Oscar Iván Zuluaga en su primer discurso hoy como candidato oficial del uribismo a 2022.

“Estamos frente a una elección de coaliciones”. Con esa frase, el nuevo candidato del Centro Democrático, Oscar Iván Zuluaga, marcó el tono del discurso que leyó al ser proclamado este mediodía como el aspirante del mayor partido de la derecha en el país. Y del de su campaña: una en la que buscará aterrizar en una coalición de centro-derecha, pese a que la más factible, la que formaron exalcaldes y exfuncionarios no ven viable que el uribismo haga campaña con ellos.

La foto del arranque de la campaña:

-Zuluaga al lado de sus padres (de 91 y 88 años), la directora del partido y los cuatro precandidatos que perdieron en la contienda, envía el mensaje de una colectividad unida tras meses de divisiones internas en las que el exministro de Hacienda ganó las dos encuestas en las que los simpatizantes de derecha tenían más peso que los carnetizados del partido.

-Pero Uribe no estuvo en el anuncio oficial, manteniendo la imagen de un líder único alejado de un proceso en el que era usual su guiño.

-Una muestra más de unidad hacia afuera se verá mañana con el inicio de una gira encabezada por Zuluaga y los exprecandidatos (Paloma Valencia, María Fernanda Cabal, Alirio Barrera y Rafael Nieto) llamada “Soy Todo Oídos” para recoger propuestas regionales para armar el programa de campaña.

Zuluaga con sus padres (delante) y atrás con la senadora Paloma Valencia, la directora del partido, Nubia Estella Martínez; el exgobernador Alirio Barrera y la senadora María Fernanda Cabal. Foto: Centro Democrático.

¿Por qué importa? 

Envía el mensaje de una derecha más moderada en el uribismo para captar votos de la centro-derecha. Un puente que Zuluaga tendrá buscar ahora y que, de entrada, estaba roto con una posible aspiración de la senadora Cabal, principal contrincante interna de Zuluaga y que generaba resistencia hacia afuera por sus posturas radicales en temas de seguridad y defensa.

Más aún cuando la mayoría de miembros de la coalición llamada Equipo Colombia han expresado sus dudas de incluir al uribismo en su alianza, por el lastre del Gobierno Duque y un Uribe sub-judice.

Así, a Zuluaga le queda el reto inmediato de buscar espacio en esa alianza. En su discurso de victoria, envió guiños. “Hay un equipo de personas con experiencia y nuevas ideas. Con ellas tenemos gran afinidad y amistad”, dijo, en referencia a Alex Char, Juan Carlos Echeverry y Federico Gutiérrez.

Y dio varilla al Pacto Histórico de Petro “que busca imponer un modelo que ya fracasó en Cuba, Venezuela, Argentina y Nicaragua, y que ya está fracasando en Perú”; y a la Coalición de la Esperanza, a la que le criticó “su inquietante ambigüedad”.

¿Sorprende el resultado? 

Zuluaga había aglutinado a la mayoría de los congresistas de la bancada -32 de 51- por lo que su victoria en las huestes del partido no sorprendió. El resultado sí sorprendió en términos de encuestas, que era el método para escoger al aspirante.

Zuluaga marcaba por encima de Cabal en la última Invamer de octubre con un 17 por ciento de favorabilidad frente a un 8 por ciento de la senadora. Pero en las últimas dos encuestas del Centro Nacional de Consultoría (CNC) de octubre y noviembre para Semana y CM&, respectivamente, Cabal superaba al exministro por dos puntos.

El CNC además fue una de las dos encuestadoras contratadas por el Centro Democrático para realizar la encuesta uribista (la otra era Yanhaas). Y en el resultado pesó más la opinión de los simpatizantes sobre los militantes del partido, algo que en principio le daba más favorabilidad a Cabal, que ha ganado tracción en un sector de la derecha más purasangre.

De todos modos, dentro de la campaña de Cabal aceptaron los resultados. “Es la democracia”, nos dijo José Félix Lafaurie, esposo de la senadora, dirigente ganadero y su compromisario dentro del partido.

Por lo que, hasta ahora, no hay atisbo de diferencias o dudas sobre los resultados de parte de los otros precandidatos. Una situación diferente a la que ocurrió con la despachada de Uribe a Pacho Santos en 2014 para elegir a Zuluaga en una convención, que sí levantó una polémica interna.

