El ‘pica-pala’ entre Santos y Sanín: ¿quién se queda con más conservadores?


Juan Manuel Santos responderá el golpe presentando a 40 figuras azules que lo apoyarán. Entre ellos, varios delfines.
Ayer Noemí Sanín logró finalmente sellar el apoyo de los representantes a la Cámara del Partido Conservador que acompañaron a Andrés Felipe Arias en la consulta. Con esta foto, que se venía cocinando desde antes de Semana Santa, Sanín logró contrarrestar la percepción de los últimos días de que el partido se estaba quebrando. No obstante, Juan Manuel Santos contraatacará de inmediato. Hoy a las diez de la mañana, cerca de 40 figuras azules manifestarán su deseo de acompañarlo.
“Noemí será la mujer que lleve al Partido Conservador a la Presidencia de Colombia”, dijo Bladimiro Cuello Daza, vocero de los representantes a la Cámara del partido, después de la reunión en el hotel La Opera en el centro de Bogotá.
Cuello hace parte del grupo de cerca de 20 representantes conservadores que respaldaron a Arias en la consulta del partido. Y si bien el apoyo fue mayoritario, algunos fueron reticentes hasta último momento. No obstante, al final de cuentas ninguno estaba dispuesto a arriesgar su credencial y pelear con la dirección del partido.
Sanín se comprometió a no hacer distinciones entre las regiones que la apoyaron y las que no; nombró representantes coordinadores en los departamentos, programó un plan de giras en todo el país, y designó un comité político liderado por el ex ministro del Interior Carlos Holguín; los ex ministros de Hacienda Roberto Junguito y Juan Camilo Restrepo; Gina Magnolia Riaño, Marta Lucía Ramírez, Augusto Ramírez Ocampo y otras figuras notables conservadoras.
Mañana Noemí se reunirá con la bancada del partido en el Senado, donde ya cuenta con el respaldo de todos los senadores. Sanín tendrá que mantenerlos a todos en el redil. Según una persona cercana a Andrés Felipe Arias, algunos de los senadores han hablado con el presidente Álvaro Uribe, que estaría intercediendo para propiciar más fugas hacia La U. La Silla Vacía no pudo confirmar esta información de manera independiente.
Ahora que los representantes están en el bus de Sanín, el siguiente objetivo de la campaña será limar asperezas con Andrés Felipe Arias, algo que no está nada fácil. Por un lado, Arias demandó penalmente a Sanín por haberlo acusado de “robar” el dinero de los pobres al darles los subsidios de Agro Ingreso Seguro a varios empresarios. Aunque esta demanda fue presentada antes del 14 de marzo, Arias la hizo pública hace poco para ponerle palos en la rueda a la candidata conservadora.
Por otro lado, los acercamientos entre ambos bandos han fracasado por un punto de honor: Noemí no está dispuesta a pedirle disculpas a ‘Uribito’, y éste no está dispuesto a apoyarla si no las pide. Según fuentes consultadas en ambas campañas, la candidata aceptó emitir un pronunciamiento público sobre el tema, pero sin que implicara una rectificación de lo que había dicho.
Juan Manuel Santos, por su parte, no se quedará quieto. En las últimas semanas logró crear la percepción de que muchos conservadores están abandonado el barco de Sanín. Y mañana lo refrendará con el apoyo público de cerca de 40 personalidades del partido. Hombres y mujeres que tienen pocos votos pero que tienen un valor simbólico por ser los hijos de figuras icónicas del Partido Conservador y que, por lo tanto, tienen la capacidad de mover el termómetro de opinión del electorado conservador.
“Nos sentimos mejor representados por Juan Manuel Santos. Aceptamos esa propuesta en calidad de asociados, lo cual es diferente a adherirnos o irnos del Partido Conservador”, explicó a La Silla Vacía el senador Enrique Gómez Hurtado.
A esa lista se suman, entre otros, Mariano Ospina Hernández, hijo de Mariano Ospina Pérez; Ignacio Valencia López, hijo de Guillermo León Valencia, y Enrique Gómez Hurtado, hijo de Laureano Gómez.
La estrategia de Santos no está exenta de riesgos. Así como en el caso de Noemí la opinión pública puede interpretar que está moviendo una maquinaria que poco seduce, en el del ex ministro de Defensa se podrá ver como un gesto elitista entre delfines.
Que las aguas conservadoras se calmen y se defina cuanto antes quiénes están con quién, también puede afectarlo. Conseguir adhesiones conservadoras a cuenta gotas le servía para dar la impresión de que el partido se desmoronaba día a día. Generaba mucho más impacto. Estando claro que el grueso del la maquinaria del partido está con Sanín y apenas un sector con La U, el tema puede pasar a segundo plano en las próxima semanas.
Pero en esa ecuación falta Álvaro Uribe. Si es cierto, como indica la fuente consultada, que el Presidente está moviendo sus fichas para ayudar a Santos, la unión azul en torno a Sanín estará en riesgo hasta el final. Y aun si Uribe no se mueve, lo hará ‘Uribito’ en su nombre. El problema es que al ex Ministro, gústele o no la “disciplina para perros” del Partido Conservador, no le quedará fácil sublevarse.