Ayer, el presidente Gustavo Petro incluyó a Daniel Quintero en una lista de posibles sucesores de su gobierno en 2026. Y como eso es precisamente lo que el alcalde de Medellín quiere, su movimiento se está preparando para estas elecciones regionales como si se trataran de una primera vuelta presidencial.
Tiene planeada una triple estrategia. En primer lugar, tener unas cartas al concejo que le den visibilidad en Bogotá para comenzar a medirse con otras figuras políticas nacionales. En segundo término, construir una estructura que consolide a Independientes, su partido político, en las regiones. Y por último, estrechar los lazos con el Pacto Histórico para volverse el actor más relevante del espacio progresista en Colombia.
Sin embargo, el tamaño de su ambición puede chocar con la realidad de que el quinterismo es un movimiento que no tiene una trayectoria regional relevante. En Medellín, por ejemplo, sólo obtuvieron dos concejales en 2019. Y que además, Quintero es un alcalde impopular y no cuenta con una chequera propia como los Char, cuya estrategia de expansión caribe tratará de imitar.
En busca de un megáfono en Bogotá
Aunque Quintero es el alcalde más impopular de Medellín desde que existen registros —según la última Invamer, su aprobación es de 36%—, e Independientes tiene una corta trayectoria en la capital antioqueña, su ambición es nacional.
Recientemente, Quintero se hizo contar en la capital. El 27 de marzo, el Centro Nacional de Consultoría (CNC) publicó una encuesta, pagada por Independientes, que midió su popularidad en Bogotá junto a otras figuras políticas nacionales, como Claudia López y Sergio Fajardo.
CNC, una de las encuestadoras mejor valoradas por el semáforo de encuestas de La Silla, registró que el 48 por ciento de los encuestados conocen a Quintero y entre estos, el 54 por ciento tiene una imagen favorable del alcalde.
Esto les ha dado razones a su equipo para lanzar una apuesta ambiciosa en la capital en las elecciones de octubre. “Lo de Bogotá va a ser contundente. Nuestras mediciones marcan que tenemos mucho para crecer”, dice Eli Shnaider, director del partido y quien ha acompañado a Quintero desde la fundación del Partido del Tomate.
Para esto tienen decidido presentar una lista al concejo. Ya le ofrecieron la cabeza de la lista de Independientes a la exconcejala Ángela Garzón, según una fuente del partido en Bogotá que lo supo de primera mano y pidió la reserva de su nombre.
Garzón fue concejala del Centro Democrático (2016 – 2019), uno de los rivales predilectos del quinterismo en Medellín, e incluso en las elecciones del 2019 fue la candidata oficial del partido. Es de origen liberal —su padre es el exvicepresidente de Santos, Angelino Garzón— y tiene una amistad personal con Quintero. En 2020 fue nombrada como profesional de Relaciones Externas de EPM. Esto durante la gestión de Álvaro Guillermo Rendón, el primer gerente de EPM nombrado por Quintero.
Sin embargo, Garzón no ha tomado una decisión y su cercanía con Carlos Fernando Galán, de quien fue jefa de debate en las elecciones del 2019 después de renunciar a su candidatura por el Centro Democrático, le da otras opciones para volver al concejo, según dos fuentes de Independientes en Bogotá que conocen de cerca las conversaciones y que pidieron la reserva de su nombre.
Para la alcaldía, Independientes no irá con candidato propio. La idea es coavalar a un candidato alineado con el petrismo. “Independientes sólo va a apoyar en Bogotá a quien le garantice que en segunda vuelta va a apoyar al proyecto alternativo y progresista”, dice un alto funcionario de Quintero que pidió la reserva de su nombre y ha hecho política en Bogotá.
“Daniel sabe que necesita un buen megáfono en Bogotá para pelear la presidencia”, le dijo a La Silla otra fuente de Independientes en la capital que participa en la construcción de alianzas y pidió la reserva de su nombre.
Una estructura nacional para 2026
Si en Bogotá su capital político acaso le alcance para poner un pie en la puerta, Independientes quiere consolidar seis candidaturas en ciudades capitales.
Medellín, Cartagena y Cali fueron las primeras en cuajar. Y sus candidatos pertenecen a la entraña del movimiento.
En la capital paisa la lidera el exsecretario Juan Carlos Upegui, primo de Diana Osorio, la esposa de Quintero, que ha tenido injerencia en la contratación del municipio. Upegui estuvo en el pelotón de funcionarios de la alcaldía que renunciaron, durante la recta final de las presidenciales, para liderar la campaña de Petro en Antioquia. Por ahora, en las encuestas no ha superado el 5% de la intención de voto.
En Cartagena tienen a José Luis Osorio, exsubsecretario de Educación de la Alcaldía de Medellín. La candidatura en Cali también la lidera otro exfuncionario: Deninson Mendoza, exgerente de Telemedellín, y quien le entregó contratos a medios en el Valle para ambientar su campaña.
