El Ministro de Agricultura Francisco Estupiñán llegó al cargo hace tres meses, avalado por su antecesor Juan Camilo Restrepo y por los conservadores, a quienes el presidente Santos les había prometido la cartera

Tan solo tres meses después de haber sido nombrado como Ministro de Agricultura y en pleno paro agrario, el puesto de Francisco Estupiñán está tambaleando.

La Silla supo que ayer se reunieron 17 congresistas conservadores a debatir una propuesta hecha desde Palacio, que estaría buscando el apoyo de los azules para cambiar a Estupiñán por el actual Superintendente de Notariado y Registro Jorge Enrique Vélez.

Vélez es de Cambio Radical, el partido de Germán Vargas Lleras, y por lo tanto la propuesta cayó muy mal entre los congresistas conservadores, que ya sienten que el Gobierno les suele dar un trato de segunda frente a los liberales.

Una fuente que estuvo presente en la reunión le contó a La Silla que el senador Roberto Gerlein dijo que nunca en su carrera había oído que a un partido le pidieran que respaldara el nombramiento de un ministro de otro partido y más cuando implicaba sacrificar el propio.

El sucesor de Juan Camilo Restrepo
El candidato del Gobierno para reemplazar a Estupiñán sería Jorge Enrique Vélez, el actual Superindente de Notariado y Registro, quien alcanzó a sonar cuando salió del cargo Juan Camilo Restrepo. Foto: Cortesía El Espectador.
El debate sobre los antiguos baldíos cambió de tono desde que el senador Jorge Enrique Robledo lo centró en torno a la responsabilidad política del ex embajador en Washington, Carlos Urrutia, cuya antigua firma de abogados asesoró varias de las compras de tierras. Foto: Juan Pablo Pino.

Como contó La Silla en su momento, Estupiñán fue nombrado por Santos en reemplazo de Juan Camilo Restrepo tras consultarlo con la bancada azul, en la que había un consenso alrededor del ex presidente del Banco Agrario.

Aunque el actual ministro no era precisamente una persona del sector agropecuario, los conservadores lo apoyaban porque, además, contaba con el guiño del ministro saliente.

Estupiñán, un administrador de empresas boyacense de la Universidad Externado, ha trabajado sobre todo en el sector financiero, habiéndose desempeñado como director general del Presupuesto Nacional y como presidente del Banco Granahorrar durante tres años, antes de su venta al BBVA.

Su llegada al Banco Agrario se debió precisamente a Juan Camilo Restrepo, con quien es cercano desde que fue su viceministro de Hacienda durante el gobierno de Andrés Pastrana y con quien ya había trabajado cuando el antioqueño fue Ministro de Minas de César Gaviria.

Esa falta de experiencia en el agro es en parte lo que le estaría costando el puesto ahora. Su desempeño en el debate de control político organizado la semana pasada por el senador Jorge Enrique Robledo, del Polo, fue desastroso, según le confirmaron a La Silla varias personas del gobierno.

Al parecer, a Estupiñán se le bajó la tensión y, enfermo, le quedó aún más difícil enfrentar ese debate en el que quedaron en evidencia sus deficiencias en el conocimiento del agro, en el manejo de las cifras y también en que no tiene el mismo peso político de su antecesor Restrepo.

En el manejo de los paros agrarios tampoco ha descollado. Sin ir más lejos, hoy hay paros entre los cafeteros, los cacaoteros, los arroceros, los paperos y los lecheros, cinco sectores que están directamente en el área del Ministro. Sin embargo, se anotó na victoria el sábado pasado cuando logró bajar del bus del paro a los cafeteros del Huila.

Sin embargo, en la reunión de los conservadores también se elucubró que Santos lo querría cambiar por la presión de los ‘cacaos’ que tienen grandes inversiones en la Altillanura y que se han visto envueltos en el escándalo de los antiguos baldíos.

Desde que asumió el cargo, Estupiñán ha sido muy claro en que las inversiones que han hecho empresas como Cargill, Riopaila Castilla, Poligrow, Mónica Semillas y otras por parte de empresarios conocidos violando los topes de las Unidades Agrícolas Familiares (UAF) podrían ser declaradas irregulares. Su primera entrevista, recién posesionado, levantó ampolla porque dijo que muchos de estos predios se habían adquirido “de forma no muy jurídica”.

