Ayer la Corte Constitucional dio un nuevo paso histórico a favor de las parejas del mismo sexo al reconocerles exactamente los mismos derechos patrimoniales que las parejas en unión libre después de dos años de convivencia. El debate que se dio fue intenso pues la ponencia de Jorge Pretelt venía negativa y al final fue derrotada 8 a 1.

El voto de Mauricio González fue el que logró voltear la decisión. González había votado en contra de un caso similar la vez pasada, cuando lo que estaba en juego era la definición del matrimonio. Pero la tesis de que lo que estaba bajo discusión no era la noción de familia sino solo los aspectos patrimoniales lo convenció de votar esta vez a favor.

Era un argumento que esgrimió en sala Luis Ernesto Vargas y que también habían defendido María Victoria Calle, Jorge Iván Palacio y Juan Carlos Henao, quienes conforman el bloque más liberal de la Corte.

Hasta antes de que González inclinara la votación estaban empatados. Del otro lado estaban los tres más conservadores en temas morales: Nilson Pinilla, Jorge Eduardo Mendoza y Pretelt. Humberto Sierra Porto estaba abogando por la inhibición con su tesis de que era un tema del que se debía ocupar el Congreso.

Después del voto de González se sumó Humberto Sierra Porto. Ya con seis votos, lograron convencer al ponente Pretelt y a Nilson Pinilla, quien una vez el tema salió del terreno moral para ubicarse en el del derecho a la igualdad frente a temas patrimoniales le fue más fácil cambiar de posición. El único que terminó en la disidencia fue Gabriel Eduardo Mendoza, quien salvó el voto.

La legitimidad que tiene un fallo 8-1 le da a las parejas del mismo sexo un terreno más seguro para seguir avanzando su lucha a favor de una completa igualdad.