Dos empresarios de una compañía de tecnología de Popayán son candidatos para llegar al Senado por la circunscripción especial indígena, luego de conseguir el aval de un cabildo del Amazonas. Para efectos prácticos, se trata de hombres blancos, como se refieren los indígenas a quienes no son de sus comunidades, que compiten por un espacio étnico.

Como las circunscripciones especiales se pueden ganar con menos votos, muestra que personas con aspiraciones políticas —y pocas posibilidades de ganar en una competencia nacional— utilizan esas listas para alcanzar más fácilmente una silla en el Congreso.

Lo mismo ha pasado con las curules afro. Las usan políticos tradicionales para poner candidatos que nunca han participado en procesos sociales de la población negra y que cuando logran la curul les dan personería jurídica a sus partidos. 

La lista que aparecerá en el tarjetón indígena se llama Organización Socio – Política Ancestral (OSA). La integran tres personas sin experiencia en cargos públicos o procesos sociales indígenas. Dos son empresarios de Turi, una aplicación de movilidad digital como Uber y DiDi. Uno de ellos fue precandidato a la Alcaldía de Popayán en 2019 por el partido afro PRE, pero se retiró de la competencia. La única mujer que entró a la lista lo hizo como “la cuota de género del cabildo”, según nos dijo Gustavo Adolfo Martínez, la cabeza del movimiento.

El cabildo que avaló a OSA, el Murui Monilla Amena, es del pueblo Huitoto y queda en Leticia. Hace parte de un resguardo que había decidido apoyar las listas del Mais y Aico al Congreso indígena, y que tienen líderes que llevan años trabajando con esas poblaciones.

“Me genera molestia ese proceso —dice John Jairo Chota, líder indígena Ticuna del resguardo San Sebastián, que queda en el mismo municipio —. Por darse de autoridades vulneran los derechos de las comunidades”.

Candidatos alejados de los indígenas

Gustavo Martínez, que encabeza esta lista de indígenas, tiene experiencia en participar en proceso de curules étnicas. “Usted sabe que todos los partidos pierden su naturaleza”, le dijo Martínez a La Silla sobre su candidatura a la Alcaldía de Popayán por un partido afro a pesar de que él no lo es. Es la cara visible del movimiento OSA, que él creó, y con el que espera sacar 15 mil votos para ser senador.

Aunque en las publicaciones que ha hecho en redes sociales sobre su campaña dice que ha trabajado con comunidades del Cauca, tres concejales y un excandidato a la Alcaldía de Popayán que consultamos dijeron que no lo habían escuchado antes. Y Chota, del pueblo Ticuna, dice que tiene una candidatura que no conocía.

Martínez nació en Popayán y ha vivido allí toda su vida. Dice pertenecer al pueblo Ticuna porque su abuelo nació en Leticia y es de esa etnia. Los Ticuna son un pueblo que tiene poco menos de ocho mil integrantes en Colombia, según datos del Ministerio del Interior, y que vive en seis resguardos distintos que se dividen en cabildos.

John Jairo Chota no había escuchado de Martínez antes.

El candidato empezó su actividad política en 2018, cuando en su ciudad hizo campaña al actual gobernador de Magdalena, Carlos Caicedo, para la consulta en la que compitió con Gustavo Petro para definir al candidato de la izquierda en las presidenciales.

De hecho, en su página web le hace un guiño al movimiento de Caicedo. Conserva los mismos colores, una tipografía parecida y dice que su objetivo es “expandir el movimiento Fuerza Ciudadana en el departamento”. 

En ese partido, sin embargo, ni lo conocen ni lo están apoyando en el tarjetón especial indígena. “Me parece raro. No los identifico. Nosotros tenemos en la lista a Luis Yalanda, y entendemos que él recoge a 52 cabildos del Cauca”, dijo Rafael Martínez, exalcalde de Santa Marta y el candidato de Caicedo al Senado.

Luego, en 2019, Martínez se lanzó a la Alcaldía de Popayán con el aval del partido PRE. Alcanzó a presentar candidatos al Concejo de ese municipio, pero finalmente retiró su aspiración.

Ahora está intentando entrar al Senado con una circunscripción que se la pone más fácil que el tarjetón ordinario, donde necesitaría el aval de movimientos o partidos políticos y pasar el umbral de votos que se estima en más de 500 mil.

Un aval sin respaldo

OSA consiguió el aval indígena gracias a Jimmy Jeovanny Polindara, el segundo candidato de la lista. Él es de Popayán pero su familia pertenece al cabildo Monilla Amena, que es apenas uno de los cinco pueblos que conforman el resguardo San José —de los más grandes de la zona—.

A inicios del año, según Chota, ese resguardo decidió en pleno apoyar las candidaturas de Aida Quilcue, del Mais, y Polivio Rosales, de Aico. “El aval lo tiene que dar la comunidad, no la autoridad”, explicó sobre el proceso de dar avales en la circunscripción especial.

Polindara y Martínez son socios de la aplicación Turi y trabajan juntos desde hace cinco años. A pesar de que Polindara hizo el puente para que la autoridad del cabildo firmara el aval, ahora van divididos al Senado. “Yo le hice dar el aval a Gustavo. Me confié de él porque nos iba a apoyar en varios temas, ahora cada uno hace su propio trabajo”, le dijo a La Silla.

Y es precisamente por eso que la aspiración de los candidatos de OSA es incómoda para el movimiento indígena. ”Ellos tienen un movimiento social previo y más fortalecido. Se diferencia de los afro que tienen un movimiento más débil, con participación escasa en política y bastante dividido”, señala Yann Basset, investigador de estudios políticos e internacionales.

En el tarjetón donde aparecerá OSA hay candidatos como Quilcue que son visibles en todos los pueblos indígenas. También hay otros que, aunque tienen pocas posibilidades de ganar porque los pueblos que representan tienen pocos votos, tienen trayectorias más largas. Algunos han sido gobernadores de resguardos, han participado en mesas de negociación con diferentes Gobiernos, hablan español como su segunda lengua y tienen familia con una tradición de liderazgo. Todos tendrán que competir con el emprendedor de Turi. 

Periodista de la Universidad de Antioquia. Escribo sobre temas de género y medio ambiente en La Silla Vacía. En Twitter estoy como @CastrillonElisa.