¿Qué viene para el uribismo? 

La aspiración de Zuluaga, quien ya había sido candidato en 2014 y precandidato en 2018, tiene el reto de mostrarse como una opción nueva dentro del abanico de aspirantes de la centro-derecha; y lo suficientemente fuerte para que esa coalición lo acepte. 

Además, tiene el reto de mostrarse como una opción diferente a la del continuismo del impopular Gobierno de Iván Duque que impulsó Álvaro Uribe.

Zuluaga, quien ha sido desde concejal hasta ministro de Estado, dijo hoy que no era “un político tradicional” sino un empresario, para tratar de marcar distancia y hablarle a un votante reacio a la política tradicional.

Para el Centro Democrático viene un reto no menor: el de mantener una bancada mayoritaria dentro del Congreso, de 20 senadores y más de 2 millones de votos. Con el reto adicional de que no tendrán a Uribe en el tarjetón.

¿Quién pierde con este resultado?

-El centro político al que le convenía que la derecha se dispersara con una aspiración más radical como la de Cabal. Con Zuluaga en el partidor es más factible que el bloque de derecha llegue unido, por lo que la apuesta para pasar a segunda vuelta será más reñida.

-La derecha radical: A pesar de ser un político de derecha, un exfuncionario disciplinado de Álvaro Uribe, una de las mayores votaciones de la derecha en la década y un defensor a ultranza de la doctrina uribista, Zuluaga no estaba aglutinando al uribismo “desencantado” con el gobierno de Duque, “el que dijo Uribe” en 2018, que veían en figuras como Valencia o Cabal más mano dura para evitar la victoria de la izquierda, encarnada en Petro, en 2022.

-Federico Gutiérrez: El aspirante por firmas es visto como un candidato afín a Uribe. Con Zuluaga como aspirante oficial del uribismo le queda más difícil al expresidente hacerle un guiño al exalcalde de Medellín y si eventualmente el partido aterriza en la coalición de centro-derecha, los votos disciplinados del uribismo no serían para Fico sino para el exministro de Hacienda.  

¿Quién gana con la aspiración?

-La lista uribista al Senado: una de las reglas de los precandidatos uribistas era que quienes perdieran la encuesta podían aspirar por una curul en 2022. Las senadoras Cabal y Valencia fueron las que más impulsaron ese acuerdo y les beneficia porque lo más probable es que la primera sea cabeza de lista y la congresista caucana repita su tercera aspiración. Ante la falta de Uribe en la lista al Senado, favorecerá al partido tener figuras que han ganado relevancia en los últimos meses como las dos congresistas y Alirio Barrera, el exgobernador de Casanare y nueva figura regional del partido.

-El Gobierno Duque: Duque garantiza un aspirante que en campaña defenderá su obra de gobierno. Si bien no son particularmente cercanos, Zuluaga ha defendido a Duque en diferentes escenarios y el presidente públicamente dijo que es una figura importante dentro del partidor a sucederlo. “La historia de los logros de su gobierno todavía no ha sido contada y es tarea pendiente de todos nosotros”, dijo hoy Zuluaga.

El dato coctelero: 

Como en las demás ocasiones en las que el uribismo define aspiraciones por encuesta, el Centro Democrático no hizo pública la que ganó Zuluaga. En principio, los resultados (4.200 encuestas, la mitad telefónicas y la otra, presenciales) desgranados llegarán a las campañas de los cuatro precandidatos y, por ahora, tienen reserva de confidencialidad.

En el pasado las encuestas internas del CD tampoco fueron publicadas, como cuando ganó Iván Duque en 2017. En esta ocasión, además de la veeduría externa a las dos encuestadoras, un comité de uribistas conformado por Fernando Araújo Perdomo, Daniel Taboada, Elvia Lucy Abonce y los influenciadores Sofia Casas y David Ghitis revisó el proceso. Éste último fue mencionado como garantía de imparcialidad por la senadora Cabal.

Soy la editora de la sección En Vivo, coordinadora de podcast de La Silla Vacía y dirijo los Huevos Revueltos con Política. Soy periodista de la Santo Tomás y tengo una maestría en ciencias políticas y relaciones internacionales de la Universidad del Rosario. Fui reportera política en El Nuevo...