Gilberto Tobón Sanín, Cabeza de Lista al Senado por Fuerza Ciudadana

Gilberto Tobón, un profesor de ciencia política de la Universidad de Antioquia de 73 años, es la cabeza de lista al Senado de Fuerza Ciudadana. Este grupo político, identificado con el color naranja, lanza su apuesta para volverse nacional desde el departamento de Magdalena con el liderazgo de Tobón. El académico es un excéntrico existencialista paisa que se volvió un fenómeno de redes sociales criticando a todos los líderes de “la republiqueta” colombiana.

Es una apuesta particular para un partido que hoy controla la gobernación de Magdalena, con Carlos Caicedo, su líder, y la alcaldía de Santa Marta. Con Tobón, y otras figuras de opinión de izquierda, como Hollman Morris, Fuerza Ciudadana postula su primera lista al Senado con firmas y aspira a conseguir la personería jurídica.

El partido, además, es el único movimiento de izquierda que no entró al Pacto Histórico, la alianza de Gustavo Petro, y que prueba suerte en las elecciones legislativas con su propia lista, aunque sí apoya la candidatura presidencial de Petro.  

L.S.V:

es La Silla Vacía.

G.T:

es Gilberto Tobón.

L.S.V:

¿Cuántas curules le apuesta a tener Fuerza Ciudadana? 

G.T:

Puede sacar entre cuatro y cinco curules, yéndonos bien. Y si pasamos el umbral mínimo obtendríamos tres.

L.S.V:

¿Y usted se cuenta ahí? En una lista abierta el primer rival es el compañero del lado.

G.T:

Claro. Es que vivimos en el peor de los mundos posibles. La lista cerrada tiene el defecto de que no es democrática, así ha sido desde que se fundó esta republiqueta. Y la abierta causa que haya competencia interna entre los candidatos. Pero yo he querido alejarme de eso. Soy un intelectual y un politólogo, no me pongo a hablar mal de un compañero. Yo estoy haciendo un experimento: una campaña de redes, porque nosotros no tenemos recursos.

L.S.V:

¿Y por esa diferencia de la lista abierta o cerrada es que prefirió estar en la de Fuerza Ciudadana y no en la del Pacto Histórico, que es la que apoya Petro?

G.T:

No fue solo una diferencia táctica, sino de principios. Una lista cerrada no es una lista democrática. Yo tuve una discusión con Clarita López, la sobrina preferida de Alfonsito López, y le decía que en Antioquia el cacique liberal Bernardo Guerra Serna tenía el bolígrafo de oro para armar las listas. Y ahora no hay bolígrafo de oro, sino kilométrico. Y el kilométrico lo maneja Petro.

L.S.V:

¿O sea que las listas del Pacto Histórico se hicieron con el bolígrafo de Petro?

G.T:

¡Pero, por Dios! ¡Obvio! ¿No ve el descontento que ha habido? 

L.S.V:

El argumento de Petro ha sido que con la lista cerrada del Pacto Histórico incluyeron más mujeres, afros, indígenas y campesinos.

G.T:

Pero omitió que también está Roy Barreras, que sigue la filosofía del humorista Groucho Marx: “Estos son mis principios, pero si no le sirven tengo otros”. Y también está el ‘Tití’ Armando Benedetti. Así le digo yo. Porque tiene cara de tití y salta de rama en rama. Ha estado en todos los partidos, salta con una habilidad absoluta y nunca cae. Esas alianzas a mí no me convencen.

L.S.V:

¿Y qué opina de una alianza de Petro con César Gaviria?

G.T:

Esa es la peor de todas. Eso cancelaría la posibilidad de cualquier reforma por parte del Pacto Histórico y de Petro. Yo estoy con Petro, ¿sabe por qué? Porque es el menos malo. Porque así toca en política. 

L.S.V:

¿Y usted es el menos malo de Fuerza Ciudadana?

G.T:

De pronto soy el más malo y por eso me pusieron a encabezar (risas). Pero vea: Fuerza Ciudadana es un movimiento correcto. Puede tener sus contradicciones, pero Carlos Caicedo cogió un departamento como Magdalena, manejado por paramilitares y los enfrentó y los logró acorralar. 

