Esta semana el Consejo de Estado determinó que el representante del PIN a la Cámara por el Magdalena Libardo García debería perder su investidura por haber violado el régimen de inhabilidades al haberse lanzado mientras que su padre, Libardo García Nasser, ejercía como alcalde de Fundación, Magdalena.

Sin embargo, la suerte, por ahora, ha sido opuesta para otra representante del Magdalena que está en una situación similar. Mónica del Carmen Anaya se lanzó y ganó una curul en la Cámara de Representantes por el Partido Liberal el año pasado a pesar de que su esposo, Enoc Adolfo Guzmán, es el alcalde de Tenerife, Magdalena.

El artículo 179 de la Constitución dice que “no podrán ser congresistas (…) quienes tengan vínculos por matrimonio, o unión permanente, o de parentesco en tercer grado de consanguinidad, primero de afinidad, o único civil, con funcionarios que ejerzan autoridad civil o política”.

Por eso Jaime Serrano Pérez, un candidato del Partido Liberal que el año pasado perdió la curul a la Cámara contra Anaya, decidió demandar la elección de la representante ante el Consejo de Estado.

Pero hace poco la Registraduría le recomendó al Consejo de Estado no avalar la pérdida de investidura de Anaya pues, según el Procurador Sexto Delegado ante el Consejo de Estado, Álvaro José Martínez, en este caso se presenta “una duda razonable no eliminable”.

Según Martínez, la jurisprudencia del Consejo de Estado es conflictiva pues por un lado ha defendido el derecho a la igualdad de tratamiento para todos los aspirantes en la contienda electoral, mientras que por el otro lado está el derecho “a la buena fe” y el derecho a ser elegido. Al parecer, el Procurador Delegado cree que la buena fe prima sobre la Constitución.

El Consejo de Estado no se ha pronunciado todavía, pero por ahora, en cualquier caso, Anaya seguirá siendo congresista.