La definición de una decisión estratégica fundamental para la seguridad nacional y las finanzas públicas se tomará este año, según el alto funcionario del Ministerio de Defensa que pidió no mencionar su nombre para no adelantarse a la decisión del presidente Gustavo Petro.
Este fin de semana el presidente había anticipado que: “la Fuerza Aérea contará con una fuerza de superioridad aérea que reemplazará a nuestros viejos aparatos Kfir. Creo que las esposas de los pilotos me lo agradecerán”. Esto último en referencia a la antigüedad de la actual flota de cazas de combate, cuyos primeras aeronaves fueron adquiridas en 1989, ya estaban usados y han tenido que ser modernizados en por lo menos tres ocasiones.
Será Petro el que decidirá entre tres propuestas ya depuradas que pasaron por un comité técnico de las Fuerzas Militares y que se comprarían 16 aparatos, que serían entregados paulatinamente durante varios años. Los tres aviones en competencia son el F-16 de Estados Unidos, el Gripen de Suecia, y el Rafale de Francia, según confirmó la fuente de MinDefensa.
Como candidato presidencial Petro había dicho que la compra de los aviones para reemplazar a la flota de aviones de combate Kfir que había adelantado Iván Duque era “el máximo grado de irresponsabilidad de un gobernante”. Duque había propuesto reservar 4.500 millones de dólares para reemplazar los aviones de combate, al cambio actual, cerca de 22 billones de pesos o más de lo que recauda la tributaria de Petro en todo un año.
En ese entonces, cuando el Gobierno Duque adelantó un Conpes y un Confis para hacer la compra, Petro afirmó que “Colombia no tiene enemigos en el aire”.
La compra de aviones en medio de una crisis como la que vivimos, es el máximo grado de irresponsabilidad de un gobernante.
No entiendo un país que pueda aplaudir que no se usen los recursos para salvar la vida y en cambio si en instrumentos para bombardear niños.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) March 16, 2021
Sin embargo, como reconoció el alto funcionario del Gobierno Petro, “se toma la decisión ahora porque si no se hace este año habría que hacer todo de nuevo”, en referencia a los pasos adelantados por el Gobierno anterior que separan las vigencias futuras para respaldar económicamente el negocio.
Detrás del viraje de 180 grados entre el Petro candidato y el presidente, explicó la fuente, que mediaron dos factores. Primero, que por las condiciones de las ofertas los desembolsos que hará el Gobierno serán diferidos hasta por una década, por lo que “no implican dejar de hacer ninguna inversión social del programa de Gobierno”.
En segundo lugar, y como dijo Petro este fin de semana, las ofertas serán evaluadas buscando que haya una transferencia de tecnología. “Esto será clave para impulsar la política industrial del Gobierno por medio de la industria militar”, apuntó el alto funcionario del MinDefensa.
Petro hace realidad un anhelo viejo de la Fuerza Aérea
El fin de la flota de 24 aviones de combate Kfir es una realidad próxima que la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) le ha advertido a los presidentes Juan Manuel Santos, Iván Duque y ahora a Gustavo Petro. Los primeros Kfir fueron comprados, en 1989, al ejército israelí y el cálculo del fin de su ciclo de vida es para finales del 2023.
“Los repuestos ya no se consiguen nuevos, pues ya no se fabrican partes nuevas, entonces todo es reparación sobre reparación, lo cual aumenta los costos —dice el excomandante de la FAC, el general en retiro Guillermo León sobre el estado de la flota de los Kfir— por eso la Fuerza Aérea, desde el año 2012, empezó unos estudios técnicos para decirle a los gobiernos: ‘necesitamos que empiecen a pensar en la compra’. Pero por razones más que todo políticas se ha aplazado”.
Mientras Santos no se arriesgó a comprar una nueva flota de aviones mientras negociaba con las Farc, Duque sí tuvo la intención desde un inicio de comprar estos aviones, pero la situación de la pandemia y el gasto social lo frenó de invertir billones de pesos en nuevo armamento militar.
A pesar de esto, Duque avanzó la compra de nuevos cazas al final de su mandato. Incluso, dos fuentes expertas, con conocimiento de los estudios de la FAC, le dijeron a La Silla que los oficiales de la Fuerza Aérea le recomendaron a Duque adquirir los F-16 producidos por la empresa estadounidense Lockheed Martin.
A pesar de esta recomendación, una alta fuente del Gobierno le confirmó a La Silla que aún están las tres opciones sobre la mesa.
Incluso, la opción del caza de combate Rafale fabricado por la empresa francesa Avions Marcel Dassault, que cuenta con dos motores y su costo ronda los 100 millones de dólares por unidad, ha tomado fuerza en los últimos meses. Aunque es una propuesta evaluada desde hace tiempo, el presidente Emmanuel Macron la volvió a poner sobre la mesa en su reunión con Petro en París.
La relación de Colombia con esta fábrica y con los aviones franceses de combate viene desde la flota de cazas Mirage, adquirida por Colombia en los setentas y que quedó obsoleta hace 12 años. La flota de Kfir israelies que tenemos actualmente también son de la familia de los caza Mirage, por lo que habría una continuidad con la adquisición de los Rafale.
Para el analista en temas militares y seguridad nacional, el profesor de la Universidad Militar Jean Carlo Mejía, el Rafale es la opción más atractiva para Colombia. “Si yo tuviera que escoger serían los Rafale, por la transferencia de tecnología e inclusive con la posibilidad de que Colombia se convirtiera en un centro regional para la venta de esos aviones y su mantenimiento”, dice Mejía.
Allí toca un tema clave para el criterio que está priorizando el Gobierno Petro actualmente y es la “transferencia de tecnología”, que no es otra cosa que la posibilidad de que la Fuerza Aérea pueda acceder a los conocimientos de la tecnología que usa la aeronave y poder tener autonomía en el mantenimiento. Algo que con los F-16 y las restricciones de los gringos en la transferencia de tecnología sería difícil.
Para el exsenador Rodrigo Lara, que se ha especializado en el sistema de defensa aérea de Colombia, la mejor opción son los Grippen suecos. “El Gripen es un avión diseñado para enfrentar al enemigo de ellos que es Rusia. Es un avión de un solo motor, es más barato que el Rafale francés y es menos delicado que el F-16 gringo”, dice Lara.
La decisión sobre cuál de estos será el que reemplace la flota de los Kfir será tomada por el Gobierno a finales de este año. Una inversión de por lo menos 22 billones de pesos que compromete vigencias futuras, que contradice las propias declaraciones del ahora presidente, pero que le garantiza a Colombia seguir teniendo cazas supersónicos para defender la soberanía de su espacio aéreo.