Mientras los periodistas le decían ‘Uribito’, el ‘pincher’ Arias’, el ‘cloncito de Uribe’, Andrés Felipe Arias recorría el país toda la semana; amarraba el apoyo de los representantes de la Cámara; inspiraba a los jóvenes conservadores del país; cosechaba con los gremios lo que había sembrado como Ministro de Agricultura; le metía emoción a la consulta conservadora, e incluso, pordebajeaba a Noemí Sanín. Ayer, los caciques del partido le pasaron la factura
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Andrés Felipe Arias rechazó la decisión del Partido Conservador de cancelar la consulta. El pulso lo ganó Noemí Sanín. |
Mientras los periodistas le decían ‘Uribito’, el ‘pincher’ Arias’, el ‘cloncito de Uribe’, Andrés Felipe Arias recorría el país toda la semana; amarraba el apoyo de los representantes de la Cámara; inspiraba a los jóvenes conservadores del país; cosechaba con los gremios lo que había sembrado como Ministro de Agricultura; le metía emoción a la consulta conservadora, e incluso, pordebajeaba a Noemí Sanín. Ayer, los caciques del partido le pasaron la factura.
El Directorio Nacional Conservador votó siete a cuatro a favor de cancelar la consulta del 27 de septiembre. Con esta jugada, los jefes del partido lograron tres cosas: evitaron hacer el ridículo en la consulta y perder votos, le abrieron la puerta a Sanín – con lo cual reivindican el liderazgo de los veteranos del partido -, y de paso, sofocaron la insurrección de Arias.
Con la resurrección del referendo, la cúpula del partido decidió acabar con una dualidad que podía terminar golpeando los votos del partido. ¿Para qué hacer una consulta presidencial por la que ningún congresista está trabajando, pues la mayoría le apuesta al referendo?
“Hay unos congresistas que están pensando en sus votos y prefieren mantener sus posiciones privilegiadas con el gobierno en vez de pensar en el proyecto de largo plazo del partido”, dijo a La Silla Vacía el senador conservador Omar Yepes. Los jefes conservadores también temían que muy poquita gente acudiera a votar el día de la consulta.
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Noemí es la gran ganadora con la decisión del Partido. |
En la pasada, obtuvieron un millón y medio de votos gracias a que ese día también se eligieron los directorios regionales, lo cual movilizó a toda la base del partido en las regiones. Pero esta vez solo votarían para escoger el candidato presidencial. Los pesimistas-realistas anticipaban un resultado electoral de unos 600 mil votos, lo cual podría humillarlos frente al Partido Liberal, que espera superar el millón y medio de votos. Los liberales le aprendieron a los azules, y convocaron para ese día elecciones de todos los directorios.
Esta decisión le da la razón y beneficia a Noemí Sanín. Con su renuncia la embajada en Londes, ella le había apostado a que el referendo se hundía, pero ante su larga agonía la segunda mejor opción era cancelar la consulta. Dado que ya no tenía tiempo de organizar una campaña, era claro para todos que el 27 de septiembre Arias la derrotaba en las urnas.
Aunque La Silla Vacía no lo pudo confirmar, el rumor es que el ex presidente Andrés Pastrana le ayudó con gente clave en el partido, como el senador Efraín Cepeda, que en un principio apoyaba a Arias y luego abogó por la inclusión de Sanín. Y ella también, que no es una novata en el partido, movilizó a sus senadores amigos.
Los senadores conservadores vieron en esta coyuntura la oportunidad ideal para frenar la creciente insurrección de los jóvenes conservadores del partido, y en particular de la nueva generación de azules en la Cámara de Representantes. La mayoría de estos apoyan a Arias. Entre ellos, Santiago Castro, Carlos Ramiro Chavarro y Pedrito Pereira.
‘Uribito’ enarboló las banderas de la renovación generacional en el partido sin sonrojarse y comenzaba a ser visto como el representante del uribismo joven. Esto representaba una amenaza para el status quo del partido.
Por otro lado, a los senadores les conviene más que la presidenciable sea Noemí y no Arias, pues es una candidata de grandes ligas que pone a sonar al partido entre los votantes de opinión y urbanos. A un partido que poco a poco se ha arrinconado en lo rural, le conviene salir a las ciudades.
Los senadores, al tener circunscripción nacional, pueden buscar votos por todo el país y la ex embajadora es un nombre que jala. Mientras ‘Uribito’, con sus credenciales en el Ministerio de Agricultura, es clave para sumar voto rural, que es el que atrae las alianzas de representantes. Arias es popular en los pueblos por los subsidios que entregó para proyectos productivos y maquinaria y su estilo aguerrido y cercano. Además muchos le deben. Dicen que fue generoso con la torta burocrática del Ministerio y sus entidades amigas.
Por último, ‘Uribito’ perdió frenta a Noemí, porque varios caciques temían que al final é estuviera todavía ‘biche’ y que si se hundía el referendo, no lograra dar la talla contra un candidato como Juan Manuel Santos o uno de la oposición como Pardo. A sus ojos, la ex Canciller era una candidata más fuerte.
Con esta decisión, el Partido obligó a Arias a mostrar que si bien le juega al referendo, porque es obediente y porque no tiene otra opción, en el fondo de su corazón él le apuesta al premio mayor de la Presidencia. Como lo dijo el ex ministro de Agricultura en el chat en vivo en La Silla Vacía, él cree que Andrés Felipe Arias sería mejor presidente que Àlvaro Uribe.
Los efectos de la decisión
Los conservadores renunciaron así, por lo menos hasta el otro año, a tener candidato propio. Sin consulta, el partido deja a un lado la posibilidad de que sus bases vuelvan a levantar la bandera azul y da un paso más en su camino de rendirse al uribismo. Otros piensan que es simplemente una forma de adaptarse a la nueva realidad mientras sobrevive el referendo y que mas tarde podrán jugar de nuevo con más brío.
“No es cierto que nos hayamos entregado del todo al uribismo. Todavía hay que seguir insistiendo en tener candidato propio el otro año. Los precandidatos van a seguir en campaña, buscando adhesiones y nuevos aliados para el partido. Y se pueden cambiar los estatutos para que si no hay reelección, podamos elegir candidato conservador con un mecanismo distinto a la consulta”, le dijo a La Silla Vacía Omar Yepes, uno de los pocos senadores conservadores que se ha opuesto al referendo.
Arias, fuera de criticar la decisión del Partido de “irregular y politiquera” y de “volver a la época en que a dedo y con bolígrafo se designaba al jefe de la colectividad”, anunció que seguirá apoyando el referendo. Pero su situación no es fácil. No se puede salir del partido porque no tiene a donde ir. Ha dicho a sus allegados que no quiere ser congresista y tampoco parece tan interesado en la Gobernación de Antioquia. Entonces, le tocará seguir cruzando los dedos en silencio para que el referendo se hunda y presionar para que si esto sucede, el Partido convoque lo antes posible una encuesta o un congreso para elegir su candidato, antes de que Sanín gane tiempo para posicionarse de nuevo.
Los demás candidatos desaparecen del tablero, pero no muchos se darán cuenta pues muy poca visibilidad tenían.