
Foto: Laura Rico Piñeres
A Noemí Sanín se le vino la noche encima. Sigue bajando en las encuestas y se esfuman sus opciones de llegar a segunda vuelta; siguen las polémicas alrededor de su campaña, y siguen los amagues de deserción de los conservadores. A poco más de un mes de la primera vuelta, el tiempo de Sanín se agota y su capital político en estas elecciones, también. ¿Qué camino tomará?
A esta hora se lleva a cabo la reunión del Directorio del Partido Conservador, previa a la junta parlamentaria del miércoles. Una fuente cercana a la campaña de Sanín indicó que aunque esta reunión debe ser simplemente administrativa, es posible que terminen hablando de la candidatura de Sanín. Si bien el Directorio está aparentemente unido alrededor de la candidatura, un grupo de congresistas y militantes azules insiste en otras alternativas .
Uno de los integrantes del Directorio es Lucas Cañas, hermano del ex candidato al Senado Gerardo Cañas, quien hace parte del bloque que considera que el uribismo debe ir unido a primera vuelta. Es decir, que los azules deben unirse a La U. Otra fuente cercana al partido indicó que incluso la vicepresidente de esa colectividad, Claudia Otero, tendría lista una comunicación dirigida a Sanín donde la invita a mirar opciones de alianzas. Otero fue contactada por La Silla Vacía y dijo que que no era cierto que tuviera pensado hacer esta comunicación o que ya ha la hubiera hecho.
El encuentro del Directorio será la antesala de la junta parlamentaria de mañana, donde los congresistas fieles a Noemí – liderados por Roberto Gerlein y Efraín Cepeda – esperan contener un nuevo intento de división. Detrás de este bloque está también el ex presidente Andrés Pastrana.
Los ‘disidentes’ tienen una razón de peso: Noemí sigue bajando en las encuestas y a medida que pasan los días los conservadores se devalúan como aliados para otra candidatura. A estas alturas, para la clase política está claro que la sucesión de Uribe quedó en cabeza de Juan Manuel Santos y, por lo tanto, el llamado que harán los uribistas conservadores es que Noemí retire su nombre o se adhiera a esa campaña.
La columnista Natalia Springer planteó ayer una hipótesis al respecto: antes del 9 de mayo, cuando se vence el plazo para modificar las candidaturas presidenciales, Noemí Sanín o Andrés Felipe Arias podría reemplazar a Angelino Garzón como fórmula de Juan Manuel Santos.
Dos analistas políticos consultados por La Silla Vacía creen que este escenario es improbable. No sólo que haya un cambio de fórmula, sino también una simple adhesión. Por un lado, la relación entre Noemí Sanín y Juan Manuel Santos está rota, especialmente después del episodio del director del Sena, en el que Sanín le dijo a Santos que estaba ofreciendo “dádivas”, y éste último le dijo a ella que era una “mentirosa”.
Por otro lado, Andrés Felipe Arias está muy lejos de la posición oficial del Partido Conservador, que encarna en este momento el ex presidente Andrés Pastrana. “A Pastrana le interesa sobre todo que el partido no quede en manos del uribismo, y por eso se opondrá hasta el final a una adhesión a Santos”, dijo uno de estos asesores a La Silla Vacía, que habló anónimamente porque asesora a una de las campañas.
Y hay una razón legal y financiera de mucho peso: si los conservadores no van a las urnas, no tendrían derecho a la reposición de votos, con lo cual el partido y la campaña quedarían de deudas hasta el cuello. Adicionalmente, según los estatutos del partido, el ganador de la consulta debe ir a primera vuelta. Una decisión en contrario requeriría de un trámite interno que a estas alturas resulta imposible.
Otro problema para quienes buscan una unión entre conservadores y ‘santistas’ es que el panorama no sólo empeoró para Sanín, sino también para Santos. Mientras hace diez días el candidato de La U se daba como el más posible ganador de las elecciones, ahora eso no está claro. Antanas Mockus se le atravesó en el camino y, según las encuestas, sería el ganador en una eventual segunda vuelta.
En esas condiciones, subirse al bus de Santos no es, como antes se pensaba, subirse al bus evidentemente ganador, que es lo que les gusta a los políticos. Incluso en la eventualidad de que Sanín y Santos limen asperezas y resuelvan todas las trabas, los conservadores podrían terminar arriesgando mucho y ganando poco.
Por todo esto, los conservadores podrían optar por quedarse quietos o, incluso, dejarse arrastrar por la ola verde, antes que irse detrás de Juan Manuel Santos. “Si Santos no sale elegido Presidente, La U entrará en proceso de desintegración, mientras que el Partido Conservador no se acabará”, dijo a La Silla Vacía una de las fuentes consultadas.
La encuesta de Ipsos-Napoléon divulgada ayer arroja un dato interesante sobre qué harían los votantes de Noemí en caso de que ella no estuviera en la contienda: la herencia se dividiría casi por igual entre Mockus y Santos. El 31% de quienes votarían por Sanín tiene como segunda opción al ex Acalde de Bogotá, y el 29%, al ex Ministro de Defensa.
El debate presidencial de hoy será una prueba de fuego definitiva para Sanín. La campaña le apuesta a marcar una diferencia notoria: “Proponer, proponer y proponer”, dijo a La Silla Vacía la fuente consultada cercana a los azules. “Noemí tiene que mostrar su programa de Gobierno y lograr un debate alrededor de las propuestas”.
Pero, para hacer esto, Sanín tendrá que zanjar de una vez por todas las discusiones internas y la fractura de la maquinaria. Desde que comenzó su campaña, no ha podido salir de esto. Después de las puyas entre ella y ‘Uribito’, comenzaron las tensiones por mantener el partido unido y evitar nuevas ‘rodadas’ hacia la campaña de Santos y, ahora, aparece la polémica alredor de la donación de la empresa de la familia de Luis Ernesto Mejía a la campaña de Andrés Felipe Arias.
Sanín ya dio puntadas de que no le va a gastar más suelas a la maquinaria conservadora. En días pasados dijo en La W que los que quieran irse de las toldas azules pueden hacerlo. Levantar la “disciplina para perros” – como le dicen los contradictores – tal vez le dé aire a Sanín y le permita conquistar votantes, pero también puede quitarle apoyo partidista, que aunque no se refleja en las encuestas, moviliza votos el 30 de mayo. Día en el que, como ella dice, se llevará a cabo la “verdadera encuesta”.
Actualización – 4:30 pm. Según El Tiempo, la dirección del Partido Conservador autorizó a Noemí Sanín a tramitar el anticipo de la campaña, con lo cual se confirma que irá a la primera vuelta. Esta hipótesis era, como planteó La Silla Vacía, la más viable.