Esta mañana la audiencia por el llamado cartel de la contratación en la Procuraduría tuvo que ser suspendida. Dos de los testigos más importantes, el contratista Emilio Tapia y el abogado Álvaro Dávila, no aparecieron. Ante la insistencia de los abogados de los investigados, el contralor de Bogotá Miguel Ángel Moralesrussi y el político Germán Olano, el Procurador le pidió a la Policía que los condujera a la audiencia.

Ésta es la segunda vez que la Procuraduría solicita que se conduzca a Tapia. En la ocasión anterior, Tapia asisitó cuando le dijeron que lo iban a conducir con la policía, pero desde entonces no volvió a aparecer. Y hoy, cuando lo llamaron, dijo que no había asistido porque estaba dormido.
Dávila, entre tanto, escribió que por compromisos de trabajo no se presentaría a la policía.