El sucesor de Juan Camilo Restrepo
El candidato del Gobierno para reemplazar a Estupiñán sería Jorge Enrique Vélez, el actual Superindente de Notariado y Registro, quien alcanzó a sonar cuando salió del cargo Juan Camilo Restrepo. Foto: Cortesía El Espectador.
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El debate sobre los antiguos baldíos cambió de tono desde que el senador Jorge Enrique Robledo lo centró en torno a la responsabilidad política del ex embajador en Washington, Carlos Urrutia, cuya antigua firma de abogados asesoró varias de las compras de tierras. Foto: Juan Pablo Pino.

Como contó La Silla en su momento, Estupiñán fue nombrado por Santos en reemplazo de Juan Camilo Restrepo tras consultarlo con la bancada azul, en la que había un consenso alrededor del ex presidente del Banco Agrario.

Aunque el actual ministro no era precisamente una persona del sector agropecuario, los conservadores lo apoyaban porque, además, contaba con el guiño del ministro saliente.

Estupiñán, un administrador de empresas boyacense de la Universidad Externado, ha trabajado sobre todo en el sector financiero, habiéndose desempeñado como director general del Presupuesto Nacional y como presidente del Banco Granahorrar durante tres años, antes de su venta al BBVA.

Su llegada al Banco Agrario se debió precisamente a Juan Camilo Restrepo, con quien es cercano desde que fue su viceministro de Hacienda durante el gobierno de Andrés Pastrana y con quien ya había trabajado cuando el antioqueño fue Ministro de Minas de César Gaviria.

Esa falta de experiencia en el agro es en parte lo que le estaría costando el puesto ahora. Su desempeño en el debate de control político organizado la semana pasada por el senador Jorge Enrique Robledo, del Polo, fue desastroso, según le confirmaron a La Silla varias personas del gobierno.

Al parecer, a Estupiñán se le bajó la tensión y, enfermo, le quedó aún más difícil enfrentar ese debate en el que quedaron en evidencia sus deficiencias en el conocimiento del agro, en el manejo de las cifras y también en que no tiene el mismo peso político de su antecesor Restrepo.

En el manejo de los paros agrarios tampoco ha descollado. Sin ir más lejos, hoy hay paros entre los cafeteros, los cacaoteros, los arroceros, los paperos y los lecheros, cinco sectores que están directamente en el área del Ministro. Sin embargo, se anotó na victoria el sábado pasado cuando logró bajar del bus del paro a los cafeteros del Huila.

Sin embargo, en la reunión de los conservadores también se elucubró que Santos lo querría cambiar por la presión de los ‘cacaos’ que tienen grandes inversiones en la Altillanura y que se han visto envueltos en el escándalo de los antiguos baldíos.

Desde que asumió el cargo, Estupiñán ha sido muy claro en que las inversiones que han hecho empresas como Cargill, Riopaila Castilla, Poligrow, Mónica Semillas y otras por parte de empresarios conocidos violando los topes de las Unidades Agrícolas Familiares (UAF) podrían ser declaradas irregulares. Su primera entrevista, recién posesionado, levantó ampolla porque dijo que muchos de estos predios se habían adquirido “de forma no muy jurídica”.

Estupiñán tampoco comparte las tesis de Néstor Humberto Martínez, el ex ministro de Justicia quien es hoy el abogado de cabecera de Luis Carlos Sarmiento (una de cuyas empresas compró una finca en la Altillanura sobre antiguos baldíos violando los topes de las UAF, aunque éstos habían sido adjudicados antes de la ley 160 de 1994). Martínez también es muy cercano a Cambio Radical (fue parte de su Comité Ideológico y ha sonado para posiciones claves como candidato a la Alcaldía de Bogotá y, el año pasado, como presidente del partido).

Martínez ha aceptado que él ha asesorado de manera “informal” al Gobierno en el polémico proyecto de ley de los baldíos, aunque al menos cinco personas le han confirmado a La Silla que él ha estado muy activo en el proceso. En particular, ha insistido en que esta ley de reforma agraria no debería aplicar para predios comprados antes de 1994 y que cuando los certificados de libertad y tradición de un predio no dicen claramente que se trataba de antiguos baldíos, sus compradores no podían saberlo y, por lo tanto, no deberían ser considerados compradores de mala fe.

Soy la directora, fundadora y dueña mayoritaria de La Silla Vacía. Estudié derecho en la Universidad de los Andes y realicé una maestría en periodismo en la Universidad de Columbia en Nueva York. Trabajé como periodista en The Wall Street Journal Americas, El Tiempo y Semana y lideré la creación...