Las otras tres capitales departamentales en las que Independientes dice que ya tiene asegurado su aterrizaje son Popayán, Armenia y Pereira. En estas, a diferencia de las anteriores, van a acompañar a candidatos progresistas que ya vienen consolidando procesos en otros sectores.
En la capital del Cauca, el quinterismo va a apoyar a la concejala verde Martha Lucía Agredo. Se trata de una experimentada política payanesa con una larga trayectoria en el Partido Verde. Trabajó en la Secretaría de Participación Ciudadana durante la alcaldía de Gustavo Petro. Pertenece a la línea más progresista de un partido que suele estar fracturado por sus tendencias.
En Armenia, el apoyo también va a ser para otra verde, la concejala Stefany Gómez, quien completa dos períodos en la corporación y pertenece a los sectores alternativos de la ciudad. El candidato en Pereira es Fabián Gómez, un consultor político sin experiencia electoral y que se opone a la actual administración del liberal Carlos Maya.
Si bien es claro qué gana Independientes con estos avales, no es claro todavía qué le ofrece a los candidatos ni si, por ejemplo, contribuirán con el costo de las campañas que apoyan.
Sin embargo, una investigación reciente de Vorágine demostró que los colaboradores de la campaña del candidato Osorio en Cartagena tienen contratos activos con la alcaldía de Quintero. La Silla también reveló una serie de pruebas de cómo la Secretaría de Educación le hace campaña al exconcejal Alberto Corredor, aliado de Quintero y precandidato a la alcaldía de Medellín.

Lo que sí está claro es el rol que el movimiento quinterista espera que jueguen sus avalados a futuro. “Lo importante es que los candidatos que están buscando el poder regional sepan que tienen un proyecto nacional para construir, y que cuentan con espacio en él”, dice Shnaider.
Otra fuente de Independientes en Cundinamarca, que pidió la reserva de su nombre, es más explícita en el objetivo de construir un partido con representación nacional. “Las credenciales que lleguen con nuestro aval saben que para 2026 tienen que apoyar o liderar una candidatura a Senado o Cámara del partido”, dice. “Necesitamos garantías de que van a estar bajo la línea de Independientes. Y que sepan que tenemos un precandidato presidencial para 2026”, agrega.
Shnaider dice que la prueba de fuego de los nuevos partidos, surgidos de la feria de personerías jurídicas entregadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE), será las elecciones legislativas del 2026, y al interior del quinterismo dicen estar seguros de superarla.
Para eso es primordial retener el poder en Antioquia, donde funciona el centro de operaciones del partido. Por eso una de sus cartas más fuertes es la del exsecretario Esteban Restrepo, candidato de Independientes a la Gobernación de Antioquia.
Restrepo por ahora muestra ser relativamente competitivo en las encuestas y está llegando con fuerza a las bases liberales antioqueñas con el objetivo de sumar otras fuerzas.
Crecer junto al Pacto hasta dominarlo
En Antioquia, el quinterismo se la jugó a fondo para impulsar al petrismo en las presidenciales. Hoy sus candidatos a las regionales aspiran a formar alianzas con el Pacto para liderarlo. “Nos gustaría tejer la Cartagena Futuro con los sectores progresistas del Pacto Histórico”, le dijo a La Silla Osorio, el candidato de Independientes a Cartagena.
Upegui, por ejemplo, cuando finalmente fue ungido como candidato de Independientes a la alcaldía de Medellín, llamó a una consulta interpartidista con los partidos que conforman el Pacto. Y además, por lo menos en Antioquia, varios de sus miembros más relevantes son de la entraña del quinterismo.
Es el caso del representante por Antioquia, Alejandro Toro, una de las dos fichas de Quintero que entraron en la lista a la Cámara por el Pacto, y que fue avalado por la Colombia Humana. “En Independientes y en el Pacto Histórico somos conscientes de que lo mejor es presentar candidatos únicos bajo la idea de un frente amplio”, dice Toro.
En otros partidos del Pacto Histórico, como el Polo Democrático, su estructura departamental en Antioquia está presidida por Manuel García, un político del Urabá. García hizo parte de la UTL de Toro y es el rival de la representante Luz María Múnera, también del Pacto Histórico, pero crítica a la alcaldía de Quintero.
“Nosotros queremos ser el actor relevante de los sectores liberales y progresistas del país en el 2026”, dice Shnaider, quien apunta que lo harán impulsando sus principales agendas, como el énfasis en las políticas de Ciencia, Innovación y Tecnología. De hecho, a los candidatos de Independientes se les exige tener un capítulo sobre el tema en sus propuestas y programas de gobierno.
Con esta suerte de progresismo tecnológico y con una retórica contra el establecimiento antioqueño que Quintero suele usar para esquivar los cuestionamientos de su polémica forma de hacer política, el alcalde espera representar el continuismo del petrismo.