L.S.V:

Volviendo a César Gaviria, Petro ha dicho que es una alianza natural entre el progresismo y el liberalismo. ¿Qué opina?

G.T:

César Gaviria fue el que introdujo el neoliberalismo en Colombia y lo defiende. Es un tipo acomodado, astuto y taimado. No sé si ese acuerdo se va a dar, pero el mero intento de intentarlo es pecaminoso.

L.S.V:

Y si usted llega al Senado y Petro a la presidencia, ¿se declararía de una bancada de gobierno en la que haya aliados de César Gaviria?

G.T:

No, si es con César Gaviria no. Si Petro se alía con César Gaviria salgo a oponerme.

L.S.V:

En 2017 usted dijo que Petro era “castrochavista” y pésimo administrador, ¿cambió de opinión?

G.T:

Esa observación la hice hace varios años. Y ahora la divulga el uribismo. Ya lo dije: voto por él porque es el menos malo. Porque comparemos: ¿Narciso Fajardo? ¿Usted se imagina a ese señor de presidente? En pleno conflicto con Venezuela sale y se va a ver ballenas. Alejandro Gaviria, con sus cachumbitos de pelo y su mirada psicótica, es el caballo de Troya del vargasllerismo y de César Gaviria. Ingrid Betancourt es la mujer Davivienda, siempre en el lugar equivocado, en el momento equivocado. Jorge Robledo se suicidó, siendo el mejor senador, lanzándose a la presidencia. El de Boyacá, Carlos Amaya, el vecino de la ruana montado en un tractor. Eso es folclor. Ellos son los que van a competir con Petro. Pésimos. Y al otro lado, Fico Gutiérrez, al que yo apodé “Batman Gutiérrez”, porque salía a las 12 de la noche con 200 policías a capturar delincuentes y llegaba con las manos vacías. Peñalosa, el bolardo más grande de Bogotá, no piensa sino en cemento y contratos. Y está “carepuño”, Óscar Iván Zuluaga. Ese señor ya no tiene posibilidades de nada. La derecha está huérfana. Petro es el menos malo y el pánico que tiene es que les puede ganar en primera vuelta.

L.S.V:

Usted se opone a las maquinarias en la política, pero Carlos Caicedo ha movido maquinarias para su movimiento como alcalde de Santa Marta y gobernador de Magdalena.

G.T:

Yo no sé qué tantas maquinarias tenga. Yo creo que Carlos se ha sostenido porque ha hecho obras, se ha acercado al pueblo. No creo que él haga cálculos nombrando a amigos. No sé si tenga su pecado, ¿pero quién soy yo, señor, para decir tal cosa?

L.S.V:

Pero usted sí es muy directo para acusar a otros políticos.

G.T:

Si llego a saber que Carlos Caicedo es simplemente un clientelista me divorcio también. Yo creo que el proyecto de Carlos Caicedo es el mejor del país. Es el futuro político de este país. Mejor que Luis Carlos Galán. Y que me digan lambón, yo no necesito lamber.

L.S.V:

Cuando Caicedo era alcalde de Santa Marta, varias entidades de la alcaldía como la Dirección de Deporte le ayudaron a recoger firmas a su candidato Rafael Martínez. ¿Qué opina de eso?

G.T:

Yo no sabía eso. El Rafael Martínez que yo conozco no me da para hacer eso. 

L.S.V:

¿Qué tipo de izquierda es la suya?

G.T:

Pues ni yo mismo sé. El socialismo desapareció, fracasó como proyecto económico y político con la caída del muro de Berlín. Rusia y China no son socialistas. Xi Jinping es un imperialista y Vladimir Putin es un gatillero. Venezuela es un narcoestado, como Colombia. Y Cuba es una sociedad fracasada económicamente, que vive del turismo, que es la peor posibilidad para un país que quiere cambiar.

L.S.V:

Pero el turismo ha sido la propuesta de Petro para reemplazar el petróleo.

G.T:

No estoy de acuerdo con reemplazar el petróleo porque los carros no se mueven con aguacate. Esa es una propuesta fuera de lugar de Petro. Colombia no hace nada por el medio ambiente si deja de exportar petróleo, y se crea un déficit fiscal más grande.

L.S.V:

Si no está ni con Putin, ni con Xi Jing, ni con Petro, ¿con quién está?

