Desde hace cuatro meses, se debate en el Congreso un proyecto de ley muy peculiar. Se trata de una iniciativa del pastor evangélico Édgar Espíndola que busca declarar el 31 de octubre como el ‘Día de la Biblia’ para contrarrestar la fiesta pagana del ‘Día de las Brujas’.

El Presidente Uribe Vélez asistió en enero a la Convención Anual de la Misión Carismática Internacional Linaje Real, que se realizó en el Coliseo Cubierto El Campín. Con la nueva alianza, este acercamiento se consolidará. Foto: Felipe Pinzón – SP

Desde hace cuatro meses, se debate en el Congreso un proyecto de ley muy peculiar. Se trata de una iniciativa del pastor evangélico Édgar Espíndola que busca declarar el 31 de octubre como el ‘Día de la Biblia’ para contrarrestar la fiesta pagana del ‘Día de las Brujas’.

La iniciativa obliga a gobernadores y alcaldes a organizar en esta fecha una fiesta en honor al texto sagrado, que será transmitida por televisión pública. Ese día, los concejos municipales podrán crear “espacios de reflexión sobre los asuntos que vive la Nación, observados desde los preceptos bíblicos”.

“Con este tipo de iniciativas las personas no se alejarán del camino religioso y se controlará el libertinaje que está acabando con los jóvenes y por ello es hora de actuar”, dijo Espíndola en una entrevista.

Hace unos meses este proyecto se habría archivado rápidamente, como varios presentados por los congresistas evangélicos: el manual de comportamiento para prostitutas y homosexuales’ o la prohibición de desnudos en portadas de revistas. Los pastores cristianos estaban desagregados en diferentes partidos y no sabían trabajar en equipo. Sin embargo, con el transfuguismo la mayoría de los líderes evangélicos entraron al partido de La U, y ahora en esa poderosa bancada tendrán el músculo necesario para convertir varias de sus ideas en leyes.

El Presidente de La U, Luis Carlos Restrepo, y el representante Roy Barreras, utilizaron el voltearepismo para cazar votos cristianos. Le tocaron la puerta a los líderes evangélicos que estaban repartidos en Colombia Viva, Colombia Democrática y Cambio Radical, para convencerlos de que saltaran a La U. Así, de los 24 tránsfugas que llegaron a sus toldas, cinco son pastores cristianos que llegan con el voto de sus feligreses debajo del brazo. Y con los tres cristianos que ya militaban en La U, habrá ocho.

Con la migración ganan las dos partes. El partido suma más de 150 mil votos, que son los sufragios que los cinco nuevos congresistas evangélicos sacaron en 2006. Y del lado de los cristianos, aseguran que varias de las ideas que defienden quedarán cristalizadas en leyes. Esto porque a pesar de ser minoría, para atraerlos al partido, Barreras y Restrepo se comprometieron a que la bancada de La U en pleno (73 congresistas) apoyaría algunas iniciativas que los cristianos presenten en el Congreso.

El acuerdo

“Hicimos un taller con estos congresistas. Les explicamos que el capital, la propiedad privada y el trabajo han sido siempre parte de los postulados de La U, que somos los adecuados para defender la visión social del protestantismo”, le dijo Barreras a La Silla Vacía, y explicó cuáles fueron los puntos del acuerdo que Restrepo y él firmaron con los cristianos.

Este partido se comprometió a defender las iglesias cristianas y la libertad de culto, por lo cual la bancada entera debe apoyar proyectos de ley que agilicen el trámite de las personerías jurídicas de estas iglesias y que ayuden a reducir su carga tributaria y sus tarifas de servicios públicos. “La idea es que no sean tratadas como bienes comerciales, sino como vivienda corriente”, señaló Barreras.

La U debe apoyar la reforma del régimen penitenciario de resocialización para que las iglesias cristianas puedan ejercer un papel más activo en la rehabilitación de presos y adictos a través de la “teo-terapia”. La bancada uribista apoyará que se convierta en una política de Estado que estas poblaciones vulnerables puedan ser tratadas a través de la religión.

Este partido uribista no podrá apoyar iniciativas como la despenalización total del aborto o la eutanasia. Esto afecta directamente al senador de este partido Armando Benedetti, quien en el pasado ha intentado tramitar la reglamentación de la eutanasia, y también a otros miembros más liberales de La U.

“A la reunión de bancadas no han llevado este acuerdo, no lo hemos discutido. Debe ser un tema que se definió intermanente en la dirección”, le dijo a La Silla Vacía el representante Jaime Restrepo Cuartas, cuyo fortín es la Universidad de Antioquia donde la mayoría de los electores son progresistas. “Mi posición es que en el partido debe seguir existiendo el pluralismo.”

Por el lado de las minorías sexuales, La U seguirá apoyando los derechos patrimoniales para las parejas del mismo sexo, pero con la llegada de los cristianos debe votar en contra del derecho de adopción para parejas homosexuales. Por último, la bancada debe apoyar la aprobación de un proyecto de ley para crear el Ministerio de la Familia.

Ricardo Arias, senador de La U y pastor de la Iglesia Nuevo Camino, de Armenia, lleva meses tratando de sacar esta iniciativa adelante, que ha recibido críticas por ser considerada una estrategia de los círculos conservadores para imponer su modelo de familia. Según la página de Internet del senador Arias, una de las 100 razones para crear este ministerio es que exista una plataforma para promover “una legislación de familia única”, lo que podría terminar excluyendo a la comunidad LGBT.

Cristianos con más poder

En Estados Unidos pesan tanto los votos de los congresistas de nuevas denominaciones protestantes, como los evangélicos y los pentecostales, que cuentan con gran influencia sobre la agenda de los republicanos en el Congreso. En Colombia, todavía falta para llegar a esto, pero con esta alianza con La U tendrán mucho más peso legislativo.

La mayoría de cristianos en el Congreso entraron gracias a la parapolítica. No les alcanzaron los votos para ser elegidos en 2006, pero se sentaron en una curul como reemplazo de los involucrados en el escándalo. Para dar algunos nombres, este es el caso de Charles Schultz, de la iglesia Peniel; Enrique Gómez, del Centro Misionero Bethesda, y Víctor Velásquez, de Alas de Misericordia. Sin embargo, por esos meses de ‘palomita’ en el Congreso, ahora tienen visibilidad y más simpatizantes dentro de sus iglesias.

En 2010 no se van a quemar. Menos ahora que cuentan con el respaldo de un partido grande, que por los incentivos del sistema electoral, le permite a un congresista ganarse una curul con muchos menos votos.

Los únicos cristianos que se quedaron por fuera de la alianza con La U, fueron los miembros del Mira; el senador Édgar Espindola, que se quedó en Convergencia Ciudadana, y Jesús Bernal Amorocho, a quien no llamaron por ser del Polo. El acuerdo apenas está en el papel, pero si les cumplen, una vez entre a operar en la próxima legislatura, la mezcla entre intereses religiosos y un partido grande puede comenzar a poner en riesgo la idea de Colombia como Estado laico.

Diseño: Juan Carlos Arroyo .

Hizo parte del equipo fundador de La Silla Vacía. Politóloga de la Universidad de los Andes y magíster en Políticas Públicas del Hertie School of Governance, Alemania. Co-fundadora del centro de internet y sociedad Linternaverde.co e investigadora asociada de Quantil. Ha trabajado como asesora en...