La imagen que circula por WhatsApp es falsa.

Por WhatsApp está moviéndose una imagen que habla de Nicólas Escobar Soto, un empresario que fue secuestrado por el M-19 a finales de los 70. Según la imagen, lo secuestró el senador y candidato presidencial Gustavo Petro.

El texto de la imagen dice: “No dejemos el pasado en el olvido, esta persona NICOLAS ESCOBAR SOTO fue secuestrado por Gustavo Petro, enterrado vivo durante más de 8 meses, su cuerpo fue encontrado con ampollas y podrida algunas de sus extremidades en la mal llamada “cárcel del pueblo”, huecos de más de 4 metros de profundidad, donde les tiraban la comida y los secuestrados tenían que comer con su propio excremento, y aún asi hay gente que apoya a este genocida de Gustavo Petro Urrego, el ser más perverso de la historia de Colombia”.

Como varios de nuestros usuarios nos pidieron verificar la veracidad de la imagen a través del WhatsApp de La Silla (+57 318 312 4521), decidimos pasarle el Detector de Mentiras. Encontramos que lo que dice es falso porque no hay ninguna prueba que demuestre que Petro estuvo involucrado en el secuestro del empresario, además el precandidato presidencial no fue combatiente de M-19.

Esta es la imagen que se mueve en redes:

El M-19 sí secuestró a Nicolás Escobar Soto

Como contó Semana, el 29 de mayo de 1978 Nicolás Escobar Soto, gerente general de la Texas Petroleum Company y presidente de la junta directiva del Banco de Colombia, fue secuestrado por el M-19.

En su momento así presentaron los medios el secuestro:

El secuestro duró siete meses y la Texas Petroleum se negó a pagar el monto que esa guerrilla pedía por Escobar. Según la empresa, él había incumplido las normas de seguridad impuestas por la compañía, ya que en el momento del secuestro no estaba con sus guardaespaldas.

En un operativo policial después del robo de armas del cantón norte por parte del M-19 en enero de 1979, unidades de la inteligencia militar allanaron una casa “cárcel del pueblo” en el barrio Lucerna, de Bogotá. Dinamitaron la plancha de cemento que obstruía la entrada del sótano y en la operación murieron cuatro de los hombres que estaban dentro, tres guerrilleros y el otro era el empresario Escobar.

El texto de la imagen que circula en WhatsApp también dice que las cárceles del pueblo eran: “huecos de más de 4 metros de profundidad, donde les tiraban la comida y los secuestrados tenían que comer con su propio excremento”. Eso no es cierto.

Como contaron los colegas de Colombiacheck, en el libro Militares y Guerrillas: La memoria histórica del conflicto armado en Colombia desde los archivos militares, de Juan Esteban Ugarriza y Nathalie Pabón Ayala, se detalla uno de estos lugares de secuestro en el testimonio de uno de los oficiales que participó en el fallido rescate de Escobar.

“En la entrada de la cocina, junto a la papelera de un baño, se bajaba una baldosa. Ahí había una argolla pegada a una plataforma corrediza. Al bajar la argolla se corría una planta del piso que conducía a una plataforma. Por ahí se bajaba en un ascensor de compensación de fuerzas. No podía ser ni muy pesado, ni muy liviano, mínimo tres personas. Por este ascensor se bajaba a la ‘cárcel del pueblo’. Donde yo entré había una cama empotrada con su reja. A cinco metros de profundidad”.

No eran “hoyos bajo tierra”, como dice la imagen, sino sótanos ubicados en zonas urbanas en los que los secuestrados eran custodiados por guerrilleros, no “enterrados vivos”.

El comando superior del M-19, en entrevista con la Revista Cromos en abril de 1980, se refirió a las cárceles del pueblo, contestando al cuestionamiento sobre las condiciones del lugar en el que habían tenido a Escobar:

“Usted la conoció después que la dinamitó el Ejército, contestan. Usted no pudo respirar porque todavía estaban concentrados los gases que utilizaron los militares, todavía olía a sangre. Esta cárcel, al sur de Bogotá, tenía buena luz, ventilación adecuada. El prisionero estaba bien tratado. Mire esta celda, analice las condiciones en que vivimos, recuerde las torturas a que fuimos sometidos. Compare, solo eso, compare esto con la cárcel donde la organización tuvo al gerente de la Texas Petroleum Company con las mazmorras y ‘las cuevas’ donde nos torturaron”, dijo el Comando Central del M-19.

Y Petro tampoco tuvo relación con el secuestro

Para el momento del secuestro del empresario Nicolás Escobar, en mayo de 1978, Petro ya hacía parte del M-19, pues había entrado en 1977, a los 17 años.

Pero, como hemos contado en varios chequeos, Petro hizo parte del ala política del M-19, no fue comandante militar.

Desde que se unió, poco a poco fue ganándose un lugar importante en el ala política de esa guerrilla hasta ser el más joven de los cinco miembros de la Dirección de la Región Central.

Los miembros de su comando lo describen siempre flaco, con las manos en los bolsillos, botas gastadas y obsesionado con la política. Lo recuerdan como un cerebro político joven, capaz de movilizar a las comunidades y sindicatos en Zipaquirá.

Una de las principales conquistas de Petro en el M-19 fue promover el desarme de la guerrilla entre 1989 y 1990 de la mano de Carlos Pizarro.

Por lo anterior, calificamos la imagen que se mueve en WhatsApp como falsa. 

Si tiene dudas sobre la veracidad de un contenido que circula en redes relacionado con política haga clic aquí.whatsapp

Haremos lo posible por chequearlo.

Soy periodista y desde 2019 hago parte del equipo del Detector de Mentiras de La Silla Vacía. También enseño sobre fact-checking y seguridad digital en la Universidad de La Sabana. Me interesa el debate sobre la regulación de las redes sociales y su incidencia en la libertad de expresión. Estudié...