G.T:

Yo soy un látigo que ataca y golpea. Este es un país híper corrupto. Acá nada funciona, todo es corrupción. Yo no estoy en contra de una economía de libre mercado. Soy un librepensador, eso es lo que soy, un gran lector de Jean Paul Sartre. Y opino que hay que apoyar la pequeña y mediana industria. ¿Cómo? Bajando la intermediación financiera. Así no le guste a Luis Carlos Sarmiento Angulo, ni a Gilinski o al Grupo Empresarial Antioqueño. 

L.S.V:

Usted tiene 73 años y ha dicho que la política no tiene edad. ¿Qué opina de la juventud como bandera electoral?

G.T:

No me voy a poner a hacer demagogia con la juventud. A mí me siguen 600.000 personas en redes, ¿usted cree que van a salir a votar por mí? No, muchos de ellos se van a quedar jugando videojuegos o con la noviecita fumándose un porrito. Y en la tarde van a decir: ‘Uy, no fuimos a votar por el viejo’. Lo que pasa es que los jóvenes son los que tienen el ímpetu y la determinación para el cambio, pero no tienen experiencia. Son la semilla del cambio, pero no el cambio. Yo me siento como un pedagogo social que les dice: hombre, rebélense, protesten. Rebelarse es justo.

L.S.V:

Hay un pesimismo en su visión de país, ¿qué les responde a los que lo acusan de fracasómano?

G.T:

Yo no soy optimista como Alejandro Gaviria, que fue seis años ministro de Salud de Santos y no bajó nada la corrupción en el sector salud. Yo no soy ingenuo. Y de los países latinoamericanos este es el más corrupto y el más violento. 

L.S.V:

¿Más que, por ejemplo, Venezuela?

G.T:

Más Colombia. El venezolano es flojo y es cobardón para pelear, por eso salieron corriendo. En corrupción sí puede haber un empate entre Colombia y Venezuela. Que venga Carlos Antonio Vélez y nos narre el desempate.

L.S.V:

Usted ha dicho que los problemas de Colombia no se solucionan dando clase, ¿no es raro que diga eso un profesor?

G.T:

Al contrario, habla la voz de la experiencia. Uno le da clase a esos muchachos y cree que tres o cuatro van a luchar por el cambio. Luego salen de la universidad y al rato los ve uno en el Centro Democrático. 

L.S.V:

La verdad es difícil ubicarlo a usted en políticamente.

G.T:

Yo sería como un electrón de la física cuántica, que no se sabe en qué lugar está.

L.S.V:

Hablando de ubicar el electrón, ¿qué piensa del fallo de la Corte Constitucional que despenalizó el aborto hasta la semana 24 de gestación?

G.T:

Usted sigue tratando de buscarme la caída. Ese fallo va a servir para que la derecha se parapete otra vez en la religión y haga política con eso. Pero le adelanto, ese fallo no se va aplicar. En Colombia muchos de esos fallos los tiran por el hueco del sanitario. Eso va a servir para que la derecha haga politiquería en campaña. 

L.S.V:

¿Pero ideológicamente está de acuerdo o en contra?

G.T:

Ustedes saben la respuesta. Yo soy un hombre libertario. 

L.S.V:

¿Y está de acuerdo con legalizar la marihuana?

G.T:

Hace más de un año dije: hace más daño un aguardiente que un pucho. 

L.S.V:

¿Y con implementar el fracking en Colombia?

G.T:

No, eso daña el medio ambiente totalmente.

L.S.V:

¿Y votó sí en el plebiscito?

G.T:

Claro. Ese es un acuerdo pegado con babas. Si no, vea, siguió la guerra. Pero es una farsa necesaria.

Soy el periodista que cubre Casa de Nariño en el gobierno de Gustavo Petro. Estudié periodismo en la Universidad de Antioquia y allí hice un diplomado en periodismo literario. Antes cubría el poder en Antioquia para La Silla. Trabajé en El Colombiano y fui subeditor del impreso de El Tiempo. En...

Desde el 2021 soy el editor general de La Silla Vacía. Estudié filosofía en la Universidad Nacional, luego hice una especialización en periodismo en Los Andes y una maestría en comunicación en la Universidad de Georgetown. He trabajado en TV, radio y prensa.