Cámara Rodríguez, quien ahora respalda al candidato de la Alianza.
Por supuesto también hay militantes que se mantienen en el no a Peñalosa como Fernando Forero o Luis Francisco Castañeda, excandidatos a la Cámara de la Alianza por el Valle y Bogotá, respectivamente. “(Peñalosa) no me representa a mí, ni a la gente que yo represento,” dice Forero. Esta posición, sin embargo, ya no es la regla entre los petristas que hasta hace apenas dos meses intentaron hacerle cajón a Peñalosa para impedir que fuera candidato presidencial de la Alianza.


La representante Ángela María Robledo, de ala mockusiana pero cercana al progresismo, le contó a La Silla que sí hay progresistas inclinando la balanza en ese movimiento hacia Peñalosa. Sin embargo, en el ala mockusiana dentro del partido, que ella y el exprecandidato presidencial John Sudarsky representan, apoyar a Peñalosa todavía parece una posibilidad lejana.
Robledo le dijo a La Silla que se va a declarar en disidencia frente a la candidatura presidencial y que mientras no surja un “partidero claro” con el que Peñalosa rompa definitivamente con el uribismo su posición no va a cambiar.
Además para Robledo el nombramiento de Isabel Segovia – quien trabajó en el gobierno de Uribe – como candidata vicepresidencial aleja a Peñalosa aún más de la Alianza y es una señal de la cercanía del candidato verde con el expresidente. “¿Cómo es posible que no encontrara una persona dentro de la Alianza Verde?” se pregunta esta congresista.
En contraste, Sudarsky, quien sacó más de 300 mil votos en la consulta, ha matizado su posición. La semana pasada le dijo a La Silla que no acompañaría la campaña de Peñalosa. Ahora, sin embargo, aseguró que estaría dispuesto a llegar a un “pacto programático” que incluya los puntos que él defendió en campaña, incluyendo la reforma al sistema electoral que ha sido su principal bandera como senador. Contrario a Robledo, para el exprecandidato verde la candidata a la vicepresidencia de Peñalosa, Isabel Segovia, “no es una ficha del uribismo” sino una “tecnócrata con experiencia en educación”, un tema que Sudarsky señala como fundamental.
Hasta el jueves no se sabrá si el progresismo se monta al tren de Peñalosa. Lo que sí es seguro es que Peñalosa ya no está sólo en la Alianza Verde.